lunes, 28 de octubre de 2024

Las acertadas palabras de Costas.

Gustavo Costas dijo hace unos días que los partidos que faltaban eran finales, pero los jugadores que lo hicieron ante Banfield no lo jugaron de esa manera, es decir no respondieron a al pensamiento del técnico.

Con una displicencia y una apatía que realmente solo mi pasión por Racing me hacía seguir viendo el partido, el equipo no tuvo actitud ni mostró ganas para buscar el triunfo que lo posicionaba mejor en ambas tablas del campeonato interno.

Pero ni siquiera supo defender su ventaja inicial y se dejó avasallar por un flojo Banfield, que poniendo más ambición logro darlo vuelta ante un Racing que no mostró rebeldía y hasta el final siguió  jugando como de compromiso.

Para no seguir analizando porque el equipo que juega el torneo local parece hacerlo solo para cumplir, esta vez sí, me pareció encontrar la respuesta real de ello en las acertadas palabras de Costas después del encuentro ante Banfield:

 “"Nosotros cuando no jugamos con intensidad somos un equipo que nos puede ganar cualquiera. Hacemos el mismo trabajo para los titulares y para los suplentes, nosotros la intensidad nunca la negociamos”.

“No me fijo tanto en eso. Están en Racing, en un equipo grande en el que quisieran estar muchísimos jugadores. No podemos hacer el partido que hicimos”.

“Fuimos un desastre. ¿Qué conclusiones vamos a sacar? No se puede jugar así.”

“No fuimos intensos, dejamos jugar al rival, dejamos tirar centros. No podemos sacar conclusiones porque hicimos todo mal y me incluyo”.

“Pienso que el jueves va a ser distinto, tiene que ser distinto. El partido se va a vivir con otra intensidad.  Sueño con lograr cosas importantes".

“Ojalá podamos ganar la final. Pero primero tenemos que ganar el jueves. La gloria la hacen los que ganan, no los segundos”

Ya habrá tiempo de dilucidar entre Costas y los jugadores qué es lo que pasa en realidad cuando Racing juega por el torneo argentino, ahora el plantel debe concentrarse y pensar en ganarle a Corinthians.

Para eso el jueves hay que poner todo, a estar atentos y a no confiarse, sabiendo que solo vale el triunfo.

El aliento está garantizado.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.


viernes, 25 de octubre de 2024

Un Racing con dos cabezas.

El gran partido de anoche en Brasil nos lleva a pensar que hay dos Racing, uno es el que errático transita el torneo interno y el otro es el anoche en San Pablo por la semifinal de la sudamericana, jugó el mejor encuentro del año.

La lluvia hizo más dramático el partido y a los seis minutos llega la primer sorpresa en una pelota larga de Arias, donde Salas aprovecha el error de un defensor para cachetearla de zurda por sobre el arquero y marcar el gol que ponía en ventaja a Racing, gran definición de un jugador que parece ir recuperando la memoria y la confianza, sin embargo la alegría no duró mucho porque en el medio campo no se podía tener la pelota ya que Almendra y JuanFer entraban poco en juego y Nardoni tenía que debatirse en soledad para recuperarla, por lo que Corinthians se fue acercando peligrosamente al área académica y a los pocos minutos consigue el empate en una gran jugada de Memphis Depay, quien como un imán atrajo a toda la defensa y asiste a Yuri Alberto, quien solo ante Arias termina convirtiendo.

El desconcierto estaba golpeando la puerta y Arias desvía en gran forma un cabezazo de Ramalho, pero Racing no se acobardó y con temple fue por más, a través de remates de Nardoni, de Maravilla y de Salas y el partido se hizo realmente parejo, pero un error de Almendra en la mitad de cancha,  -quizás por la cancha pesada- le permite a Garro iniciar una jugada que termina en Yuri Alberto, quien con espacio mete un remate fuerte y esquinado desde fuera del área poniendo en ventaja a Corinthians cuando menos se esperaba y cerca del final de ese primer tiempo, Salas sin compañía pisa el área pero su remate cruzado sale desviado.

