miércoles, 23 de mayo de 2012
La SUMA de todos los miedos le RESTA posibilidades al equipo.
A los “miedos” naturales que se viven en una situación deportiva como la de Racing donde todo pasa por donde el nerviosismo, la irritación, la inseguridad en el juego y las discusiones graves en el vestuario ocupan y preocupan, se le suma lo sucedido a Gío Moreno y a Santander a la salida del entrenamiento de ayer.
Esto agrava por supuesto la situación personal de cada uno de ellos y que se retransmite al resto del plantel porque de alguna u otra manera todos o la mayoría deben sentir que les puede pasar lo mismo, termina de sumergir al equipo en la peor de las situaciones como para sacar adelante los cuatro partidos –muy importantes para este momento de Racing- que faltan para finalizar el torneo de la mejor forma posible.
Es evidente que la SUMA de todos los miedos le RESTA posibilidades al equipo para enfrentar estos últimos encuentros ya que es factible que estos jugadores soliciten no integrar más el plantel y terminar su vinculo con el club, algo que se sumaría a los ya retirados Teo Gutierrez y Claudio Jacob.
Pienso que no había ninguna necesidad de llegar a esta grave amenaza que preocupa y asusta a quien la sufre y fundamentalmente con Gío quien casi con seguridad no continuaría en el plantel, -Zubeldía por sus acciones y declaraciones dejaba en claro que no contaría con él para el próximo torneo-.
Pero además de esto lo que nadie puede asegurar es que teniendo actitudes como estas se va a lograr que el equipo juegue bien y que gane todos los partidos. Si así lo fuera un equipo de jugadores mediocres amenazado, saldría campeón.
Posiblemente se logre lo contrario porque el susto y el terror encienden una alarma interior en cada uno de los integrantes del plantel, perdiendo seguramente la poca serenidad que quizás le quedaba y donde la cabeza de cada uno seguramente ocupará más tiempo pensando en lo que les pueda pasar que en el partido mismo.
No es el camino. Uno como hincha sufre y está a disgusto con muchos jugadores a pesar de que los alabamos anteriormente, y tenemos derecho a quejarnos sobre todo cuando las cosas no salen bien, todos gritamos, silbamos y hasta insultamos- aunque no corresponda- pero la amenaza armada pasa los límites de lo razonable.
Así nada ganamos.
Hasta pronto.
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