miércoles, 3 de febrero de 2010

Paso adelante, paso atrás.

Esperé para escribir esta nota.

Quería saber si lo de Racing frente a Rosario Central – aún sin ser lo ideal – podía ser el punto de partida de un equipo que se iría fortaleciendo fecha tras fecha y sobre todo luego de obtener un gran resultado.

Como rápidamente debíamos jugar un partido más que difícil en Santa Fe, me propuse hacerlo después de ver el encuentro contra Colón.

Para no ser reiterativo con el tema de que a Racing le falta juego voy a describir lo que siento al ver a mi querido Racing.

Con Central sufrimos los primeros 30 minutos, pero se notaba que el equipo estaba con ritmo. Tenía fuerza y velocidad y aunque el juego no era vistoso, en cada réplica Racing mostraba que el gol podía llegar.

Al abrirse el partido con el gol de Luguercio y posteriormente con el de Martinez, en el segundo tiempo pudimos ver un mejor Racing, sin llegar a dar todavía esa imagen de equipo sólido y seguro que todos deseamos ver, aunque este partido era fundamental y había que ganarlo.

Pero Racing es un equipo sin pausa y cuando se pone en ventaja le cuesta mucho saber tener de pelota, falencia de toque que suplió con imposición física, donde se destacó Licht

( el mejor jugador a mi gusto ). La defensa estuvo atenta, el arquero seguro y los delanteros mostraron movimientos interesantes y fueron punzantes.

La ilusión estaba en marcha y anoche llegaba la segunda prueba en una cancha siempre complicada para Racing.

Pero el partido fue totalmente distinto al de Avellaneda.

Racing comenzó mejor que Colón y parecía que íbamos a tener una buena noche, incluso cuando la suerte nos favoreció en el gol de Falcón.

Pero luego fuimos como desapareciendo del partido.

Las espaldas de los laterales de Racing ( Jugar con 3 en el fondo presenta estos inconvenientes ) fueron la zona elegida para atacarnos y por allí sufrimos – no mucho el primer tiempo, pero si el segundo.( Central también lo hizo).

El tempranero gol de Colón, apenas comenzado el segundo tiempo nos mostró a un Racing casi parado ( salvo Falcón ), un Racing sin piernas – quizás afectado por la temperatura y el desgaste físico-emocional del primer partido- que no pudo recuperar la pelota y quedó partido al medio dejando muchos espacios para los volantes rivales.

Licht que fue salida permanente con Central, estaba “fundido” y lo poco que dió lo mostró en la primera media hora del partido.

El equipo en general sintió el partido.

Los delanteros ( en sus gestos se notaba la falta de aire ) estaban totalmente parados y el cansancio nubla la mente por lo que las pocas ocasiones que teníamos las terminábamos mal o chocando con los defensores sabaleros.

Colón se notaba tenía más resto pero también era lógico.

Contra Vélez presentó un equipo alternativo y reservó a 7 de sus titulares que tuvieron una semana de descanso ( partido por la Libertadores) y los puso en cancha ayer.

Esto es un atenuante para Racing, pero también ( y con todo respeto a Claudio Vivas que dijo que el calor no era un excusa porque afectaba a los dos equipos) es un llamado de atención.

Si sabíamos que Colón ponía a todos sus titulares, que en Santa Fe el calor es insoportable y que veníamos de hacer un esfuerzo enorme contra Rosario Central,

¿No debería haber previsto una formación más equilibrada, con más resguardo?

¿No se podía haber armado dos líneas de cuatro o ubicar 5 volantes y dejando solo dos delanteros?

Nos hubieran quedado Luguercio o Hauche más fresco para un cambio.

Por supuesto que hablo con el resultado puesto, pero cuando finalizó el primer tiempo ya se notaba que a Racing le costaba. Estábamos empatando y quizás podríamos haber cubierto

la zona central con más jugadores para tratar de frenar lo que se venía. ( ejemplo: Britez Ojeda ).

Si como decimos y todos saben, que Racing no regula nunca el ritmo del partido,

era casi lógico que nos pasara esto.

Por eso cuidado. ¿Debemos jugar siempre de la misma forma?

Sobre todo en esta seguidillas de partidos y con temperaturas muy altas que se hacen sentir física y mentalmente.

Todos tenemos nuestras convicciones, pero ser práctico no es renegar de ellas.

Por último, espero que los jugadores no decaigan y el técnico encuentre la forma de que el cuerpo y la mente se liberen para que el domingo con Arsenal podamos volver al triunfo.

La llegada de Roberto Ayala seguramente le dará más presencia y orden al fondo de un Racing, que esperemos se convenza de que puede ser un equipo protagonista y que se acostumbre a ganar, para que su andar no sea paso adelante, paso atrás.

Hasta pronto.