domingo, 3 de abril de 2011


Grietas peligrosas.


Tigre vino -al igual que la mayoría de los equipos que llegan a la cancha de Racing - a jugar a que pase el tiempo sin que le conviertan, a que Racing se desespere y que a consecuencia de ello, cometa un error.


Para nada criticable. Pero esto obliga a Racing a estar preparado para eso y en general comienza los partidos demostrando que va a desarmar esa idea previa del rival.


Pero Racing falla –sobre todo en estos últimos partidos donde no debe- en el área rival, aunque eso no exime de culpas a la defensa donde sobre todo De Olivera tuvo bastante que ver en los resultados finales.


El primer tiempo no fue brillante pero dominó y tuvo varias situaciones de gol donde pudo haber convertido a no ser porque Racing no se siente con tanta confianza como en los primeros partidos.


Tigre no había llegado al arco de Racing hasta los 24 minutos – cuando una falla en defensa le permite a Pernía de zurda clavar la pelota arriba en el primer palo del arquero Fernández, quien no opuso mucha resistencia.


Antes de eso Racing tenía algunas concesiones –sobre todo por la derecha- donde Hauche por ejemplo siempre recibía solo pero nunca terminaba una jugada bien, al igual que Pillud , a quien ya le van tomando el tiempo y cuando no puede tirar el centro encara embarullado y termina perdiéndola.


Gutierrez para mi tuvo el peor partido en Racing.


No estuvo fino con la pelota y aunque buscó y se desmarcó bien, devolvió mal casi todos los pases sin pesar en el ataque.


Luguercio intentó pero no tuvo mucha idea y Litch solo cumplió.


Yacob se convirtió en el armador y en el asistidor y cumplió una buena tarea en general sumándole como mérito, el gol del descuento. A Zuculini lo vi fuera de “tiempo”. Muy acelerado y sin aportar nada importante en el ataque.


Tigre salió a jugar tratando de dejar en posición adelantada a los delanteros, quienes caían en esa trampa. A mi gusto era un partido para que Pillud y Litch piquen al vacío sin pelota, pero no se dio así. De cualquier manera tuvimos oportunidades de abrir el marcador, pero esta vez Gutierrez en lugar de definir como sabe, le quiso romper el pecho a Islas ( quisiera creer que no le afectó lo de la semana ) y Hauche estuvo ahí de concretar a los 14, 35 y 37 minutos pero su aceleración la mayoría de las veces no le permite pensar. Litch también estuvo cerca, pero…ya estábamos abajo y minutos después su expulsión confundió y desanimó al equipo.


Creo que a pesar de Laverni, lo de Lucas Litch fue muy infantil y si aspiramos a crecer como equipo esas cosas no se deben hacer.


El segundo tiempo comenzó mal ya que a los 7 minutos llegó el gol de Straqualursi – quizás al único que no debíamos perder de vista y obstaculizarlo en su carrera y salto, pero no, retrocedió unos metros y lo soltaron. Cuando llegó en carrera no tuvo problemas en convertir. Ese fue el final.


Racing estaba como entregado. Mental y físicamente.


La entrada de Fariña fue totalmente nula. Sin querer caerle a alguien que no tiene ritmo de primera y hace 8 meses que no juega, digo que no me pareció oportuno hacerlo entrar con un hombre menos, porque a partir de allí tuvimos dos menos.


Creo que tiene que jugar pero no en un partido donde se necesita redoblar esfuerzos por tener un hombre de menos y por estar dos goles abajo.


La defensa perdió solidez y eso genera incertidumbre. El arquero para ser sinceros cortó algunos centros pero no me da la seguridad de “aquí mando yo”.


Un detalle final. Racing juega bastante bien generalmente los primeros tiempos, pero se lo nota cansado en el segundo período.


Es una lástima que este equipo que nos venía entregando una sonrisa, ahora nos cambie la mueca y nos inserte nuevamente en el mar de las dudas.


Espero un cambio y un compromiso de parte de los jugadores para volver a retomar la senda del equipo que sabía lo que quería, pero lamentablemente comienzan a notarse algunas grietas peligrosas que pueden tirar abajo todo lo que había construído hasta no hace mucho tiempo y esto puede afectar la fe y el estado de ánimo, sobre todo ahora que estamos cerca del clásico.


Ya perdimos demasiados partidos y nos están haciendo muchos goles.


Hasta pronto.