Siempre fue difícil para Racing jugar en esa cancha, donde no te podes
distraer, porque por sus dimensiones la pelota vuelve muy rápido y es como que Atlético
Rafaela siempre tiene una ventaja.
Es cierto que además cuenta con las falencias del rival de turno, pero anoche se encontró con uno que tiene un alto
poder de fuego y de nada le valió comenzar ganando el partido, porque
rápidamente Racing dejó ver ese poderío ofensivo que desarrollan sus
delanteros, al que hoy se le sumaron los volantes, generando situaciones a
granel que podrían haber hecho más abultado el resultado final.
En Racing a mi gusto se destacaron, Tito Noir, quien creo jugó el mejor partido
desde que llegó al club, Licha López, en un nivel altísimo y Acuña por su gran personalidad.
A Bou se lo vio mejor en la segunda etapa y me alegró
que convirtiera, lo que seguramente le dará más confianza y levantará su
autoestima en este período de lógica tristeza por el fracaso de su pase a
China.
También me gustaron Pillud y Grimi que ahora pisan con más frecuencia el
área rival, aunque esto genera cierta fragilidad a la hora de defender dado que
quedan más expuestos Sánchez y Vittor.
A esto hay que sumarle que el medio campo por momentos se desarma porque en
afán de acompañar los ataques, el retroceso no se realiza convenientemente y
los huecos que quedan a las espaldas de Cerro y Aued, son aprovechados por los
volantes y/o delanteros rivales.
Es muy complejo para una defensa que siempre esperó en la línea del área
grande, salir ahora a un sector del campo donde hay más espacio y donde además se necesita mucha velocidad para ir a
anticipar o para retroceder en alguna pelota larga frente a delanteros rápidos.
Y esto posiblemente también contagie a Saja, que creo tuvo un encuentro con
altibajos sobre todo en el primer tiempo.
En el segundo se mejoró bastante y Racing fue todavía más contundente, sobre
todo después del centro-gol de Nico
Sánchez, donde tuvo una ráfaga de llegadas y en cada una de ellas se podía
percibir un nuevo gol.
Finalmente un triunfo que al igual que contra Unión, deleita al hincha y le
hace estallar el corazón de alegría, pero donde también por momentos sentimos que
el resultado nunca está asegurado.
Por eso pienso que este es un Racing
para disfrutar sufriendo y que se sostiene gracias al alto nivel de sus
delanteros.
Todo parece indicar que con este sistema, en cada partido de Racing permanentemente conjugarán la emoción y la angustia y habrá que convivir con ellas.
Hasta pronto