domingo, 19 de abril de 2015

Errar es humano…pero no tantas veces.

Era un partido accesible para acercarse a los punteros del torneo, pero Racing sigue inestable, un poco en el juego y mucho más en sus definiciones.
Culpa del cansancio físico que genera la seguidilla de partidos o fatiga mental?
Es muy factible que sea un poco de las dos.
Me preocupó el bajo nivel de Camacho, a quien lo noté como sin fuerzas, cansado, sin pesar en el juego y  desperdiciando la mayoría de sus pases.
Lo mismo que Videla, quien no tuvo un buen partido y que obligó a Cerro, que a mi juicio viene levantando, a lidiar más que nunca en el medio contra la gran cantidad de volantes que Chicago puso en la mitad de cancha, porque Castillón flotaba sobre la derecha pero no colaboraba en la recuperación.
La línea de fondo se las arregló bastante bien con un trabajo aceptable de los centrales donde Alvarado sigue destacándose.
Y en esa primera etapa donde se dividía la tenencia de la pelota, Racing tuvo muchísimas oportunidades para abrir el marcador, pero hoy ninguno de los de arriba estaba con todas las luces, porque realmente hubo algunas de ellas erradas de increíble manera.
A los 9’ Sanchez travesaño y de rebote cabezazo de Milito en espalda de Castillón (aquí hubo penal a Diego M.), a los 23’ lo pierde Bou, a los 30’ de un córner Milito solo por arriba el travesaño, a los 37’ otra vez Bou, un minuto después Castillón y a los 40’ lo mejor de Camacho para Bou que en el área chica la cruza a la derecha del arquero y afuera rosando el palo.
Chicago tuvo un par y la más peligrosa fue sobre la hora en un tiro que cruza el área y  que creo que  fue Baldunciel, quien casi la mete.
La segunda parte comenzó con un Chicago con más ganas de buscar y el cambio de Fernández me pareció atinado pero yo hubiera sacado a Camacho y no a Castillón.
Y Brian F. comenzaría su derrotero habitual por el que transitan virtudes y defectos por igual. Es decir su entrada casi siempre moviliza y permite que el equipo tenga más variantes ofensivamente, pero prácticamente todas sus oportunidades de gol son desperdiciadas por sus malas definiciones.
De cualquier manera rápidamente tuvo su oportunidad ganando bien una pelota larga entrando al área sobre la derecha, para finalizar con un remate cruzado.
Era cantado el cambio de Camacho y a los 10’ se retiró reemplazado por Acuña.
Racing ya no llegaba tanto pero así y todo hubo una buena jugada de Bou por izquierda quien asiste atrás a Fernández que le erra a la pelota y Milito tampoco alcanza.
Mejor Chicago con la pelota pero era más insinuación que peligro real para una Academia que iba a tener más espacios y justamente en una muy buena pelota de Cerro para Brian F. lo deja solo frente al arquero y al querer pasarla por sobre el mismo, éste logra desviarla, la toma Bou que copia a Brian y nuevamente el arquero de Mataderos la vuelve a sacar, pero se la deja a Fernández que solo, solo, la tira por arriba el travesaño. Tres posibilidades desperdiciadas en una misma jugada ¡DE NO CREER!
Y faltando 10 minutos un cambio que quizás debió hacerse antes. Romero por Videla, que no tuvo consecuencias favorables.
Una frase de Alexander Pope dice: "Equivocarse es humano y perdonar es divino", pero hoy la calentura de los hinchas de Racing, solo nos permite interpretarla de una sola manera: errar es humano...pero no tantas veces!
Porque además del ansioso Brian Fernández, a quien apuntamos casi siempre como el culable de todo, también fallaron los que no lo hacen casi nunca, como Milito y Bou, con toda su experiencia y goles sobre sus espaldas. 
Así y todo creo que debemos ir dejando la bronca de lado para buscar reflexionar y entender que todo puede mejorar porque como dice Cocca "las opciones están" y creo que estos 15 días sin fútbol oficial llegan en un momento justo para que tanto el plantel como el cuerpo técnico puedan recuperarse de todo este trajinar con la lógica convicción de que Racing pueda volver a ser aquel equipo sólido y seguro que nos dió tantas satisfacciones.



