Por lo menos en mi caso presentía lo que se dio, porque Platense desde hace unos años comenzó a ser un duro rival, sobre todo cuando viene al Cilindro, ya que al igual que otros equipos de menor jerarquía, presenta un sistema bastante cerrado que siempre complica los equipos ofensivos lo fueron el Racing de Gago y lo es hoy el de Costas.
Hay que sumarle que este Racing viene muy gastado físicamente
(jugó en Colombia cuatro días atrás) y además Gustavo, obviamente sabiendo como
juega su rival, igualmente insiste con su manera de jugar confiando que “los de
arriba” como los suele llamar, estén finos, pero ayer no lo estuvieron porque la
línea de cinco de Platense los controló bien y hasta los superó físicamente en
las pocas pelotas divididas que tuvieron que disputar ya que nunca les llegó
limpia de sus compañeros en un pase o en un centro.
Platense fue un equipo ordenado y si bien hizo algo
de tiempo no abusó del mismo y tampoco cometió muchas infracciones, solo esperó
que este Racing donde salvo Almendra (el único que por lo menos sabía cómo dar
un buen pase) y Nardoni con su empuje, el resto no aportó nada interesante para
destruir el orden defensivo del rival, que cuando tuvo espacios para contragolpear
pudo fue punzante y en los centros terminó encontrando la oportunidad que
buscaba ente una defensa académica que daba muchas ventajas.
Racing a su vez iba mostrando cada vez menos
reacción y decayendo físicamente ante un rival que lo superaba en ese aspecto, hasta
parecía un equipo sin ganas, sin voluntad, Salas parecía carecer de esa energía
que habitualmente muestra nunca pudo doblegar a su marca, Martínez salía a
pivotear pero le costaba mucho ganar un duelo, los muy erráticos Solari, Martirena
y Rodriguez terminaban chocando contra esa muralla y Di Césare, Colombo y
Quiros se la pasaban dándose la pelota para después terminar con lanzamiento sin
destino.
En mi modesta opinión creo que Costas debía de haber
intentado variar la forma de juego porque Racing no tenía un solo jugador que
gambeteara, que pudiera tocar, por lo que quizás tendría que haber incluido a Vietto
y a “Totó” Fernández, en lugar de Solari y Quirós, para ver si se podía romper
esa estructura defensiva de otra forma, incluso buscando generar más tiros
libres cerca del área y si no quería cambiar la forma de jugar podría haber
pensado en ubicar a Balboa junto a “Maravilla” para dificultarles las marcas a
los tres centrales rivales, pero nada de eso pasó y el partido parecía tener un
final anunciado, porque creo que todos
sabíamos lo que iba a pasar…y pasó.
Racing por momentos es un equipo impredecible por lo
que Costas debería cambiar algo porque si bien el equipo cuenta con dos
delanteros más importantes del torneo, no se puede vivir esperando que ese día estén
iluminados, ni tampoco conformarse con escucharlo decir que se siente culpable,
porque finalmente no termina explicando que es lo que lo lleva a sentirse así,
porque asumir una culpa no es una respuesta completa si no se cuenta que es lo
que hizo mal.
Como hincha a Gustavo Costas lo respeto y lo aprecio
de todo corazón por sus sentimientos y valores morales que tiene, como un
hincha más, para con nuestro querido Racing, por lo que siempre le estaré agradecido
por los trofeos ganados, los que seguramente vamos a valorar más con el tiempo,
pero con todo respeto me atrevo a sugerirle que en partidos como el de ayer
donde el planteo del rival exigía más jugadores creativos que de lucha, reflexione
un poco porque después termina diciendo que a Racing le faltaron piernas y que
no tenían mucha gente en el área, es
decir que estaba aceptando que perdía en la disputa física (sin embargo eligió jugar
al juego de la lucha con un equipo cansado por el viaje y el partido en
Colombia) y que además el equipo necesitaba que Martínez no esté tan solo, cambios
que podían haberse hecho al comienzo del segundo tiempo, pero terminó haciendo demasiado
tarde.
Por último me parecieron interesantes las
declaraciones de Salas, porque habla con criterio sobre el éxito y el fracaso. Dos
conceptos que habitualmente exageramos, por lo que considero si bien esta
derrota para mí es una frustración, no es la muerte de nadie y debe servir para
que el plantel tome más fuerza para enfrentar los desafíos que le esperan.
Espero que mentalmente Gustavo Costas y el plantel
entiendan que todavía está en juego la Copa Argentina y la clasificación en el
grupo de la Libertadores, así que darle con todo, que el miércoles que viene en
el Cilindro, van a contar con el apoyo de la hinchada, pero sabiendo que la
gente necesita respuestas del equipo en el campo de juego.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.