La llegada del “Chacho” hizo que me pusiera a ver a
Racing con otro ánimo, con otras expectativas, porque era casi seguro que fuera
del resultado que se obtenga, iba a ver un equipo ambicioso, que iba a presionar
en todos los sectores del campo y que no dejaría de buscar el arco contrario.
Y hace diez días, frente a nuestros vecinos encontré
exactamente eso, especialmente en el segundo tiempo, y entonces me dije, bueno,
ahora puedo comenzar a disfrutar de un equipo, que si bien no tiene mucha
generación de juego y un enganche “creativo”, no va a dejar de entregarse al
ciento por ciento y va a arrinconar a su rival contra su arco.
Pero algo pasó camino del torneo, en esa semana
posterior al clásico, porque lo de anoche frente a Unión en Santa Fe, fue
totalmente la otra cara, la cara oscura, que pensaba no iba a volver a ver.
Como no creo que haya sido anímico por haber perdido
con el vecino por penales, quizás haya influido el cansancio físico
de la pretemporada, porque no se me ocurre que otro elemento puede haberlos hecho cambiar tanto para mostrar esa
gran apatía, donde faltó todo lo que recalcó Coudet, conceptos que sí, se habían
podido llevar a cabo una semana antes en Mar del Plata.
Además del mérito de Unión, que tiene un equipo
armado desde hace tiempo y que viene realizando buena campaña, faltó esa
rebeldía y esa actitud, sobre todo en la segunda parte, para reemplazar el juego
que no se había logrado en la primera, pero todo fue para peor, porque el equipo
pareció como entregado, sin capacidad de reacción.
Profundizando y siempre desde el lado de un hincha, podría
pensar que quizás el “Chacho” utilizó algunos jugadores más por sus nombres que
por su estado físico, como Centurión y Donatti, quienes se incorporaron tarde y
con el agravante de que no venían jugando, pero claro, es difícil tenerlos y no
ponerlos, pero ahí está la responsabilidad del técnico.
Así y todo pienso y creo, que eso solo no pudo haber sido la causa de la desorientación general que se vio ayer en el equipo, que volvió a
tener, graves problemas defensivos, cero recuperación, falta de claridad y generación
de juego, por ende pocas situaciones de gol y lo que es peor, que podría haber
terminado goleado si no fuera por Musso.
Por eso digo que este “nuevo” Racing, se pareció más al “viejo”, pero sería
totalmente injusto de mi parte, criticar a Coudet por un partido, porque no es
nada sencillo acoplar nuevos jugadores y darle funcionalidad a un equipo en el
cual solo lleva trabajando 25 días, por lo que creo que debemos ser pacientes y esperar
algunas fechas para saber si el camino elegido por el “Chacho” es el correcto.
Espero que a todo lo que dijo Coudet después del
encuentro, pueda encontrarle la solución a la brevedad, para que podamos seguir
confiando en que, de ahora en adelante, cada vez más se verá un mejor
Racing, ese que está esperando el hincha, ese con el cual soñamos desde que
llegaron él y los refuerzos.
Hasta pronto
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