Racing no se quedó a esperar que no le hagan más goles, sino que se plantó firme y salió a buscar el empate con convicción, la que a los ocho minutos llevó a Martirena a arrancar como un volante interno y a dejar rivales en el camino, primero con caño a Garro y después con gambeta a un segundo rival, para después tocar para Almendra e ir a buscar la devolución que le llega en gran forma y desde afuera del área (como ya parece ser su marca registrada) mete un gran remate cruzado al palo derecho del arquero Souza y conquista el ansiado empate, para el grito de gol de todos los racinguistas y de un jugador que creo debemos mirar con otros ojos, porque no es común tener un marcador de punta tan goleador. Espectacular el uruguayo!

Racing seguía buscando el triunfo convencido de que podía y el equipo con la defensa más adelantada con un Nardoni, que a mi gusto jugó el mejor partido desde que llegó al club, (en ese segundo tiempo parecía un pulpo) se paró más cerca del área de Corinthians, JuanFer y Almendra (un remate suyo exigió a Souza) se veían más activos y en una jugada rápida se lo pierde Salas.

Emocionaba ver la entrega del equipo con un “Maravilla” que sin tener posibilidades para marcar era el primero que dejaba todo para que Corinthians no saliera jugando desde atrás y que solo se acercaba en algún centro o algún remate de larga distancia.

Faltando quince minutos Almendra le deja su lugar a Zuculini y más tarde Vietto reemplaza a JuanFer en un momento del partido donde por lógica Corinthians fue a buscar el triunfo y tuvo algunas situaciones que estuvieron cerca como la que en forma extraordinaria le tapa Arias a Santana.

Este equipo de Costas tuvo concentración, actitud, intensidad y destaco sobre todo su gran segundo tiempo, porque fue a buscarlo con personalidad y valentía, con una producción que confirma que este es un Racing con dos cabezas, que se transforma mental y físicamente de acuerdo a lo que juega y la imagen de ayer lo vuelve a dejar muy en claro, porque que contrasta totalmente con la que vemos habitualmente en el torneo local.

Racing tuvo una actuación donde hubo muchos puntos altos pero sobre todo destaco el trabajo de Nardoni, un jugador que hasta el año anterior me pareció que no justificaba su inversión, pero este año fue evolucionando mucho en juego, por lo que considero que si sigue en este nivel Racing ya debe dejar de preocuparse por buscar el volante central.

Ahora hay que poner suplentes ante Banfield, lo que no quiere decir que no se busque ganar.

Hasta pronto.

 

lunes, 21 de octubre de 2024

Racing siempre nos invita a sufrir.

Como viene haciéndolo últimamente en el torneo interno Racing dejó muchas dudas respecto a su rendimiento, pero un triunfo siempre ayuda, sobre todo a cuatro días de jugar ante Corinthians en Brasil.

Tuve la sensación de ver un extraño Racing, sobre todo porque frente a un equipo que no tiene un buen presente, se mostró más a la expectativa que al deseo de adueñarse de partido.

Racing dependía mucho de la claridad de Almendra (a mi gusto el mejor) porque al resto se lo veía impreciso, pero la suerte también juega y Racing encuentra un penal que podía darle tranquilidad, pero el remate débil de un “Maravilla” necesitado le permite a Bologna atajar el mismo, para su desilusión y para la bronca de todos.

No era un partido entretenido hasta que en un tiro libre que ejecuta Vietto, la pelota rebota en la barrera y le llega a Martirena fuera del área quien (como parece ser su costumbre) mete un derechazo que se clava junto al palo izquierdo consiguiendo abrir el marcador.

Con el golazo de este jugador tan controvertido para todos nosotros, el partido salió de ese cierto adormecimiento, porque si bien fue un aliciente para Racing, también fue una alarma que despertó a Defensa, que en pocos minutos y través de Molinas tuvo un par de oportunidades, a la que Arias respondió de gran forma en una de ellas, a todo ello Racing seguía dependiendo de algún contragolpe y en uno de ellos Solari recibe de Martirena y envía un centro preciso para Adrián Martínez, quien de cabeza la clava en el ángulo dejando parado a Bologna, conquistando el gol que tanto buscaba.

Pero lo que se lograba adelante se sufría atrás y Arias volvía a salvar a Racing al desviar al córner un cabezazo a quemarropa de Miritello, sin embargo en la réplica de ese tiro de esquina, nace la jugada del tercer gol que llega a través de un muy buen pase de Martirena para un Martínez liberado emocionalmente en el área, quien anticipando a su marcador la cruza al segundo palo, un resultado que parecía indicar que el partido estaba definido.

