Se habló de que debía jugarse como una final porque era un
partido definitorio en la Copa Argentina y que ganándola se accedía
bastante rápido a la Libertadores, pero que además servía para cortar la racha
de derrotas y tomar impulso para enfrentar el lunes a Newell’s Old Boys con otra
expectativa.
Lamentablemente no fue así después de ver este partido, donde
Racing no mostró ninguna señal positiva
para tener esperanzas de ganarles a los rosarinos.
Porque carece de dos conceptos fundamentales.
No elabora juego y no tiene gol.
El primer tiempo fue de Racing porque presionó a un
Argentinos lento y con menos descanso ya que venía de jugar un día después y daba
la sensación de que se lo iba a llevar por delante, pero fueron más ganas que otra cosa y terminó tirando
pelotazos desde el fondo para un Castillón desacertado y distraído que hizo
todo mal,
mientras Bou en esa primera etapa jugaba su mejor partido.
Por la derecha Villar acompañaba pero aportó poco y resolvíó
mal y Centurión fue el único que intentó con un buen comienzo, pero que en los
últimos quince quedó fuera de acción, olvidado sobre la izquierda.
Poco como para lastimar a una defensa que daba ventajas.
Solo aproximaciones.
En el medio Videla trabajaba bien y Aued ayudaba más arriba aunque
no estuvo tan claro como otras veces.
Atrás bien Pillud subiendo y correctos Lollo, Sanchez y
Grimi, aceptando que nunca fueron muy exigidos.
Pero el segundo tiempo fue distinto y creo que el cambio obligado
de Gómez por Pillud le dio la posibilidad a los “bichitos” de agrandarse,
porque fue de lo peor que vi en mucho tiempo como marcador de punta con y sin
la pelota.
A partir de allí Ramirez que había sido bastante bien
controlado en los primeros 45’ creció ante las facilidades de Gómez y fue una
de las piezas claves para el mejoramiento de Argentinos.
Realmente Gómez estaba en otra cosa y de allí viene el gol
con un tiro libre donde Saja tiene mucha responsabilidad también a pesar del
gran disparo de Riquelme.
El equipo de La Paternal comenzó a imponer su ritmo ante un
Racing que entraba a deprimirse y a
desordenarse a medida que pasaban los minutos.
Los cambios solo fueron para cumplir.
Acuña tirando centros a cualquier lado para jugadores que
quedaban permanentemente en posición adelantada ( sin mirar donde estaban
posicionados ) y con un Rentería sin ritmo, haciendo lo que podía
Después la expulsión de Aued y el final sin pena ni gloria.
Este fue un Racing diferente
pero parecido a aquel de Mostaza Merlo.
Diferente por los jugadores nuevos y parecido porque repitió
conceptos de aquel equipo que salió último. Pelotazos desde el fondo, falta de ideas de juego asociado y poca fuerza
anímica para darlo vuelta.
Un Racing que comienza a dejar al desnudo los pocos recursos
de algunos de los futbolistas que se incorporaron, poniendo al descubierto que
el plantel no cuenta con los intérpretes
adecuados para las ideas que el técnico vuelca a sus dirigidos, por lo que se
supone deberá encontrar otra forma de juego, hasta que Hauche (que en este
equipo parece ser Cristiano Ronaldo) y Milito puedan volver, rogando que ahora
que no se pelea por casi nada, salvo un puesto decoroso en el torneo, no los
apure y permita que se recuperen muy bien.
Porque Bou no es Milito y Castillón no es Hauche
Por último una línea sobre la actualidad de Cocca:
Expresé en un twitter que si Racing perdía el clásico
comenzaba el principio del fin de Cocca y en este blog hablé de lo que normalmente
afectaba en el futuro a quien lo perdía.
Pero pienso que hoy por hoy -a pesar de la bronca,- sería un
error conceptual que Cocca no continúe por varias razones:
1.
Hay elecciones en 3 meses y sería coherente que el
Presidente electo decida su continuidad o reemplazo.
2.
En el caso de que se lo reemplazara quien llegue sabe
que tiene el puesto atado con alambre ya que las nuevas autoridades pueden no
estar de acuerdo con su designación.
3.
Si el supuesto nuevo DT pierde los mismos partidos que
su antecesor, debería ser reemplazado, tal cual se lo haría con Cocca.
4.
Fuera de la Copa Argentina y lejos del campeonato ya no
peleamos nada.
Por todo esto digo, que aunque no esté de acuerdo con él, de
que el representante tuvo injerencia y que varios de los jugadores no responden
a las exigencias que demanda vestir la camiseta de Racing, Cocca debería ser
mantenido en el cargo hasta el final de este torneo.
Luego Dios dirá.
Hasta pronto.