lunes, 19 de junio de 2023

El placer del sufrimiento.

En un partido más discutido que jugado, Racing pudo volver a sumar de a tres.

Dos equipos con similares necesidades buscaban de diferentes maneras quedarse con la victoria, Vélez angustiado por su larga racha de derrotas y Racing con un poco más de aire pero con la obligación de mostrar una mejor imagen ante su gente.

La apariciones de Avilés como marcador central y Baltazar Rodríguez como delantero por la izquierda, marcaban una intención de ver si con los chicos se podía mejorar el funcionamiento del equipo, ante un Vélez que con un equipo joven y veloz, buscaba presionar y ser directo en cada jugada.

Racing al minuto tuvo su primer ofensivo en los pies de Baltazar Rodriguez, pero se le fue larga y se perdió una gran oportunidad, pero el primer tiro al arco recién lo logró después de los 15 minutos, en una jugada que se viene dando desde Banfield donde Gabriel Rojas mete el centro  a la medialuna del área para que Hauche sorprenda, pero esta vez su remate mordido quedó en las manos de “Chila” Gómez.

Otra variante utilizada fueron los lanzamientos largos desde la defensa como sucedió a los 23 minutos  cuando desde su campo Piovi mete una pelota Hauche quien con una diagonal  de derecha a izquierda le ganó las espaldas a Valentín Gómez, tocó para Rojas que envió un centro que Romero cabecea al ángulo y que “Chila” Gómez desvía, pero atento a la jugada estaba Jonathan Gómez y sobre la línea de fondo la vuelve a meter hacia la izquierda del área, donde el “Demonio” encendido y en estado de alerta, remata y concreta el primer gol.

Racing volvía a lograr comenzar ganando, pero la alegría duró poco porque unos minutos más tarde un mal control de J. Gómez le permite a Ortega recuperar la pelota y con potencia, gambeta y velocidad llega al fondo sobre la izquierda para lanzar un centro atrás que ningún jugador de Racing puede rechazar, pero si lo hace Fernández quien con un fuerte remate la coloca en el segundo palo, empatando el partido.

Otra vez sopa… para un Racing que contaba con buenos desempeños de Avilés, Piovi y Rojas, pero que flaqueaba en el medio campo que no podía hacerse de la pelota, porque Moreno se esforzaba como siempre pero fallaba en los pases, Oroz estaba impreciso y Gómez parecía ser era el único del que se podía esperar algo más.

Por lo que ahora el envión anímico estaba a favor del equipo de Liniers y  Racing parecía entregarle oportunidades , como la que arman entre Tagliamonte  y Mura, que le permitió a  Florentin enfrentar al arquero académico, quien reponiéndose de su error pudo tapar el remate del delantero de Vélez.

Racing intentaba como podía buscar el triunfo pero su adelantamiento dejaba una defensa expuesta a los contragolpes  de los ligeros de Vélez, los que encontró en dos oportunidades, el primero con Ortega y el segundo con Osorio, quien le gana la disputa de una pelota a Piovi y lo supera en velocidad, pero el central termina cometiéndole infracción, por lo que es amonestado, cuando todo Vélez pedía la tarjeta roja por considerarlo último hombre, aunque sin razón porque Avilés en paralelo, estaba a unos  tres metros para cruzar al delantero velezano.

La desesperación de un rival escaso de puntos y pisando los puestos del descenso,  hacía que los reclamos estuvieran a la orden del día, por lo que el partido comenzaba ser más discutido que jugado.

Pero este Racing impredecible comienza una jugada sobre la izquierda con Rojas y Hauche quien la cambia para Baltazar Rodríguez sobre la derecha, el chico descarga para Mura que la mete cruzada al segundo palo, para Oroz que le ganaba la espalda a Jara, pero al ser tomado del cuerpo por el marcador cae y Rey Hilfer marca penal, que concreta Piovi “rompiéndole el arco” a Gómez.

Era un partido donde cada dos o tres minutos había una jugada que llevaba a la discusión y antes del final una pelota parada vuelve establecer la polémica, cuando en un penal que el árbitro cobra a favor de Vélez,  el VAR demuestra que anteriormente Florentin había incurrido en dos movimientos que justificaron su anulación, estaba en posición adelantada y además le había metido un codazo en la nuca a Piovi, lo que no le permitió intervenir.

Un primer tiempo caliente y obviamente nervioso, hacía prever un segundo tiempo más convulsionado, pero Racing debía tratar de no entrar en el juego del equipo de Liniers, porque las discusiones llevan a la desconcentración.

A poco de comenzado el segundo tiempo, Baltazar Rodriguez después de una pared con Jonathan Gómez probó de derecha al arco pero su remate al medio fue a las manos del arquero de Vélez.

Velez seguía enviando a la cancha jugadores ofensivos y esto mantenía a Racing expectante, pero Jonathan Gómez se hace amonestar tontamente (llegó a la quinta amarilla y no juega frente a Barracas) por lo que es reemplazado por Nardoni.

Esperando más que proponiendo a Racing le costaba llegar al arco de Vélez, Romero solo aportaba algún cabezazo, pero que le costaba horrores el control de la pelota y entonces es reemplazado por el chico Ojeda, que me causó una buena impresión por atrevido, con buena gambeta y rapidez, mientras B. Rodríguez le dejaba su lugar a Maxi Moralez.

Después de una nueva salida fallida del fondo  de Racing, que  le da la oportunidad a Bou de rematar desde fuera del área, remate al que responde muy bien Tagliamonte enviando la pelota al corner, Gago envía a la cancha a Saliadarre por Hauche y a Quiros por Oroz, cambios que comienzan a marcar la intención de Gago ante un Velez desesperado pero que metía cada vez más jufadores ofensivos y al que Racing solo contrarrestaba con infracciones que no hacían más que llevar problemas al área de la Academia.

Y en un tiro libre que ejecuta Bou y que Tagliamonte sale a rechazar pero choca con un compañero, la pelota le queda a Godín quien remata pero su disparo se desvía en Mura, que desata una nueva controversia entre el árbitro y todo el plantel velezano porque decían que hubo mano, pero que fue debidamente aclarada por el VAR, al ver que en realidad da en su pecho y hasta se puede aceptar en algo del hombro pero nunca en un lugar que determine que fue penal.

En un final angustiante Tagliamonte vuelve a salvar a Racing ante un remate de Prestianni.

Estamos en un período donde en cada victoria, encontramos el placer del sufrimiento y así creo que va a ser en el resto de los partidos, donde a pesar del mal funcionamiento, un resultado positivo siempre nos sacará una sonrisa.

Hasta pronto.