Hasta pronto.


miércoles, 15 de abril de 2015

“Jet Lag”

Algo está pasando con los primeros tiempos de Racing, donde el equipo parece lento, como “pinchado” o relajado.
No es que no busca, pero comienza a hacerlo de una forma que muestra una suerte de falta de ritmo, de intensidad y entonces se distrae, deja espacios, los que hoy aprovechó muy bien Tachira, quien con muchos volantes y con toques precisos fundamentalmente a través de Meza, quien convirtió un buen gol, aprovechando la floja actuación la dupla central académica, que en esa primera parte no daba pie con bola.
A todo esto  se sumaban las malas actuaciones de Camacho y Romero, quienes no influían en el partido mientras que Milito ( se ve que la rodilla lo tiene mal ) y Bou prácticamente no tuvieran posibilidades, salvo el disparo de este último que pega en el palo al final del primer tiempo.
Para colmo de males, al comienzo de la segunda parte, nuevamente Meza vuelve a marcar dejando al desnudo las falencias del triángulo que conformaban Sánchez, Alvarado y Videla.
Un golpe casi letal para todos los hinchas, que por suerte pareció haber despertado a Cocca, quien introduce los cambios lógicos y cantados. Primero Brian Fernández por Romero y diez minutos después Acuña por Camacho.
Todo eso sumado a que el DT de Tachira cambia a Meza, su mejor jugador.
Y fue Fernández el que le pone “pimienta” al insulso juego que hasta allí venía mostrando Racing, quien es cierto que desde ese momento arrincona al equipo venezolano quien prácticamente ya no cruzó más la mitad de cancha.
Cambió todo. Mejoró increíblemente Alvarado tanto en defensa como interviniendo en las jugadas de gol.
Pillud y Grimi ya eran wines y “Pancho” Cerro fue esta vez el motor de esa mitad de cancha, y fue así como Alvarado mete una pelota cruzada a Bou sobre la izquierda quien domina y la mete paralela al arco para que Milito la empuje.
Descuento y envión anímico que le da fuerzas a un Racing que ya dominaba el juego por completo y unos minutos más tarde Fernández rompe el travesaño con un pelotazo tremendo.
Estaba al caer. Tachira ya no era el del primer tiempo. Racing tampoco.
Este era otro equipo. Con otras ganas.
Y a los 70 minutos, de un corner desde la derecha que ejecuta Acuña, llega el segundo cuando Alvarado ( otra vez ) cabecea, recibe Bou sobre la izquierda y define contra ese primer palo.
Y revitalizado por esta levantada, Racing quería más y nuevamente en los pies de Alvarado comienza la jugada que finaliza en Fernández con una pisada y un remate de izquierda que se le escurre de entre las manos al arquero y se mete en el arco.
En 30 minutos Racing hizo lo que debió realizar en el primer tiempo, pero esto es un llamado de atención para todo el cuerpo técnico y para los jugadores, que los partidos de Copa se juegan con todo.
Esto no quiere decir que se abandone el intento de jugar bien, ni la idea que tiene incorporada el equipo, pero está pasando algo con esa cierta “pasmosa” tranquilidad con que comienza algunos partidos pero que los hinchas nos trasmite  una real “intranquilidad”.
Pareciera que el equipo sufre el desequilibrio del “Jet Lag” (descompensación horaria) y su reloj interno no lo despierta a tiempo.
Porque hoy fue Tachira, pero desde ahora si se duerme y le convierten como hoy, va a ser muchísimo más difícil poder revertir ese resultado, porque los equipos serán mucho más de cuidado.
Por último, me queda la sensación de que por ahora Racing se siente incómodo jugando con enganche y pienso que como Romero no demuestra estar todavía en condiciones de ser el conductor del equipo, por lo menos en la Copa Libertadores, no se debería mover del esquema que le dio resultado en el torneo anterior y que creo que es el más le sienta a este plantel.
En el campeonato local, posiblemente se pueda ir dándole la confianza a Romero para que llegue a consolidarse en esa posición y asuma el rol de conductor.

Hasta pronto.


domingo, 12 de abril de 2015

Al final hubo música.


