Y por esa diferencia de actualidad entre
los dos equipos, el partido se dio como se esperaba, con un Racing que durante
los primeros cuarenta y cinco minutos, ejerció un dominio absoluto, pero no
podía generar muchas oportunidades de gol porque Estudiantes se cerró en su
campo y solo buscaba sorprender a la defensa académica, con algún pelotazo largo.
Mientras Racing con paciencia intensificaba el juego
por los costados pero le costaba crear alguna jugada clara, probó Díaz desde
afuera del área, estuvo cerca Zaracho con un cabezazo, lo tuvo Lisandro López,
que creo que más que al arco, tiró más un buscapié paralelo a la línea de gol
para que alguien la empuje y también Mena, pero que tapó Andujar.
Todo esto hasta que, después de más de una docena de
toques, Domínguez, que acompañaba la jugada lanza un centro desde la derecha, pelota que en el área recibe Cvitanich y en un gran
movimiento la lleva hacia su derecha para después, con un disparo cruzado al
segundo palo, sentencie al arquero “picha”, convirtiendo un gran gol, que ratifica
su muy buen momento y confirma el gran acierto que ha sido su incorporación.
Es cierto que en esta primera parte se contó con la
suerte que parece acompañar a los equipos que están para campeón, porque
después de disputar una pelota cerca del área, Castro saca un disparo que creo se
desvía en Saravia, pega en el palo derecho, pasa por detrás del sorprendido Arias
y sale por el costado izquierdo del arco.
Hubiera sido injusto porque Estudiantes fue un rival
que prácticamente no cruzó la mitad de cancha y salvo este aislado intento nunca
inquietó al arquero racinguista, pero el fútbol es así.
Es natural que siempre se espera la reacción de un
rival que va perdiendo y el comienzo del segundo tiempo el equipo platense
salió un poco más buscando equiparar el juego, dándole a Racing cada vez más
espacios para encontrar nuevos intentos ofensivos pero volvía a elegir mal el
pase final y eso hacía que no estuviera tan seguro el resultado respecto a lo
que era el partido, porque cualquier falla en el fondo posibilitaría al rival a
encontrar el empate.
Racing tuvo un par en los pies de “Zaracho, una de de Licha” y otra en una jugada individual de
Fernández, pero Estudiantes también estuvo cerca a través de Albertengo y la
“Gata” Fernández, pero por suerte Racing cuenta con Gabriel Arias, arquero de equipo
grande quien con su serenidad, responde con seguridad las pocas veces que le llegan.
Hoy es para destacar el trabajo de Nery Dominguez, de
lo mejor del partido, dado que además de cumplir en gran forma su trabajo
defensivo, su buen manejo y su claridad le permiten soltarse y acompañar muchas
veces los avances, como sucedió en el ya referido gol del triunfo y junto con
el “Flaco” Donatti, le dieron solidez a una línea de fondo que tuvo a Mena más
regular que Saravia, quien sigue estando muy activo a la hora de atacar y colaborar
en la ofensiva, pero que ha bajado un
poco su nivel a la hora de marcar.
El medio campo sigue respondiendo en gran forma con
este Marcelo Díaz que es un lujo verlo jugar, por su ubicación, sus movimientos
para ser receptor de una descarga, su visión de juego y esa capacidad para el pase
que clarifica, entregándola siempre redonda y a buen puerto, con un Cardozo
recuperado, reencontrándose con ese nivel que nos entusiasmó tanto al llegar al
club, con un “Pol” Fernández que muestra buen manejo, pegada y claridad, pero también ciertas intermitencias y con un Zaracho que es para destacar, que crece partido a partido y que en el
segundo tiempo, cuando Racing parecía haber abandonado un poco la presión y el
dominio absoluto, se hizo cargo de la conducción y con su cambio de ritmo y su habilidad
logró romper líneas, siendo el artífice de la mayoría de los avances, además de
ser el volante que más veces pisa el área rival con posibilidades de convertir.
Y por último Lisandro López y Cvitanich, los “viejitos
piolas” que nos ofrecen toda su profesionalidad a través de su capacidad, actitud,
solidaridad e inteligencia, en un nivel que sorprende para bien a propios y
extraños.
Los cambios mostraron a Cristaldo más certero que
Solari, que parece haber perdido cierta seguridad con la pelota, quizás por
haber estado relegado en estos últimos encuentros, mientras el chico López, si
bien jugó pocos minutos para juzgarlo, sigue exhibiendo esa serenidad y
claridad al momento de recibir la pelota
y jugarla.
Este fue un triunfo
para dos alegrías, porque Racing sigue siendo líder de la
Superliga, sin pensar en el partido que debe Defensa y Justicia y porque a cuatro fechas del final se aseguró la clasificación a la Libertadores del 2020.
Hasta pronto.