Durante la semana en la mesa de las discusiones se había puesto en duda el
planteo de Cocca para este primer encuentro, el cual se objetaba por su
formación que mostraba un solo punta y por lógica consecuencia se lo tildaba de
defensivo.
Esto sumado a las malas performances que Racing había dejado en las dos
últimas presentaciones como visitante, especialmente la que se jugó este año
donde realmente fue inexpresivo desde todo punto de vista, donde el juego pero
principalmente la actitud estuvieron desaparecidos durante todo el encuentro.
Pero esta vez y ante un estadio totalmente colmado, Racing dijo presente
desde el primer minuto y aunque el arquero Rodríguez no era exigido, se había
plantado firmemente presionando en todos los sectores de la cancha, señal
inequívoca de quería mandar en el partido.
Desde el primero al último jugador entendió que había que disputar cada
pelota como si fuera la última y a medida que transcurría el encuentro
paulatinamente todos fueron creciendo, desde una defensa que prácticamente no
tuvo errores –salvo esa jugada de Vera sobre Lollo- y donde se iba agigantando
la figura de Sánchez, acompañado por la firmeza de Grimi y un buen trabajo de
Pillud.
Con un medio campo sacrificado que buscó cerrar el circuito del rojo,
Romero fue entrando cada vez más en el partido, sobre todo en una tarea poco
habitual que es la de la recuperación y buscando tener más contacto con la
pelota, donde Acuña imponía su presencia, su habilidad y su guapeza, mostrando
que está en un momento estupendo.
Y adelante el solitario y ya legendario Bou luchaba solo tratando de que
los zagueros no tengan tranquilidad en ningún momento tratando de encontrar el
instante preciso donde imponer su potencia para llevar peligro al arco rival.
Independiente estaba desorientado por el planteo que le había impuesto
Racing y solo esbozaba alguna que otra jugada intrascendente, hasta que sucedió
lo que todos esperábamos cuando Bou, que recibe una pelota que peina Acuña,
triunfa en su disputa con Pellerano, encara a Cuesta y lo deja en el camino con
caño incluído, para luego definir cruzado a la derecha de Rodriguez.
Gol GOLAZO! Para romper una racha
negativa, para que Bou convierta también su primer gol oficial a los vecinos y para que el silencio invadiera a todo un estadio.
Y como si eso fuera poco, 4 minutos después Romero, que había sufrido una lesión en el tobillo y le había pedido a
Cocca que lo deje unos minutos más, recibe en la medialuna del área una pelota, que gana Acuña con valentía después de un tiro libre a favor y rechazos imperfectos y de primera dispara de zurda ubicándola en
el palo izquierdo de Rodriguez.
GOLAZO de Romerito que le daba a Racing la tranquilidad necesaria para
poder asegurar este triunfo.
Dos gritos para imponer silencio, para decir aquí mando yo.
Dos gritos de gol que sonaron como dos cachetazos para los miles de hinchas locales que ahora sí enmudecían totalmente, mirando angustiados y notablemente amargados los interminables abrazos y las bocas bien abiertas de los jugadores y cuerpo técnico de Racing gritando su alegría y la de millones de racinguistas que hoy estaban instalados en los corazones de cada uno de ellos
Dos gritos de gol que sonaron como dos cachetazos para los miles de hinchas locales que ahora sí enmudecían totalmente, mirando angustiados y notablemente amargados los interminables abrazos y las bocas bien abiertas de los jugadores y cuerpo técnico de Racing gritando su alegría y la de millones de racinguistas que hoy estaban instalados en los corazones de cada uno de ellos
Después llegó el reemplazo de Romero ( visiblemente lesionado) por Noir, y
aunque Independiente buscó reaccionar la Academia no se lo permitió y así
finalizó esa primera etapa.
En la segunda parte era hasta casi lógico que Racing, con esa diferencia a
su favor se refugiara un poco para jugar con la desesperación de Independiente y
de ese modo encontrar espacios que le permitieran generar alguna que otra
jugada de gol.
El nerviosismo de nuestros vecinos era tal que lo llevaban a cometer
infracciones como la de Diego Rodriguez a Bou que le costó la roja y le dio la
posibilidad a Racing de contar con un hombre de más.
Pero el juego no cambió y parecía que ese hombre de más no se notaba tanto,
algo que inquietaba a Cocca que pedía que se haga circular la pelota, pero a veces
es peor jugar contra diez porque hace
que el rival redoble esfuerzos, sobre todo ante la exigencia de un público enardecido
Los nervios, la tensión y el desgaste hacían mella en algunos jugadores y
Voboril reemplazó a Cerro, para trabajar
a la izquierda de Aued, mientras Camacho lo hizo después por Acuña.
Finalmente y aunque hubo un par de jugadas que podían comprometer el
resultado, Racing logró lo que todos deseamos y soñamos, lo que cualquier
hincha de Racing quiere en esa cancha: ganar ante todo “poniendo lo que hay que
poner” y si después se puede jugar bien mejor.
Por eso a veces, en su mayoría, los hinchas no somos sinceros con nosotros
mismos, al pedir que se juegue bien antes que otra cosa, algo que a mí también me
gustaría, como aquella vez que cortaron la luz, pero hoy sin hacerlo con brillo
pude observar a un equipo firme, compacto, respondiendo a un planteo con
actitud, entrega y concentración, que es como se deben jugar los clásicos.
Como figuras pienso que Sánchez estuvo brillante, quizás jugando su mejor
partido desde que llegó a Racing y Bou ratificando que hoy por hoy es insustituible
por lo que obliga, por lo que genera en sus marcadores y por seguir
consolidándose como un gran goleador. También Acuña está en un nivel excelente
y es quizás el único volante que además de colaborar de buena forma en la
recuperación, en ataque encara a sus rivales y los supera.
Confieso que contra Independiente y sobre todo en cancha de ellos, no me
importa tanto el análisis profundo del juego, si, que el equipo tenga presencia,
que no se deje llevar por delante, es decir que tenga postura, como hoy la
tuvo.
Que quieren que les diga, estoy feliz de la vida, como se que lo están
todos ustedes.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario