Esto lo digo porque no veo al equipo con la confianza,
la fe y el ánimo similar a aquel que se consagró campeón, se parece más al que
finalizó el semestre en la Copa de la Superliga.
El de anoche, en cierto modo fue un partido muy
similar al del domingo anterior por la Copa Argentina, con la diferencia de que
enfrente estaba Unión, un equipo de primera, con mayor aplomo y con mayores
recursos técnicos y físicos que Boca Unidos
Cuando digo parecido, me refiero al planteo que Unión
le presentó, porque también salió a esperarlo, tratando de encontrar ese error,
esa oportunidad para explotar los espacios que deja Racing por su forma de atacar,
entendiendo que inicia casi todo bien pero después de la mitad de cancha, cuando se topa con un
conglomerado de jugadores como pasó en estos dos últimos partidos, transita la niebla, no puede ver con claridad.
Con línea de cinco y con sus volantes y delanteros
colaborando, esperó con paciencia las equivocaciones y la desesperación de un
equipo que a la hora de tocar y hacer circular la pelota mostraba imprecisiones,
con el agravante de que no contar, por
ahora, con el jugador que pueda desequilibrar con la gambeta y entonces todo se
vuelve más previsible.
Es evidente que los rivales le van tomando la mano al Campeón y saben que al equipo del “Chacho”, cuando no puede abrir el marcador ante un equipo que se defiende, le cuesta encontrar la forma de superar esa barrera de jugadores en el área rival y entonces finaliza con los centros desde los costados, pero para ello habría que ubicar en el área jugadores que vayan a disputar esas pelotas (no solo delanteros).
Es cierto que Racing tuvo unos minutos donde pudo
definir el encuentro, pero el arquero respondió bien, especialmente en la
última jugada donde Cvitanich queda mano a mano después de un pase largo de
Zaracho por sobre los centrales, que se habían adelantado.
Respecto de las actuaciones, Arias no estuvo seguro,
aunque no fue apremiado, Sigali y Dominguez, de lo mejor, no tuvieron
problemas, Pillud, se esmeró y buscó bien haciendo diagonales, Soto, es el que
muestra más confianza y por ese motivo comete errores graves en defensa, el medio campo me pareció irresoluto, sin la dinámica
y sin las ideas claras del mejor equipo de Coudet (obviamente no se le pude
achacar mucho a Rojas porque todavía no se acomodó al equipo), me pareció flojo
lo de Solari y a Díaz lo veo más lento, mientras Zaracho, sin llegar a jugar
un gran partido fue de lo más rescatable, a “Licha” López le cuesta encontrar su gran nivel anterior y
Cristaldo puso mucha voluntad pero sin aportar demasiado.
El “Pulpo” no anduvo mal y Montoya por lo menos
intentó cambiar ese ritmo anodino que tenía el equipo.
Finalmente Cvitanich con poco pudo haber sido el "héroe" porque tuvo la más clara para
darle el triunfo a la Academia, pero anda torcido en la definición.
Por último no hay que quejarse más si los rivales
vienen a la cancha de Racing a defenderse, entendamos que el reglamento no dice
con que sistema táctico deben jugar los equipos, así que cada técnico dispone
de la manera que mejor le parece, lo que obliga a su colega rival a encontrar
la forma de superarlo, haciendo uso de su inteligencia para seleccionar los
jugadores que puedan cumplir con la estrategia a implementar y con la táctica
para llevarla a cabo.
Esperemos que Racing pueda recuperar la memoria del
juego, de la circulación, del toque y del gol, que viene siendo esquivo por
falta de situaciones y/o de definición.
Hasta pronto.