Sucede en muchos de los clásicos del fútbol argentino.
Normalmente el que pierde sufre un bajón anímico importante
que suele derivar en resultados negativos.
Por supuesto que hubo excepciones y esta no deja de ser una gran
oportunidad para que este plantel de Racing demuestre que cuenta con la
personalidad y el carácter necesario para convencernos de que el clásico no los
afectó anímicamente.
Si bien la seguidilla de partidos que nos espera es con
equipos importantes, lo que personalmente me preocupa, es como va a
reaccionar Racing ante estos compromisos dado que además de no contar con Milito, no muestra todavía como equipo la solidez y convicción necesaria que pueda
generar cierta tranquilidad para afrontarlos.
Por eso Racing este fin de semana no solo juega un partido, también enfrenta un desafío anímico y en la cabeza de los
jugadores y del cuerpo técnico, está la posibilidad de superarlo.
Es cierto que los hinchas nos cegamos ante esta derrota y
pedimos rápidamente cambios drásticos en el equipo y desde este modesto blog lo
que sí vengo sugiriendo es que Aued debería tener la una oportunidad de
titular, porque no la misma cantidad de partidos que Acevedo, quien en la
audición “Esto es Racing” emitida el día 28 de agosto, confesó que no estaba
acostumbrado a jugar más adelantado, coincidiendo con lo que comenté en este
blog después de la derrota con Tigre.
Me parece que Acevedo tiene condiciones de buen jugador y
que entiende el juego, pero Racing debe
buscar algún cambio de ritmo arriba porque jugando él en esa posición todo se
hace muy lento y previsible y cuando el pierde la pelota no vuelve con
velocidad a la zona de recuperación.
Sin embargo Cocca insiste haciéndolo jugar en esa posición
donde pierde quizás su mayor cualidad que es pasar bien la pelota algo en lo
que está fallando además de no pisar el área, exigiéndose además físicamente,
lo que lo vuelve impreciso, sobre todo en los segundos tiempos.
Y como de alguna manera todos jugamos a ser técnicos se me
ocurrió pensar que Acevedo podría retroceder unos metros y ubicarse delante de
la línea de cuatro para dividirse el centro del campo con Videla y por delante
de ellos conformar una línea de tres con Centurión, Aued y Acuña y de punta Hauche,
para que tanto Centurión como Acuña puedan intentar desbordar por afuera, mientras Aued, delante de Acevedo y Videla, actuaría como una
especie de enganche tratando de pisar el área lo máximo posible.
Pero bueno estas son ideas de un hincha, como la tendrá cada
uno de los que sufrimos por nuestra Academia.
Hasta pronto.