Pero aún ganando tres a cero volvimos a ver un Racing que de a poco fue entrando en una relajación física y mental (sobre todo a pocos días de jugar ante Corinthians) que alimentó las fuerzas de un rival, mientras la Academia solo apelaba a alguna pelota larga con el agravante de que  cuando tenía alguna chance no la terminaba bien, como la de “Maravilla” que decidió mal cuando había otras opciones.

Costas busca solucionar el haber perdido la pelota reemplazando a Vietto y Almendra con Baltazar Rodríguez  y Quintero, pero lamentablemente ninguno de los dos respondieron porque  Baltazar fue de mal en peor y JuanFer casi no toco la tocó en los treinta minutos que jugó, por lo que el problema se fue agravando.

Racing defendía mal y prácticamente no atacaba, mientras Defensa iba creciendo y a los veinte minutos se lo pierde Osorio, pero minutos más tarde Rubio (nuestro ex) pasa como pancho por su casa entre Mura y un “desganado” Baltazar, habilita a Ramírez, quien supera a Colombo y con un buen remate consigue el descuento, el tanto que anticipaba otro segundo tiempo angustiante, sobre todo después de ver como Martirena le comete penal a Ramirez, que Osorio concreta para poner a Defensa a un gol.

Faltaban 15 minutos, el desorden se había adueñado del equipo y no había señales de reacción, porque lo que Salas entra por “Maravilla” y Sigali por Colombo lesionado, lo que significaba que Racing se quedaba sin más cambios y con un delantero que venía teniendo un muy flojo presente ante un Defensa y Justicia que se jugaba todo y cuando parecía que se venía la noche,  Zuculini recibe de Baltazar y la mete de primera larga larga para Salas, quien sorprendió con su pique, gambeteó al arquero y terminó metiéndola junto al primer palo, superando el tardío rechazo del defensor Ramos Mingo.

El cuarto gol que nos mostró un Salas parecido al del primer semestre, hizo que a todos nos volviera el alma al cuerpo, aunque este Racing ya nos tiene acostumbrados a verlo con los nervios nerviosos y si faltaba algo para confirmarlo fue el gol de Defensa en tiempo de descuento, pero finalmente la victoria se logró y esos tres puntos además de ser un aliciente anímico, lo posicionan mejor en las tablas, especialmente en la anual.

En el torneo local Racing siempre nos invita a sufrir, pero en la Copa Sudamericana hasta ahora ha sabido responder a las exigencias, por eso hay que tener fe para el partido en Brasil, sabiendo que en el Cilindro con el apoyo de los hinchas, puede lograr el ansiado pase a la final.

Vamos jugadores, pongan lo que hay que poner. No nos fallen. 

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

  

domingo, 6 de octubre de 2024

El Racing de “cabotaje” bajó los brazos.

Racing juega el torneo local con la cabeza en la sudamericana, estado que refleja a través de sus bajas respuestas en lo físico y en lo mental.

Y en un partido donde lo único que servía era ganar, este Racing de Costas volvió a mostrarse sin ideas y sin la necesaria ambición para ir en busca del triunfo, porque a sabiendas de que la única estrategia que tiene el equipo es buscar a sus delanteros con lanzamientos largos, ayer, al igual que viene pasando bastante seguido en este segundo semestre, este recurso volvió a fracasar y el equipo continúa sin generar situaciones de gol lo que se refleja en los pocos tantos que tiene a su favor y en haber ganado solo uno de los últimos seis encuentros.

Obviamente que estar próximo a jugar semifinales en un torneo internacional debe ocupar la cabeza de todo el plantel, pero eso no debería ser motivo para dejar de lado el torneo argentino y la posibilidad de prenderse en la tabla anual para clasificar a la Libertadores.

Lo de ayer ante Vélez dejó mucho que desear, aun aceptando que tuvo dos bajas importantes (Quirós y Di Cesare), porque en ese partido definitorio dio toda la sensación de que en lugar de buscar el triunfo, Racing jugó más a ver que hacía el local, lo que se apreció más claramente en el segundo tiempo cuando por Di Cesare, entró Zuculini y envió a Sosa a la línea de fondo, modificación que a mi modo de ver le agregó un nuevo problema a un medio campo, al que ya le venía costando contener a los volantes rivales, pero eso no fue todo porque a los nueve minutos realiza un cambio a priori inentendible, como el de Urzi por JuanFer, al que le sumó los de Solari y Salas por Almendra y Maravilla” Martinez, una señal inequívoca de que Costas se aferraba a un empate, hasta ese momento milagroso gracias a Arias y además a su palo derecho, que nos salvó de un tiro libre de Aquino.

