sábado, 15 de octubre de 2016

Y entonces llegaron los errores…


Por supuesto que con cambios de nombres, los que finalmente hacen al funcionamiento, pero se volvía al clásico 4-4-2, con la aparición de Gastón Díaz de volante, casi como una copia de aquel exitoso equipo de Cocca del 2014.

Quizás Zielinski está buscando un andamiaje similar a aquel que nos supo dar satisfacciones, pero este planteo en esa primera etapa fue una falsa copia fiel, porque vimos un equipo deshilachado y donde, increíblemente para un equipo del "Ruso" , no lució para nada ordenado, dado que el medio campo no hacía pie y la defensa nunca se mostró segura, salvo que los haya afectado la rápida lesión de Grimi y su salida.

Todo era de Rafaela y aunque no fueron muchas las situaciones de gol era evidente que el partido lo jugaban a su ritmo, pero sobre el cierre de ese primer tiempo y por una infracción a Acuña cerca del área, Bou tuvo la chance de reencontrarse con lo que tanto venía buscando y con un golazo de tiro libre, le permite a Racing irse al descanso con un empate que no se esperaba.

Y sorpresivamente la segunda parte muestra a un Racing totalmente distinto, con jugadores que parecían haber despertado de una siesta y el encuentro cambió de dueño, especialmente a mi gusto de salir a ganar el medio campo, donde se notó la mejora del juego de Aued, González y Acuña, sumado a la claridad de Lisandro López participando de la tenencia y la circulación de la pelota.

Pero faltaba algo más y se veía que estaba para ganarlo, por eso Zielinski realiza el cambio de Romerito por Díaz, y al rato nomás, Oscar convierte un gran gol de media vuelta, lo que dio la sensación de haberle bajado los brazos a Rafaela.

Ya estaba me dije, como seguramente habrán pensado muchos hinchas, los locales no reaccionaban y Lisandro tiene el tercero más fácil de los último partidos, pero hoy “Licha” falló en lo que más sabe y entonces llegaron los errores…, los que despertaron a Atlético Rafaela, los que pusieron nocaut a Racing, los que nos quitaron la ilusión de estar en la cima de la tabla.

Porque a los 20 minutos del segundo tiempo Racing lo ganaba y lo controlaba, como creo no imaginó nadie después de esos desastrosos primeros 45 minutos, pero de pronto la defensa se movió en un mar de dudas y entre varios desaciertos, en el podio primero los de Ortiz, un jugador que venía cumpliendo buenas tareas, pero al que hoy todos señalamos como uno de los mayores responsables de una derrota que duele.

Por último, esperemos que la lamentable lesión de Grimi antes del minuto de juego no sea grave y que Acuña pueda estar de buena forma para jugar frente Gimnasia y Esgrima La Plata el miércoles, una final en la que un triunfo no solo servirá para pasar a cuartos en la Copa Argentina, sino que también repercutirá en lo anímico para el futuro, después del traspié sufrido esta tarde en Rafaela.



Hasta pronto.