La formación lo insinuaba, pero como seguramente muchos, al igual que yo, interpretábamos que Romero jugaría más cerca de Brian Fernández, quien realmente era el único delantero del equipo.
Pero en esa primera etapa no fue así.
Romero buscó hacerse eje del juego, por sus hábitos naturales de volante y además porque evidentemente la pelota arriba no llegaba, donde Fernández corría a todos los defensores y luchaba las pocas pelotas que le llegaban contra la defensa bien parada del globito.
Racing tenía la pelota pero no lograba generar nada claro, dado que a Cerro y Acevedo cuando pasan al ataque se les nublaba el horizonte mientras que Acuña y Nagüel además de tratar de desbordar, buscaban entrar por el medio sin éxito alguno.
Y así, con un Racing lento y sin ideas, se fue el insulso primer tiempo de la Academia.
Quien se iba a llevar un “bonus track” al ser expulsado Sotelo, con lo que era más que cantado que se venían cambios ofensivos.
Y fue así cuando Nagüel fue reemplazado por el uruguayo Nuñez, quien sufre en su primera jugada una lesión que casi lo deja afuera. Por suerte no fue así y pudo mostrar en el tiempo que estuvo en cancha buenos movimientos y su mejor virtud, que es que cuando enfrenta a los arqueros no se desespera buscando definir como lo hizo hoy.
Racing se hizo dueño del encuentro y comenzó a tener oportunidades cercando  a Huracán, que prácticamente no llegó al arco de Saja.
La entrada de Camacho por Cerro ( y dale con Pancho?), le dio más ofensiva todavía hasta que por fin, se dan dos situaciones.
Entra Bou por Romero para hacer más intenso el ataque e inmediatamente Racing rompe el cero a través de un córner ejecutado desde la derecha, al  cual Sánchez le mete un cabezazo impecable y convierte.
Con un Huracán impotente era el momento para dar el golpe definitivo y cuando restaban 10 minutos llega el muy buen gol de Nuñez, eludiendo a su marcador y al arquero, para definir con clase.
Al final hubo música con “Discoteca” Nuñez, quien va mostrando en el poco tiempo que juega, debido a sus lesiones, que es el delantero picante que Racing necesita para alternar con Bou y Milito.
Ojalá el golpe de hoy no lo vuelva a frenar y pueda estar presente de aquí en más.
Hasta pronto

miércoles, 8 de abril de 2015

Un resultado negativo siempre deja enseñanzas positivas.


Con un punto ya estábamos y con tres lográbamos la primera colocación en el grupo.
Creo que todos los hinchas de Racing, hablábamos de eso antes de este partido.
¿Cambió algo después de esta inesperada derrota?
Creo que pocas cosas, pero no muchas.
Por supuesto que duele el resultado, pero Racing sigue siendo primero y ganándole a los venezolanos, también conseguimos la punta, salvo en que no confiemos que le podemos ganar a Táchira.
Así que a confiar, porque además mañana se enfrentan Tachira-Cristal y si el equipo de Venezuela empata o gana, la Academia duerme tranquila.
Me preocupó ver a un equipo que no tiene la misma respuesta en ataque, como aquel del equipo campeón o el que comenzó la Libertadores.
Se fue desinflando de a poco, aunque hay motivos que saltan a la vista.
Una cosa es Milito diez puntos y otra cosa es Diego al cincuenta por ciento.
Porque admitiendo que es muy profesional y se cuida de la mejor manera, desde su lesión por lógica consecuencia, no responde como nos tenía acostumbrado.
Si descansa más por los problemas de  la rodilla, su poca actividad oficial –no entrenamientos- no le permite recuperar el ritmo, la  reacción y todo lo que necesita un jugador de primera para estar bien afilado.
Se lo nota más lento, más cansado y más fastioso, como enojado con él mismo, seguramente porque sufre internamente el no estar al ciento por ciento y aunque a veces tiene esos chispazos de calidad, hoy por hoy es más fácilmente absorbido por la marca.
Además de Bou, con quien evidentemente es el que más se entiende, le cuesta establecer buenas sociedades con los nuevos compañeros de ataque, llámese Fernández, Camacho, o Nuñez, lo que lo deja más expuesto.
A todo esto hay que sumarle que Bou fue el que más sufrió la lesión del capitán del equipo lo que se notó en su baja de rendimiento,  admitiendo que de cualquier manera este año hizo bastante goles.
Del partido en sí, entiendo que  iba por los carriles normales, donde un  Racing con paciencia y tratando de asegurar la pelota dominó la mayor parte del encuentro, pero era insinuaba más de lo que concretaba.
Faltó cambio de ritmo, más movilidad, porque ese andar lento aunque seguro, de alguna manera terminó como “durmiendo” al propio equipo hasta que despertó de un “cachetazo”  en el gol de Santander, pero ya era un poco tarde.
Lo pudo haber empatado a través de Acuña y de Milito, pero el zapatazo de Palau hizo que allí se terminara todo.
Si se equivocó Cocca o no también es relativo, porque Castillón realizó buenos movimientos y hasta tuvo una oportunidad, pero no terminó de concretar ninguna.
Alvarado estuvo impreciso y personalmente no me gustó como estaba ubicado en los primeros diez minutos del partido, al igual que Videla a quine vi tirado muy a la izquierda, aunque después se acomodaron y mejoró todo el equipo.
Es cierto que podría haber jugado de central con Sánchez, porque Cabral viene flojo, pero también hay que reconocer que Cerro no viene teniendo buenas actuaciones..
Adelante cada vez que entra Brian Fernández es como un despertador, pero sigue fallando en las definiciones.
Se nota el enojo de Milito con él, pero aprender lleva tiempo.
También le pasa a Acuña, a Nagüel.
Pero no estamos tan mal y no hay que desesperar.
Un resultado negativo siempre deja enseñanzas positivas, por eso como hincha confío en que Racing puede reencontrarse nuevamente con el buen camino, al igual que lo logró en el torneo que lo consagró campeón.