Además en esa segunda etapa no se pateó al arco (el único remate importante fue de Martirena) y lo que tenía que pasar pasó faltando cinco minutos, en una jugada donde Aquino envía un centro al área y por detrás de un Colombo que hipnotizado por la pelota se olvidó de Romero, quien a su espalda la cruza de cabeza al primer palo y convierte el gol que confirma a Vélez primero y que marca el final de un equipo que sin ideas, sin rebeldía y sin fuerza interior parece decirnos que el Racing de “cabotaje” bajó los brazos, dejándonos como única esperanza el otro, el que compite internacionalmente.

Respecto a Costas, a quien como hincha de Racing respeto profundamente, me preocupa cuando al final del encuentro declara entre otras cosas que “había chicos que no estaban al 100%”, algo que se debió mejorar desde hace unos meses porque en el  aspecto de reacción y velocidad casi siempre se los ve en desventaja física ante los rivales o cuando expresa “ahora hay que sumar de a tres”, frase que suena como tardía, porque hace tiempo que sus jugadores abandonaron mentalmente la lucha por el torneo local y recuperar el aspecto emocional a esta altura es muy difícil.

Ahora el plantel y el cuerpo técnico tienen dos semanas para encontrar coincidencias y soluciones sobre lo que vendrá, por lo que me imagino que frente a Defensa y Justicia Costas pondrá un equipo suplente, ya que a los cuatro días, Racing juega en Brasil su primer encuentro frente a Corinthians y en ese contexto se me ocurre pensar que no estaría mal que arme un equipo con jugadores no titulares, donde podría tener lugar el chico Matías Acevedo y durante estos quince días los haga practicar juntos para que sea el once que juegue en el torneo local, partidos donde hay que seguir buscando el triunfo, por lo menos para ver si se arrima en la tabla anual.

Gustavo Costas y los jugadores dicen estar comprometidos, por lo que como hincha espero que sepan responder a las exigencias del escudo, sabiendo que están muy cerca de lograr para el club una nueva copa internacional.

Hasta pronto.

martes, 1 de octubre de 2024

Dos equipos diferentes.

Las explicaciones esgrimidas por Costas sobre la floja actuación de Racing (desgaste emocional que tuvo el plantel al lograr clasificarse a semifinales en la Copa Sudamericana), no alcanzan para justificar esta pobre y deslucida imagen del equipo ante Platense.

Es cierto que después de lograr uno de los objetivos más deseados, una persona se relaja mentalmente y baja la tensión corporal, pero también es verdad que sabiendo que esto pasaría, Costas podría haber previsto otro equipo o realizar cambios al comienzo del segundo tiempo porque tiene a su disposición jugadores, que si bien el jueves festejaron, mucho tiempo no jugaron y otros que directamente no lo hicieron.

No es la primera vez que a Racing lo sorprenden de entrada y antes de los dos minutos y el gol de Platense le sumó al equipo otro problema más además del supuesto cansancio, y era que había que lidiar con un resultado adverso sabiendo lo que le cuesta a Racing darlo vuelta.

Platense encontraba espacios en el medio campo y a través de Taborda le creaba problemas, mientras Racing solo esperaba que JuanFer o Almendra pudieran inventar algo, como lo hicieron a los 15 minutos, cuando en un tiro libre, crean entre los dos la jugada que casi termina en gol, si no fuera por la acción del defensor Marcich quien despeja sobre la línea y evita el empate académico.

Racing sin tener la intensidad del jueves pasado buscaba con pelotas largas osbre la linea de fondo rival y en un rechazo la recibe “Maravilla” fuera del área, toca para Quintero sobre la derecha y este la pone para Sosa que acompañaba, quien controla y remata clavándola arriba en el primer palo. Golazo y empate que de alguna manera alentaba alguna esperanza para llegar al triunfo, que estuvo cerca cuando Salas desde una buena posición sobre la izquierda,  enfrenta al arquero pero su remate pega en el costado del arco.

