En
mi comentario anterior le agradecía al “Chacho” por todo lo bueno que nos dio a
través de un Racing que daba gusto verlo jugar, pero lo de hoy lamentablemente tira por la borda casi
todo lo bueno de su trabajo, porque no parecía un equipo de Coudet y esta derrota raya casi en la deshonra
deportiva, es humillante y sumada al partido anterior, nos presenta un final de
semestre inesperado y doloroso para los hinchas académicos.
El
bajísimo nivel de algunos jugadores marcan que no son solución para jugar más
de un torneo al mismo tiempo y hoy quedó demostrado, frente a un rival que en
todo momento lo superó en el juego y en la táctica, ganando la mayoría de las
pelotas divididas y manejándola mejor cuando la tenía en su poder.
Es
cierto que a veces se excedió en las marcas, cometiendo infracciones fuertes,
pero en general fue más claro y efectivo que Racing, que hará que el pase a
octavos quede totalmente opacado.
No
es que no se puede perder con un rival de menor jerarquía, la que hoy no se
pudo observar, porque dio la sensación de que Racing además del mal juego y de
los pases que parecían hechos por el enemigo, no puso todo lo que hay que poner
y a medida que pasaba el tiempo aparecieron los nervios y todo empeoró, ante un
Sarmiento que se jugaba todo en cada pelota disputada y que cuando la tuvo siempre
trató de jugarla con criterio.
Esto
involucra a todos y obviamente a Coudet por ser el responsable, pero hay algo
importante, el equipo ya venía decayendo en su juego por motivos de lesiones y
de falta de recuperación de los jugadores como Neri Cardozo, que no tiene nada
que ver con el que arribó desde México y el “Pulpo” González, que tampoco se
entiende su falta de ritmo, pero también Lautaro y Centurión, que si bien se
esforzaron todo el encuentro, han decaído en confianza,
Creo
que la selección le afecto anímicamente a Lautaro, porque desde que volvió de
la gira, aunque deja todo en la cancha y sufre como el que más, gana menos en
sus duelos personales y viene resolviendo mal, mientras que a Centurión, en un
caso totalmente distinto, pudo también haberlo sacado un poco de su
concentración, aunque en honor a la verdad, sigue siendo el único que podía
llegar a realizar alguna jugada distinta, por eso lo buscaban todos sus
compañeros, pero también sus rivales quienes desde el primer instante trataron
de no darle espacios y no dejarlo pensar, y cuando se les escapaba, ahí si le
daban…pero de lo lindo.
Contrariamente
a los de Racing, todo se multiplicaba para bien en cada jugador de Sarmiento y
se dieron cuenta que su rival era vulnerable, la confianza creció de tal manera
que llegaron al gol y aún con un hombre menos nunca dejaron de tratar bien la
pelota.
Esta
noche Sarmiento “bochó” a Racing, porque fue un equipo que no tuvo respuestas de ningún tipo, se mostró confuso, sin ideas, sin juego y sin
fuerza anímica.
Hoy
creo que es una bendición que esto se termine, aunque no será nada fácil
digerir este final, porque este golpe es peor que el de Colón, aún haciendo un
buen partido con Cruzeiro, que en realidad ya no interesa tanto, no digo que no
sería bueno ganar, pero ser primero o segundo prácticamente da igual en la
Libertadores.
Hasta pronto.