Hasta pronto.


sábado, 4 de abril de 2015

Agridulce.


Abril. Mucho calor. Si se quiere, clima extraño para la época, que esta noche parece haber afectado al equipo, con el agregado de un campo de juego en malas condiciones reales ( a la vista estaba bien verde ), donde la pelota les jugaba una mala pasada en cualquier momento a cualquiera de los jugadores ( sino preguntarle a Sánchez en el gol pincharrata ).
Pero así y todo se había presentado muy interesante para Racing, porque comenzó bastante seguro de si mismo, dominando el juego con buena circulación aunque con un déficit en la creación, ya que los responsables de generar esas asistencias o llegar por afuera no tuvieron un buen rendimiento, ante un Estudiantes muy impreciso, quizás muy nervioso por sus últimos resultados adversos.
Llámese Gastón Díaz, Acuña o Nagüel, fracasaban en sus tareas por lo que era muy difícil tener situaciones de gol y obligaban a Milito y a Bou a bajar demasiado, lo que hacía más confuso el trámite.
De lado del “pincha”, pasaba lo mismo, hasta que comenzó a crecer porque Racing le fue cediendo la pelota esperando que se equivoquen y ver si podía salir rápido contra una defensa que se veía muy lenta.
Y así fue pasando un primer tiempo donde a Racing se lo veía tranquilo atrás.
Sin problemas Saja, Sanchez y Cabral y seguros Pillud y Grimi ( los dos en contínuo ascenso en sus actuaciones ), mientras Alvarado tenía buen control de pelota y aunque se ubicaba correctamente entre los centrales ante los avances rivales es evidente que está un poco lento para la función ( sobre todo si uno lo compara con Videla ).
En síntesis fue una primera parte donde ninguno hizo méritos para el triunfo.
La segunda etapa comenzó de la misma manera con la diferencia de que era lógico que Estudiantes, obligado por las circunstancias y por su gente salió a buscar más el partido mientras Racing esperaba su oportunidad para salir de contra, pero ya perdía demasiado la tenencia de la pelota.
Y llegó una jugada por derecha con mala fortuna para Sanchez a quien la pelota que venía a ras del suelo, le pica por sobre el pie y le queda a Sanchez Miño para que fusile a Saja.
Sin merecerlo ganaba el encuentro ante un Racing que no mostraba muchas variantes como para cambiar el rumbo del mismo.
Y entonces el apuro.
A los 8 minutos Cocca reemplaza a Milito por Brian Fernández y a Nagüel por Camacho, cambios que le dieron al equipo más energía y movimiento.
Fundamentalmente Brian Fernández, quien a los 62 minutos genera la jugada del empate cuando su arranque por izquierda lo posiciona frente Hilario Navarro y su remate es desviado hacia el medio del área grande, donde Bou a la carrera le mete un cañonazo que rompe el arco. Golazo! y un empate que parecía le daba a la Academia el aire necesario y la inyección anímica como para buscar el triunfo.
Pero no fue así porque el medio flaqueba.
Ya Alvarado no tenía piernas y Acuña andaba muy flojo por lo que Cocca decidió reemplazar a éste por Romero en lugar de Cerro por el volante central, obviamente con la idea lógica de tener más opciones en ofensiva y ganar el partido, pero tampoco resultó.
No descubro nada si digo que el medio campo con Videla y Aued entrega otras opciones y le da al equipo más personalidad, recuperación y juego, algo que hoy se sintió, sobre todo en la segunda etapa.
Flojo encuentro de un equipo que pareció cansado y un empate con cierto sabor agridulce, porque aunque tenía intención de ganarlo, nunca demostró que era superior a su rival y el gol recibido fue un trago amargo que le costó digerir, pero que finalmente pudo contrarrestar con el dulce sabor del grito del gol de Bou, que tiene gusto a poco, pero que es más que nada.
Ahora a Paraguay a ganar como lo hizo en Perú y después sí poder quizás volver al equipo titular para crecer en el campeonato local.



Hasta pronto.