En el segundo tiempo Racing comenzó a dominar el encuentro, pero esto también se lo permitía Platense porque decidió retrasarse y esperarlo refugiado cerca de su área, sabiendo que la Academia dejaría espacios al adelantarse, y en esas idas un poco a los ponchazos, Martirena saca un fuerte remate desde fuera del área que es rechazado a medias por Cozzani, pelota que a buscar Salas pero no pudo llegar a tocarla.

Era evidente que Racing iba perdiendo las pocas fuerzas para que tenía, porque se veía que Almendra ya no participaba tanto, que Nardoni, con mucha entrega ya perdía pelotas por retenerla demasiado (está mejorando mucho en ese puesto pero a mi modesto entender, debe soltarla más rápido, es decir controlar y tocar, porque cuando la pierde deja mal parado al equipo.) y en un contragolpe Schor deja atrás a Quiros y la pone para Pellegrino quien solo ante Arias la levanta por sobre el travesaño.

Las demoras del juego que formaban parte de la estrategia de Platense, se sumaban a las pocas respuestas que mostraba Racing para encontrarle la vuelta al cerrado esquema del calamar y recién a los 20 minutos Costas comenzó a tocar un equipo que hubiera necesitado cambios al comienzo de esta segunda etapa y entonces por Almendra entra Baltazar Rodríguez y por Gabriel Rojas Carbonero, pero si bien entraron en juego todo era tocar para atrás pero el equipo seguía con ese andar débil y cansino y los pelotazos largos confirmaban su confusión y su agotamiento, mientras el rival dándose cuenta encontraba situaciones como la que salva Di Césare frente al remate de Pellegrino.  

Ya no alcanzaba con la lucha y entrega de Adrián Martínez, a quien no le llegaba ningún pase ni centro como la gente porque prácticamente no había desborde  por ninguno de los dos extremos (Salas seguía increíblemente en la cancha ) sin embargo recién a los 30 minutos entran Mura por Quiros y Urzi por JuanFer, cambios fuera de tiempo y errados en un Racing que ya no podía levantar las piernas.

Pero hay decisiones que no se entienden, porque no hay dudas de que Salas pasó de ser uno de los jugadores más importantes del primer semestre, a constituirse en uno de los peores del equipo en este torneo, porque aunque siempre se brinda, no se impone físicamente, está torpe con la pelota y no toma buenas decisiones, pero sin embargo Costas anoche lo sostuvo cuando pedía el cambio a gritos y otra situación, a mi gusto  extraña, es la de Carbonero que si bien conserva el control y tiene las condiciones para asociarse correctamente, no encara ni ensaya un desborde, solo se dedica a tocar, dando la sensación de que juega por compromiso.

El final sumó un partido más a la estadística que marca que cuando el equipo comienza perdiendo no puede revertir el resultado, aunque en este caso por lo menos pudo empatarlo, pero a medida que transcurren los meses lo que va quedando en claro es que con los mismos jugadores se ven dos equipos diferentes, uno de buen rendimiento y con resultados positivos en el torneo internacional y otro muy irregular al que le cuesta encontrar el triunfo en el torneo interno.

La cuestión es que Racing dejó pasar una nueva oportunidad para seguir por lo menos en el grupo de arriba del torneo local y ubicarse en una posición importante en la tabla anual, por lo que ahora hay que esperar que Vélez hoy no gane para ver si después puede derrotarlo de visitante.

Hasta pronto.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Había que ganar y se ganó.

En un jueves muy especial, el Racing de Costas logró un rutilante triunfo ante Paranaense y después de 27 años, vuelve a estar semifinales de la Copa Sudamericana.

A través de su actitud, su intensidad y su solidaridad pareció darnos una respuesta a las críticas por su bajo rendimiento ante Talleres de Córdoba,  como diciéndonos que la cabeza la tenían puesta en este partido tan determinante para el plantel y más que nada  para el técnico.

Enchufados, concentrados y sin escaparle al esfuerzo jugaron un gran primer tiempo, donde obviamente el gran gol tempranero de Almendra obligó a su rival a cambiar su estrategia y eso hizo que Racing encontrara más espacios en la ofensiva.

Con un Roger encendido, que se ha convertido en el mejor delantero y en uno de sus mejores jugadores, acompañado por un JuanFer más comprometido y como siempre claro y preciso y un “Maravilla” que buscaba su revancha con el arco rival, comenzaron a generar situaciones donde en cada una de ellas se presentía que otro gol iba a llegar.

