jueves, 21 de abril de 2016

Saber que hacer trajo "la paz" a Racing.


Incógnitas había y muchas, porque quiero creer que aunque se tomen todas las medidas médicas, cada organismo, cada cuerpo responde de una manera diferente y la mayoría de los muchachos que fueron a Bolivia nunca habían jugado en la altura.

Pero nobleza obliga y siendo totalmente sincero, digo que Racing me sorprendió para bien, porque salvo Romero a quien se lo veía como ahogado y no colaboraba mucho en la recuperación, -aunque siempre busco darle buen destino a la pelota-, todos los demás se movieron e hicieron el esfuerzo que demandaba un partido tan definitorio como este.

El planteo dio resultado y a Racing se lo vió bastante cómodo en ese aspecto, sobre todo porque el medio campo es como que tenía “aire” y desde la figura de Aued que de acuerdo a mi opinión jugó un gran partido, tanto Videla, como Díaz y Acuña también lo hicieron muy bien.

Eso le permitió al equipo no sufrir tanto en defensa, donde Sánchez tuvo un gran desempeño, donde creo que Vittor jugó su mejor encuentro desde que llegó al club y donde los laterales lo hicieron de manera satisfactoria, destacando la entereza de Grimi que aún con su hombro lesionado siguió aportando esa fuerza anímica que contagia.

Adelante Lisandro, quien seguramente se hará cargo del liderazgo de este plantel después del retiro de Diego Milito, dejó hasta la última gota de sudor en el campo de juego, mostrando una gran entrega, sin escatimar esfuerzo alguno y con una persistencia que realmente es para admirar.

Pero arranca el segundo tiempo y Romero seguía sin reacción lo que llevó a Sava a reemplazarlo decidiéndose por Martinez, justo cuando convierte el Bolivar, lo que lleva al técnico ante la lesión de Díaz a ubicar a Cabral para aguantar esa mínima diferencia armando una línea de fondo con 5 jugadores.

Pero por suerte, 3 minutos después una infracción sobre la derecha le permite a Acuña efectuar un tiro libre que peina Grimi, la pelota pega en el palo y Roger siempre atento de cabeza convierte sentencia el empate convirtiendo el gol de la clasificación.

Eso puso nervioso al equipo boliviano al mismo tiempo que le daba nuevas energías a Racing y el Bolivar en busca de una ofensiva masiva iba dejando más espacios lo que le hacía cometer demasiadas infracciones a la hora de frenar los contragolpes racinguistas, a las que el árbitro mexicano parecía no darle demasiada importancia.

Faltando pocos minutos Noir reemplaza a Lisandro López para darle más aire al medio campo pero también para participar en un par de ataques que podían haber definido el partido.

Fue un gran trabajo de Racing en un estadio ubicado en un sector del planeta donde prácticamente es imposible predecir lo que pueda pasar a  pesar de contar con mejores jugadores que el rival.

Por supuesto que hubo algunos desajustes que seguramente son producto de el clima que uno encuentra cuando juega a semejante altura pero es evidente que hubo un buen trabajo del técnico y del equipo, que a través del saber que hacer trajo "la paz" a Racing, porque que lo clasificó para octavos de final y porque que lo predispone anímicamente de la mejor manera, para encarar el clásico del domingo en el Cilindro.

Tranquilidad para todos, para el cuerpo técnico a quien criticábamos muchos, para los jugadores que pueden liberar sus mentes y para el hincha, que seguramente como yo, han sufrido de una manera inusual, pero que ahora podemos sonreír de solo pensar como estarán sufriendo nuestros adversarios de siempre.

Hasta pronto 


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