lunes, 4 de marzo de 2019

Un triunfo para dos alegrías.

Sabemos bien que tipo de rival es Estudiantes de La Plata y aunque es cierto que está muy por debajo de lo que marca la historia, siempre fue complicado enfrentarlo.

Y por esa diferencia de actualidad entre los dos equipos, el partido se dio como se esperaba, con un Racing que durante los primeros cuarenta y cinco minutos, ejerció un dominio absoluto, pero no podía generar muchas oportunidades de gol porque Estudiantes se cerró en su campo y solo buscaba  sorprender a la defensa académica, con algún pelotazo largo.

Mientras Racing con paciencia intensificaba el juego por los costados pero le costaba crear alguna jugada clara, probó Díaz desde afuera del área, estuvo cerca Zaracho con un cabezazo, lo tuvo Lisandro López, que creo que más que al arco, tiró más un buscapié paralelo a la línea de gol para que alguien la empuje y también Mena, pero que tapó Andujar.

Todo esto hasta que, después de más de una docena de toques, Domínguez, que acompañaba la jugada lanza un centro desde la derecha, pelota que en el área recibe Cvitanich y en un gran movimiento la lleva hacia su derecha para después, con un disparo cruzado al segundo palo, sentencie al arquero “picha”, convirtiendo un gran gol, que ratifica su muy buen momento y confirma el gran acierto que ha sido su incorporación.

Es cierto que en esta primera parte se contó con la suerte que parece acompañar a los equipos que están para campeón, porque después de disputar una pelota cerca del área, Castro saca un disparo que creo se desvía en Saravia, pega en el palo derecho, pasa por detrás del sorprendido Arias y sale por el costado izquierdo del arco.

Hubiera sido injusto porque Estudiantes fue un rival que prácticamente no cruzó la mitad de cancha y salvo este aislado intento nunca inquietó al arquero racinguista, pero el fútbol es así.

Es natural que siempre se espera la reacción de un rival que va perdiendo y el comienzo del segundo tiempo el equipo platense salió un poco más buscando equiparar el juego, dándole a Racing cada vez más espacios para encontrar nuevos intentos ofensivos pero volvía a elegir mal el pase final y eso hacía que no estuviera tan seguro el resultado respecto a lo que era el partido, porque cualquier falla en el fondo posibilitaría al rival a encontrar el empate.

Racing tuvo un par en los pies de “Zaracho, una de de  Licha” y otra en una jugada individual de Fernández, pero Estudiantes también estuvo cerca a través de Albertengo y la “Gata” Fernández, pero por suerte Racing cuenta con Gabriel Arias, arquero de equipo grande quien con su serenidad, responde con seguridad  las pocas veces que le llegan.

Hoy es para destacar el trabajo de Nery Dominguez, de lo mejor del partido, dado que además de cumplir en gran forma su trabajo defensivo, su buen manejo y su claridad le permiten soltarse y acompañar muchas veces los avances, como sucedió en el ya referido gol del triunfo y junto con el “Flaco” Donatti, le dieron solidez a una línea de fondo que tuvo a Mena más regular que Saravia, quien sigue estando muy activo a la hora de atacar y colaborar en la ofensiva,  pero que ha bajado un poco su nivel a la hora de marcar.

El medio campo sigue respondiendo en gran forma con este Marcelo Díaz que es un lujo verlo jugar, por su ubicación, sus movimientos para ser receptor de una descarga, su visión de juego y esa capacidad para el pase que clarifica, entregándola siempre redonda y a buen puerto, con un Cardozo recuperado, reencontrándose con ese nivel que nos entusiasmó tanto al llegar al club, con  un “Pol” Fernández que muestra buen manejo, pegada y claridad, pero también ciertas intermitencias y con un Zaracho que es para destacar, que crece partido a partido y que en el segundo tiempo, cuando Racing parecía haber abandonado un poco la presión y el dominio absoluto, se hizo cargo de la conducción y con su cambio de ritmo y su habilidad logró romper líneas, siendo el artífice de la mayoría de los avances, además de ser el volante que más veces pisa el área rival con posibilidades de convertir.

Y por último Lisandro López y Cvitanich, los “viejitos piolas” que nos ofrecen toda su profesionalidad a través de su capacidad, actitud, solidaridad e inteligencia, en un nivel que sorprende para bien a propios y extraños.

Los cambios mostraron a Cristaldo más certero que Solari, que parece haber perdido cierta seguridad con la pelota, quizás por haber estado relegado en estos últimos encuentros, mientras el chico López, si bien jugó pocos minutos para juzgarlo, sigue exhibiendo esa serenidad y claridad al momento de  recibir la pelota y jugarla.

Este fue un triunfo para dos alegrías, porque Racing sigue siendo líder de la Superliga, sin pensar en el partido que debe Defensa y Justicia y porque a cuatro fechas del final se aseguró la clasificación a la Libertadores del 2020.

Hasta pronto.




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