jueves, 1 de febrero de 2024

Hay con que ilusionarse.

Con un alto rendimiento de los cambios introducidos por Gustavo Costas, Racing jugó  un muy buen partido ante Tigre y logró un categórico triunfo que nos  permite pensar en un futuro esperanzador.

Quizás por su forma de ser y de expresarse a Costas se lo subestime, pero cuando declara en la conferencia de prensa deja bien en claro lo que desea de sus dirigidos y expone sin respuestas evasivas lo que es su Racing, destacando lo bueno, pero sin ocultar lo malo, algo que no es común en las declaraciones de los técnicos y eso hay que valorarlo.

Racing fue un equipo con otro espíritu de lucha, con otra ambición y durante los primeros veinte minutos sometió a Tigre y le convirtió dos goles, después tal como dijo Costas, el equipo bajo su ritmo, porque varios de sus jugadores todavía no están físicamente al 100% y la pesada y húmeda noche no ayudaba, pero su rival solo llegó con peligro un par de veces y pudo cerrar ese primer tiempo sin goles en contra.

En esa primera parte a Rubio se lo vio un tanto inseguro, pero fueron muy buenos y positivos  los rendimientos de Sosa y García Basso, quienes con personalidad y solidez prácticamente nunca fueron superados, sumando un muy buen trato de pelota para darle salida desde el fondo y también buenos lanzamientos y pases entre líneas, sobre todo desde los pies del zaguero que llegó de Independiente del Valle.

Con un buen trabajo de Almendra, por su claridad en los pases y su siempre interesante llegadas al área rival (de ahí su gol) y el aporte de Zuculini más contenido por no estar en condiciones físicas normales, pudieron junto a manejar el juego y darle intensidad a los ataques, mientras Tigre solo atinaba a encontrar espacios con Aleman en alguna replica, que por  lógica dejaba como todo equipo que ataca y porque iban sintiendo el esfuerzo, lo que necesitó la colaboración de un Solari muy activo en esa función de ida y vuelta y un Rojas más contenido.

A todo esto Roger se encontró más cómodo con su homónimo  “Maravilla” en el área, quien además de ir a presionar a los defensores rivales, con interesantes movimientos el ex Instituto atraía a los defensores rivales como pasó en el inicio de la jugada del primer gol y eso le permitió al colombiano tener más libertad para moverse y convirtió un gran gol al anticiparse a su marca en un tiro de esquina ejecutado con maestría por Juanfer Quintero.

Ese primer tiempo mostro a Arias y Roger lesionados y ambos tuvieron que ser reemplazados al comienzo del segundo por Cambeses, a quien se lo vio tranquilo y seguro y por Salas, el incansable buscador de oportunidades que sigue mostrando aptitudes interesantes, por lo que debería tener la oportunidad de jugar dentro del área y no por los costados.

En ese segundo tiempo Racing retomó el mando del encuentro y la figura de un Juanfer muy comprometido que parece estar convirtiéndose en el líder dentro de la cancha iba en aumento, no solo por su inteligencia, sino porque además dispone de una zurda envidiable con la cual sabe ubicar pases milimétricos y concretar goles como el tercero, por lo que sus compañeros saben que no deben arriesgar si está cerca de ellos, solo deben entregarle la pelota que esta les volverá siempre redonda.

Después buscando darle minutos y más oxígeno a la zona media Costas reemplazó a Almendra por Miranda,  a Solari por Martirena (habilitó a Juanfer para el tercer gol)  y a Zuculini por Gómez.

Finalmente en un Cilindro colmado que desbordaba alegría, el Racing de Costas finalizó el encuentro con una buena cantidad de goles a favor (podía haber sumado otro más pero el VAR volvió a ignorar un penal claro a Rojas) y ninguno en contra, obteniendo su primera victoria y dejando la buena señal: de que hay con que ilusionarse.

Hasta pronto.