Ayer no
tuve ganas de escribir.
Más que
caliente y triste, me sentía decepcionado y no tenía sentido después de
soportar otra frustración, hablar sobre esta nueva derrota.
Racing
se ha transformado en un club de medio pelo, peor que algunos denominados
chicos, sino fuera porque aún –milagrosamente- mantiene un caudal de hinchas
impresionante, aunque se está haciendo todo lo posible para que cada vez se
vayan alejando más.
Y así
estamos año tras año, despilfarrando el futuro, porque aunque todos los
que somos de Racing deseamos que nuestros hijos y nietos también lo sean, a
veces no hay sustento para convencer a los más chicos de mantener esta pasión,
porque ellos solo quieren identificarse con el equipo campeón, algo que le prometemos
siempre, pero estamos muy lejos de lograr.
Algo
parecido a lo que los dirigentes hacen con nosotros.
¿Qué es
lo que lleva a Racing a armar equipos de arena, sabiendo que tarde o temprano
se derrumbarán fácilmente?
Seguramente
no es fácil consolidar un plantel que tenga carácter, identidad, mística y que
se sienta identificado con la gente.
Pero
pasan los años y siempre nos falta algo.
Es de
conocimiento público que la mayoría de los clubes de fútbol están mal
económicamente y según se cuenta no hay plata que alcance para mantenerlos, por
lo que se esgrime que se debe vender algún jugador para equilibrar el gasto.
Pero no
dicen, para achicar la deuda.
Es para volver a comprar jugadores de presentes inciertos aunque de contratos onerosos, con los cuales buscamos conformar un equipo al que nunca, logramos darle forma de tal.
Es para volver a comprar jugadores de presentes inciertos aunque de contratos onerosos, con los cuales buscamos conformar un equipo al que nunca, logramos darle forma de tal.
Entonces
porque no se habla claro o más o menos claro.
Si los
hinchas sabemos que hay que vender y además nos damos cuenta que hoy por hoy lo
que quiere cualquier jugador de fútbol y sobre todo los chicos que llegan a
primera, es salvarse económicamente, porque no decirlo.
Porque
no explicar que en esta sociedad profesional todos pelean por el éxito y el dinero,
siendo lógico y humano que tanto sus padres, como sus representantes presionen
para que se concreten esas ventas.
Aunque
no lo parezca, estamos en una situación angustiante, porque no es que hoy no se
corre peligro de promoción, es porque el problema está en la mente de los que
integran el plantel sin saber si podrán detener
el desmoronamiento de este equipo, resquebrajado por donde se lo mire, con
peligro de derrumbarse totalmente.
Hasta pronto.