Lo bueno, lo malo y lo feo.
La cara del hincha de Racing cambia de un tiempo a otro. ¿Será que Simeone tanto se mimetizó con la idea de que Racing perdió muchos partidos el torneo anterior, que ahora lo fascina más el defenderse que el atacar?
Si es así quizás debamos acostumbrarnos a esta estrategia del técnico de Racing.
Pero por ahora debemos decir que su mejor acierto fue la incorporación de Sebastián Saja, quien se convierte partido a partido en una muralla, demostrando con su capacidad, jerarquía y personalidad que es el arquero que este equipo necesitaba hace mucho tiempo.
Después Agustín Pelletieri, la otra incorporación exitosa de esta dirigencia, quien muestra con su entrega, con su aptitud y actitud, una dimensión de jugador que lo hace casi imprescindible.
Por supuesto que no puedo dejar de hablar de Gio y de Teo. Gío, que todavía está por debajo de su nivel físico – lo que hace que a veces falle en la precisión – se lo ve con ganas y con un esfuerzo notable tratando de cumplir con lo que el técnico le pide, aunque a mi me parece que es más útil jugando más arriba y cerca de Teo, sin desgastarse tirándose a los pies o corriendo adversarios, lo que por cierto es loable y destacable.
Teo como siempre muestra su clase, sobre todo en este sistema que lo ubica solitario y el gol claramente lo define como un fuera de clase en su puesto, pero me parece que tendría que estar un “pelo” más atento en sus entradas en fuera de juego, porque de esa forma podría tener algunos goles más.
En síntesis, Racing mostró lo bueno, lo malo y lo feo en un mismo partido.
Lo bueno fue el primer tiempo donde el equipo se desenvolvió con armonía y sin llegar a ser brillante dominó y generó cinco posibilidades de gol.
Lo malo fue no concretar esas llegadas y le agregaría los cambios.
No por la salida de Toranzo y Gío, sino los reemplazos, salvo que los demás que se encontraban en el banco no estuvieran en condiciones físicas aceptables. Por lo que mostró en Gimnasia pienso que Aued hubiera podido ser una alternativa, por lo menos en lugar de Viola, quien sigue mostrando ciertas debilidades a la hora de tomar decisiones. Sarmiento apenas si toco la pelota y Luguercio entra para tapar una zona más que para situarse en posiciones de ataque.
Lo feo es la imagen que dejó en la última media hora del segundo tiempo donde se vió a un equipo que parecía jugar de visitante y con dos jugadores menos, donde Saja se convirtió en el héroe de la noche al tapar dos jugadas de gol –una con la cara- .
Y normalmente ese desconcierto general que podría haber determinado que N’ewells nos empatara hubiera aumentado la desesperación e irritación del hincha y golpeado muy fuerte el estado anímico del plantel.
Siempre hay una nueva oportunidad para que lo realizado en el primer tiempo se pueda extender en el segundo, pero también creo que es hora de que los reemplazos no sean siempre los mismos y a veces en lugar de buscar el contraataque a través de la velocidad habría que buscarlo con inteligencia y precisión.
Mucho vértigo no asegura nada, si no hay lucidez y exactitud en el manejo de la pelota.