lunes, 20 de diciembre de 2010

19 veces Racing.

Un torneo más y van…

Para que hacer números de cuantos torneos cortos ya nos deglutimos sin poder digerirlos.

Si uno quisiera hacer un análisis de los puntos que Racing mereció tener en este campeonato que finalizó, debería decir que, entre los que sacó y no merecía y los que merecía y no pudo obtener, estaría prácticamente dentro de los puntos conseguidos.

Pero eso no es lo importante. Lo esencial es que nos dejó una sensación de insatisfacción, de descontento, porque siempre nos preparábamos para ver a Racing desde la duda – que fue lo que entregaba el equipo desde el campo de juego- ya que siempre tuvimos esa percepción de que nos faltaba algo.

Y ahora el receso y vuelta a empezar con un nuevo rompecabezas, porque parece que se van varios: Fernández al Benfica, Luguercio a Universitario de Perú, Bieler a Newells…y faltan Yacob, Aveldaño, etc. etc. etc. Y después los reemplazos, que quizás como muchas veces sucedió llegarán sobre el comienzo del torneo y entonces “necesitarán su tiempo para acoplarse al equipo”, porque jugar en Racing no es fácil.

Para los que integran el plantel y el cuerpo técnico parece ser algo especial, complejo. Hay algo que los abruma. Quizás la historia. Quizás la presión de nuestra gran hinchada. Pero no hay desconocimiento a la hora de rubricar un contrato, sabiendo que hay responsabilidades que todo profesional debe saber afrontar. Para eso les pagan.

Pero eso demanda una gran inteligencia y capacidad por parte del cuerpo técnico para llevar adelante a un grupo de disímiles personalidades, exigiéndoles además de sus capacidades técnicas, la actitud y solidaridad comprometida profesionalmente desde el momento que forma parte del plantel que representa a la institución.

Porque detrás de ellos hay un mundo racinguista que los sigue, ya sea en la cancha, por la tele o escuchando la radio, desde los niños hasta los ancianos, sufriendo y gritando, entregando consciente o inconscientemente pedazos de nuestra vida en cada partido por esa pasión que nos despierta nuestro amado Racing. Porque el hincha de Racing siempre está presente, nunca baja la cabeza y nunca deja de alentar.

Todo eso los obliga a entregar hasta la última gota de sudor.

Porque si un hincha de Racing nunca se entrega, un jugador de Racing nunca se rinde.

Nunca nadie nos quitará la ilusión y la fe que nos permita soñar con un equipo que juegue cosas importantes. Por todo esto estaremos el próximo año nuevamente, para gritar 19 veces Racing, como lo hacemos siempre, con la pasión y la fe que nos caracteriza.

A todos les deseo que pasen una muy buena Navidad y que tengan un fantástico año nuevo junto a sus seres queridos.

Hasta pronto.