martes, 21 de febrero de 2012

Reflexión y mea culpa.


Hace mucho tiempo que el equipo transita un camino de inestabilidad y nosotros los hinchas no deberíamos ilusionarnos más ante palabras y promesas grandilocuentes antes de cada torneo. La causa no es una sola, es una suma de situaciones que involucran a dirigentes, técnicos, jugadores y porque no, también a nosotros los hinchas cuando creemos que la solución es cambiar técnicos y jugadores cada torneo o que tenemos más plantel de lo que realmente hay.


Ques lo que se busca. Cual es la verdad. Jugar bien? Ganar? Racing debe de una vez por todas ser coherente en la línea a seguir, pero como muchas veces nos pasa comenzamos mirando la tabla de arriba y a las pocas fechas ya comenzamos a relojera la de abajo. Entonces hay que tomar decisiones determinantes y enviar a loshinchas mensajes claros. No podemos pasar de Caruso a Basile o de Basile a Falcioni. O uno u otro. Porque todos tienen un sistema en que confían y todos buscan el mismo y único objetivo en un partido de fútbol: Ganar! Y todos tienen su verdad y es muy respetable.


Pelear arriba es un deseo permanente. Salir campeón es un sueño que se cumple cada treinta o cuarenta años. Pero hay algo que nos preguntamos permanentemente y es porque nos equivocamos siempre. Hablamos de Velez y de Lanús como ejemplos pero nunca los copiamos. Ah! Claro somos un equipo grande…pero algo nos pasa porque terminamos todos los torneos como un equipo chico con la única diferencia de que contamos con una gran hinchada.


Cumplir con sus obligaciones para con los jugadores. Contratar un cuerpo técnico responsable y elegir jugadores con personalidad y carácter para enfrentar situaciones límites son quizás las premisas más importantes para conformar un buen plantel.


Solamente un nombre o una trayectoria no hacen a un equipo, lo hacen hombres en todo el sentido de la palabra, comprometiéndose cada uno a cumplir con su rol aportando fundamentalmente su actitud profesional, su solidaridad y su inteligencia, dejando de lado egoísmos personales.


Lo mejores equipos de la historia de Racing contaban con esa raza de jugadores y coinciden con los logros de diferentes torneos. Pero al talento y la calidad que nadie desprecia hay que agregarle carácter, sacrificio e inteligencia.


De esto sabe mucho el hoy técnico de la Academia.


Y en este presente daría la sensación que los jugadores “descansan” en la personalidad del “Coco” pero lamentablemente el hoy no juega y ningún jugador se hizo cargo de esa responsabilidad dentro del partido. Porque estos jugadores no están convencidos de lo que pueden dar o les falta “hambre de gloria”.


Son horas de reflexión y mea culpa con la esperanza de que Basile, que es un grande y un ganador ponga las cosas en su lugar y seguramente no le temblará el pulso para realizar los cambios que correspondan para encontrar el equipo que todos deseamos ver, pero que hace mucho tiempo no encontramos.


Hasta pronto.