Por supuesto que con cambios de nombres, los que finalmente hacen al
funcionamiento, pero se volvía al clásico 4-4-2, con la aparición de Gastón Díaz de volante, casi como una copia de aquel exitoso equipo de Cocca
del 2014.
Quizás Zielinski está buscando un andamiaje similar a aquel que nos supo
dar satisfacciones, pero este planteo en esa primera etapa fue una falsa copia
fiel, porque vimos un equipo deshilachado y donde, increíblemente para un
equipo del "Ruso" , no lució para nada ordenado, dado que el medio
campo no hacía pie y la defensa nunca se mostró segura, salvo que los haya
afectado la rápida lesión de Grimi y su salida.
Todo era de Rafaela y aunque no fueron muchas las situaciones de gol era
evidente que el partido lo jugaban a su ritmo, pero sobre el cierre de ese
primer tiempo y por una infracción a Acuña cerca del área, Bou tuvo la chance
de reencontrarse con lo que tanto venía buscando y con un golazo de tiro libre,
le permite a Racing irse al descanso con un empate que no se esperaba.
Y sorpresivamente la segunda parte muestra a un Racing totalmente distinto,
con jugadores que parecían haber despertado de una siesta y el encuentro cambió
de dueño, especialmente a mi gusto de salir a ganar el medio campo, donde se
notó la mejora del juego de Aued, González y Acuña, sumado a la claridad de
Lisandro López participando de la tenencia y la circulación de la pelota.
Pero faltaba algo más y se veía que estaba para ganarlo, por eso Zielinski
realiza el cambio de Romerito por Díaz, y al rato nomás, Oscar convierte un
gran gol de media vuelta, lo que dio la sensación de haberle bajado los brazos
a Rafaela.
Ya estaba me dije, como seguramente habrán pensado muchos hinchas, los
locales no reaccionaban y Lisandro tiene el tercero más fácil de los último
partidos, pero hoy “Licha” falló en lo que más sabe y entonces llegaron
los errores…, los que despertaron a Atlético Rafaela, los que
pusieron nocaut a Racing, los que nos quitaron la ilusión de estar en
la cima de la tabla.
Porque a los 20 minutos del segundo tiempo Racing lo ganaba y lo
controlaba, como creo no imaginó nadie después de esos desastrosos primeros 45
minutos, pero de pronto la defensa se movió en un mar de dudas y entre varios
desaciertos, en el podio primero los de Ortiz, un jugador que venía cumpliendo
buenas tareas, pero al que hoy todos señalamos como uno de los mayores
responsables de una derrota que duele.
Por último, esperemos que la lamentable lesión de Grimi antes del minuto de
juego no sea grave y que Acuña pueda estar de buena forma para jugar frente
Gimnasia y Esgrima La Plata el miércoles, una final en la que un triunfo no
solo servirá para pasar a cuartos en la Copa Argentina, sino que también
repercutirá en lo anímico para el futuro, después del traspié sufrido esta
tarde en Rafaela.
Hasta pronto.