En Junín, Racing volvió a ser presa de sus propias limitaciones y terminó tropezando con la misma piedra.
Fue como ver el video del partido anterior en el
Cilindro y esta derrota indicando que el equipo no tiene otros caminos para
superar obstáculos como los que le presentó Sarmiento, un equipo que además de un
orden táctico, le agrega una cantidad de condimentos para que el partido se
juegue como ellos quieren.
Esta vez con el agregado de que el árbitro Rapallini,
que mostró una imagen final, que le sugeriría evite en el futuro, porque es realmente
una vergüenza, ya que parece un jugador más festejando con Damonte, durante el
encuentro parecía no estar enterado de lo que pasaba y entonces ni él ni el VAR
revisaron el claro empujón contra Sosa en el gol, ni la cantidad de faltas reiteradas
de los jugadores locales a quien nunca amonestó, -pero si hacerlo después con
Carbonero en su primera infracción- y de ciertas situaciones extrañas que
hacían que el partido se detuviera cada vez que Racing podía complicarlo a Sarmiento, como las
simulaciones de lesiones, el perro y con las disculpas del caso, hasta pienso
mal de cuando se detuvo el partido por el desvanecimiento de un hincha.
Por cierto, todo esto no le quita responsabilidad a este
Racing de Costas, que tiene plantel suficiente como para responder ante rivales
que le juegan de esa manera y si bien me gusta que la premisa sea ir a buscar
el partido en todos lados, considero que por lo menos de visitante y con equipos
que se cierran como Sarmiento, Riestra y algún otro, debería haber una forma
más inteligente de jugarles, quizás no ir a chocar y chocar, sino jugarles como
lo hacen ellos, esperando y dejarlos venir para salir de contra, porque las
derrotas contra estos equipos duelen, pero hacen más daño mental.
Hasta los 15 minutos Racing tuvo un par de acercamientos
a través de Maravilla y de Salas, pero después del gol de Sarmiento, sostuvo su
búsqueda a través de la tenencia y circulación, pero perdió claridad y cuando
uno no tiene claro que hacer, lo mental le hace perder confianza, precisión, es
ir y volver para terminar en un centro sin sentido.
A todo esto Sarmiento cargado anímicamente, porque
había logrado hacer efectivo su planteo, multiplicaba su esfuerzo ante un Racing
que, afectado en lo emocional por el gol comenzó a tener distracciones en el
fondo y estuvo a punto de sufrir otro.
Racing no asistía bien ni tenía desbordes, se
intentaron remates desde fuera del área por parte de Rojas y de un Salas
impreciso, pero no tuvieron buen destino, por lo que pensé que para el segundo
tiempo Costas haría algún cambio (quizás Baltazar) y sino ubicar a Roger por
Quirós para que juegue junto a “Maravilla” Martínez, pero sostuvo los mismos
once y continuó con los mismos problemas, agravado por algunas distracciones
como la de Martirena, quien falla en un pelotazo largo y Gudiño logra tirar un
centro que recibe Naya , (el único delantero y sin marca fue una muestra clara
de lo desconcentrado que estaba el equipo) para darle de bolea, pero por suerte
se va sobre el travesaño.
Sin embargo a los 11 minutos estuvo a punto de empatarlo,
cuando Rojas ejecuta un tiro de esquina, el rechazo lo recibe Martirena fuera
del área y su remate se transforma en un pase para “Maravilla” Martínez en el
punto del penal, quien patea superando al arquero Acosta y gritar el empate, pero
la pelota da milagrosamente en el pecho de Gho sobre la línea y se va afuera.
Esa jugada alentó a Costas a enviar a Roger a la
cancha (por Quirós), para que juegue como volante más detrás de “Maravilla,
pero Racing cometía errores como el de Colombo quien con un mal pase le permite
a Sarmiento tener una nueva oportunidad que por suerte Arias, solucionó en doble
acción.
En un partido donde todo seguía siendo incierto, Carbonero
que fue de lo mejor en el primer tiempo,
comenzó a bajar el rendimiento y se fue diluyendo como todo el resto del equipo
mientras “los Martínez” terminaron enredados en la trama que tejió la defensa
local y terminaron amonestados.
Las entradas de Solari por Salas y posteriormente la
de Baltazar Rodríguez por Almendra no lograron modificar nada, ambos se sumaron
a ese deambular por la cancha que mostró el equipo durante la mayor parte del
segundo tiempo,
Volvió a decepcionar, pero reo que no es el momento de ser tan extremista a la
hora de juzgar lo realizado por el equipo hasta el momento, porque el torneo nos
muestra una gran irregularidad (Ejemplo: Godoy Cruz, vapuleado en el
Cilindro hace unos días, le dio vuelta el partido a River) aunque sin dudas, Costas
deberá encontrar variantes más inteligentes para enfrentar a equipos con defensas
extremadamente cerradas, porque aun sabiendo lo que iba a realizar el Sarmiento
de Damonte, Racing volvió a caer en la
misma trampa.
La parada frente a Unión no va a ser fácil, pero es una
nueva gran oportunidad para volver a estar prendidos, ya que por ahora los
resultados de los otros partidos acompañan.
Hasta pronto