Mucho, poquito…NADA!
Lejos de lo esperado Racing defraudó en su primera presentación del torneo.
Mucha emoción por todo lo que derivó la llegada del “Coco” Basile quien con su carisma y personalidad llevó nuevamente -y esta vez con más efusividad- a multiplicar la ilusión de los hinchas para este inicio de campeonato.
Pero en un domingo que esperaba ser de fiesta, todo terminó con muchas dudas y con mucha desilusión.
Y aquí debemos ser claros a la hora de entender que es lo que expresa el técnico permanentemente y que es lo que el equipo desarrolla en el campo de juego.
Una cosa es sostener una idea desde el cuerpo técnico y otra cosa es tener los jugadores para interpretar dicha idea.
Por distintas razones hasta ahora no se ve esa conjunción, porque Basile permanentemente habla de atacar y de tener la pelota pero el equipo no ataca bien, divide muchas pelotas, no sale jugando desde el fondo y le cuesta mucho tener la pelota ya que no todos los jugadores tienen buen pie y confianza para jugarla.
Saja prácticamente no salió jugando desde el fondo con su línea de cuatro, la mayoría fueron pelotazos largos. Los dos centrales cuando la tienen en sus pies les quema y terminan en largos lanzamientos a jugadores rivales. Cahais nunca se soltó –quizás porque es lento en su vuelta- y entonces Racing careció de desborde por la izquierda como lo hace con Litch aunque muchas veces la termina mal. Pillud comenzó bien y después bajó mucho su nivel. Además–esta es una opinión personal- lo veo como ahogado cuando vuelve cada vez que incursiona en ataque.
Por último hay graves falencias en la marca de las pelotas aéreas. Los jugadores de Tigre cabecearon todas las veces que se lo propusieron.
Los volantes no anduvieron nada bien. Pelletieri perdido y peleado con la pelota. Castro con buenos inicios pero con malos finales en cada intento. Yacob muy lejos de hacerse dueño del medio campo no le disputó a Castagno nunca esa zona donde Martínez y Morales jugaron a voluntad sin que se los moleste en todo el partido.
Gío en lo suyo y en una posición donde menos va a sentirse libre y donde más va a ser golpeado u obstaculizado de cualquier manera, fue el único que intentó – aunque a veces en forma egoísta- y llevó peligro al arco de García.
Hauche bucó por los dos costados y aunque siempre con su estilo acelerado tuvo su oportunidad mientras Teo, a quien no le llega ninguna pelota clara, se abre demasiado a los costados donde
pierde fuerza con el agravante de que nadie lo reemplaza en el área y de esa manera no tuvo el peso específico que todos esperamos. Teo es un jugador que necesita ser abastecido permanentemente y no para luchar en los pelotazos sin ton ni son que le llegan desde atrás, pero esto últimamente no venía pasando y ayer tampoco sucedió.
Pero este domingo el hincha, con la misma pasión e ilusión que lo hace el que ama profundamente, fue a ver a Racing entregando todo.
Y como deshojando una margarita se ilusionó con que del otro lado – en este caso cuerpo técnico y jugadores- le correspondan con la misma intensidad. Y comenzó…Mucho – por lo del “Coco” y por el renovar las ilusiones- poquito – por los escasísimos momentos de buen fútbol y terminó con NADA! - porque finalizó viendo un equipo sin juego, sin actitud y sin fe.
Hasta pronto.