Plano inclinado.
Con bronca porque creo que fue una derrota injusta, trataré
de separar los temas que hacen que Racing se encuentre en una situación muy complicada
y que pienso, nació con la pérdida del clásico, al cual hice referencia el
viernes en este blog.
Uno de ellos es el árbitro y sus decisiones erróneas, si se
quiere similar, al del clásico, lo que evidentemente influyó en el resultado,
ya que por ejemplo, en la jugada anterior al penal que le da a Lanús, hubo una
falta dentro del área a Centurión que no cobró.
Conclusión: Si hubiera sido penal para Racing, el penal del
Lanús no llegaba.
Pero eso no fue todo, ya que hubo dos manos más en el área
de Lanús que no fueron observadas por este juez quien le fue agregando al
encuentro fallos inciertos durante todo el partido, enardeciendo a los hinchas
y generando un creciente nerviosismo que llegó rápidamente a los jugadores.
El otro tema es el equipo en cuestión.
Hoy comenzó casi ganando desde el vestuario, porque al
minuto de juego y tras un pase muy bueno de Hauche (digno de Riquelme),
Centurión definió en forma excelente.
Después de unos minutos de entusiasmo Lanús comenzó a
adelantarse y la pelota a dividirse, sin que los arqueros tuvieran mucho
trabajo.
Pero a Racing le
costaba generar jugadas claras, algo que no es circunstancial sino que es lo
que viene careciendo desde el primer partido, algo que se fue agravando desde
la salida de Milito.
Reconociendo que el equipo tuvo actitud y valentía y en
muchos momentos del partido arrinconó a Lanús, también debemos decir que llegó
por los costados, sobre todo el derecho y que mejoró muchísimo en el segundo
tiempo al entrar Aued por Acevedo, sus posibilidades de gol fueron por tiros de
media distancia, a los que respondió muy bien el arquero granate.
Con la creación ausente, el equipo se convirtió en una
especie de vendaval, donde resaltó la entrega de los jugadores destacándose la
lucha y la garra de Videla.
Pero a medida que pasaban los minutos todo se iba haciendo
más confuso donde se entremezclaba el fervor, la angustia y la bronca de un
plantel que sintió que nuevamente era perjudicado.
Racing se encuentra ahora en un plano inclinado peligroso, donde conjugan las dudosas labores de
los jueces y un equipo con pocas ideas y tocado espiritualmente por las
derrotas y por las bajas que se van sumando, por lo que el cuerpo técnico deberá
encontrar rápidamente respuestas de donde aferrarse para no seguir en caída
libre.
Obviamente reflexionar más sobre el partido sería caerle a
Cocca por la demora en darse cuenta que Aued debe estar en cancha, que Boud
hace lo que puede pero no muestra señales de ser la solución, que Castillón
corre pero todo es irregular, que nadie pone un pase de gol entre líneas, salvo
el que hizo hoy Hauche, -quizás del que menos se esperaba- o que cuando dijo
que no consiguieron volante de creación, también leímos declaraciones de
Buonanotte diciendo que no vino porque el técnico no lo quería, pero ya es
tarde.
Ahora hay que pensar como jugarle a Boca “sin delanteros”.
Me atrevo a decir que hay que llenarle la cancha de volantes
y propondría: a Cerro y Videla delante de la línea de cuatro, a Villar o Gastón
Díaz, Aued y Acuña delante de ellos y a
Bou o Castillón o Rentería de punta.
Hasta pronto.