Mientras tanto Paranaense se desarmaba en cada insinuación ofensiva y si bien Racing le daba esa posibilidad en en el medio campo, al mismo tiempo se iba desordenando en defensa y en una salida rápida, JuanFer recibe antes de pisar el círculo central y desde allí mete una pelota larga para Roger sobre la izquierda, quien la recibe y la pone paralela al arco donde Adrián Martínez al acecho, se adelanta  a su marcador y la clava junto al primer palo, conquistando el segundo gol y su reencuentro con la red rival, que desató su festejo, el de Costas y su gente, el de sus compañeros y el los hinchas en el Cilindro, porque ese resultado ya ponía a la Academia en semifinales.

Un Paranaense nervioso se abría mucho al buscar descontar y Racing concentrado esperaba esos momentos para meter el zarpazo, como sucedió en un rechazo largo de la defensa académica, donde Quintero va a presionar sobre la derecha y un error de su marcador le permite llevarse la pelota hasta la puerta del área, donde con tranquilidad y gran categoría usando a “Maravilla”  que arrastra marcas, esquiva rivales y finalmente asiste a un Roger sobre la izquierda que entrando solo, remata cruzado al segundo palo y convierte el tercer gol, para delirio general de todo el estadio.

Quizás era más de lo esperado para un primer tiempo, pero como habitualmente sucede cuando abre el marcador primero Racing es muy contundente  y ante un rival abierto puede hacer varios goles.

En un primer tiempo donde el rival prácticamente no inquietó a Gabriel Arias, el equipo tuvo un gran desempeño en general, pero en la segunda etapa Paranaense salió a buscar el partido y al minuto sorprendió en una jugada donde Quirós llega tarde a tapar a Nikao quien remata débilmente y supera a la reacción de Arias poniendo otra vez el partido a solo un gol de diferencia.

Esta situación hizo que Racing retrocediera un poco para rearmarse porque ante el desgaste natural de jugadores como Juanfer, Roger y Almendra, su medio campo ya no contenía tanto y Paranaense se acercaba demasiado, por lo que cerca de los quince minutos Mura y Zuculini, reemplazan a Almendra (lesionado) y Rojas y diez minutos más tarde Salas lo hace por Quintero (lesionado), consiguiendo con estos cambios y con el apoyo constante de sus hinchas que el partido se equilibrara nuevamente y en una llegada donde un remate de Salas es desviado al córner, de dicho tiro de esquina llega el cuarto gol, cuando el rechazo de la defensa brasileña, lo recibe Martirena fuera del área quien la baja con el pecho y de derecha la clava en el ángulo superior izquierdo del arquero Mycael.

Golazo y un golpe duro para el rival, mientras Racing un Mura que crecía por su costado con fuerza y con convicción, llega a nueva situación para aumentar cuando después de una buena pared con Salas, lanza un centro atrás para Martirena en la medialuna del área, pero esta vez su remate de zurda se va por encima el travesaño.

Las emociones continuaban porque mientras Racing con Conti por Maravilla, ya por lógica buscaba más proteger esa diferencia, Arias le tapa un cabezazo a quemarropa a Di Yorio, pero aun con un gol del rival anulado por el VAR por posición adelantada sobre el pitazo final, que nada hubiera modificado, el partido finalizó y se festejó como una final anticipada, donde se pudo observar la desbordante alegría de la gente y de los jugadores, no solo entre sí también con el técnico, que como un hincha más festejaba a mas no poder, síntomas de que la relación entre el plantel y el técnico no parece estar tan mal como se comentaba.

Había que ganar y se ganó, el juego en sí pasaba a un segundo plano y si se logró fue porque el equipo no se guardó nada, no estuvo con la cabeza en otro lado y se entregó en cuerpo y alma a la exigencia, tanto que hasta los cambios resultaron positivos, pero a mi modo de ver, mucho tuvieron que ver las ganas, esas ganas que deben poner siempre, sabiendo que jugando así, con esa actitud,  esa entrega y esa intensidad, Racing va a estar más cerca del triunfo, por eso a no aflojar ante Platense, Vélez y el resto de los partidos.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

lunes, 23 de septiembre de 2024

El jueves no será un día más.

Racing cayó derrotado ante un Talleres de Córdoba que jugó más de 60 minutos con uno menos, dejando la vergonzante imagen de un equipo disperso y entregado mentalmente.

Como hincha puedo entender que a los jugadores les preocupe más el partido de la sudamericana, pero eso no implica que en un partido donde Racing se jugaba el seguir prendido en el torneo, no tengan actitud ni rebeldía.

Talleres comenzó dominando el encuentro y a tener llegadas al área racinguista a través de Tarragona y Depietri (Arias le tapó muy bien un remate que iba al gol) mientras Racing solo atinaba a jugar lanzando pelotazos largos para un Roger Martínez que en soledad se debatía con los centrales, quizás del único que se podía esperar algo en u equipo que parecía estar jugando de compromiso.

Esa desidia lo llevó a no estar concentrado en un tiro de esquina a favor, donde un último rechazo de la defensa de Talleres, lo encontró desordenado quedando siete jugadores en el área rival y tres fuera de la misma (Carbonero, Orzi y más tras Mura) ante una igual cantidad de rival, los que al recibir la pelota salieron de contra en velocidad dejando atrás a Urzi (el único que corrió con ganas) y a un Carbonero que reaccionó tarde y siendo rápido en lugar de esforzarse volvió al trote, mirándole el número de la camiseta a Depietri que solo y sin ser molestado enfrentó  a Arias y definió cruzado.

Pero además de ese gol que volvía a poner a Racing en una situación muchas veces repetida este año, a los 30 minutos le llega una ventaja cuando se da una jugada en que Moyano le comete una dura infracción a Zuculini y es bien expulsado,  pero si bien intentó llegar al empate en un par de jugadas donde intervino Carbonero primero entrándole mal a la pelota cerca del palo y después con un remate de la larga distancia que pasó cerca, todo era muy limitado.

Para la segunda etapa, Costas reemplaza a un Sigali lento y hasta impreciso por Solari, para ver si el equipo podía aprovechar ese hombre de más que tenía y en los primeros diez minutos estuvo cerca del empate, siendo la más clara la que se pierde primero Solari que solo frente a Herrera remata al cuerpo del arquero y en la misma jugada buena asistencia de Baltazar Rodríguez deja a Roger solo ante el arco, pero Benavidez tirándose de cuerpo entero desvía su remate.

Pero rápidamente todo volvió a la normalidad porque Racing nunca supo aprovechar el hombre demás y aun contando con un solo jugador de punta se fue animando a más, tanto que a los 18 minutos el desgano de un equipo que no mostraba rebeldía alguna, le permitió armar una jugada por la izquierda y llegar a lanzar un centro pasado sobre el arco de Arias, donde cuatro defensores no pudieron marcar a Galarza y a Tarragona, quien finalmente recibe a espaldas de Elordi y la cruza convirtiendo el segundo gol.

 

Daba bronca ver la triste imagen de un equipo desorientado, sin saber qué hacer  y el único recurso fue enviar a tres titulares a la cancha para ver si podían cambiar la historia (Adrián Martinez por Roger, Salas por Carbonero y Nardoni por Zuculini) pero cuando no hay convicción nada se modifica y siguió teniendo los mismos problemas ante un Talleres que jugaba como si estuviera con once, cada vez más seguro, confiado y  matándose en cada pelota, ante este Racing que mostraba tanto a jugadores como a su cuerpo técnico, perdidos y confundidos.

Y cerca de los treinta minutos Costas sorprende haciendo debutar al chico Matías Acevedo, extrañamente en un momento difícil porque el equipo no estaba como para darle el respaldo necesario y transmitirle confianza a un chico de 16 años (quien seguramente estará feliz por haber debutado con la camiseta que ama), pero bueno ahora ya lo puso, por lo tanto espero que cumpla con su palabra y no lo baje más a reserva.

El jueves no será un día más porque el partido va a ser determinante en muchos aspectos de la vida de Racing, por lo que desde este humilde lugar les pido a los jugadores que cambien la cara, que muestren que tienen orgullo personal, dignidad y respeto por vestir la camiseta y por defender su escudo, como profesionales que son, entendiendo que cuanto mejor hagan su trabajo el club gana prestigio pero ellos también porque se valorizan, por eso entreguen todo, el resto lo hacen los hinchas, quienes con su indeclinable aliento respaldarán su esfuerzo para dar vuelta el resultado y pasar a semifinales.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.