domingo, 11 de febrero de 2018

El juego de la adaptación al rival.

En un viejo comentario decía que en la cancha de Olimpo había que saber jugar el juego de la “B”, no por el club en sí, sino por las dimensiones del campo de juego, que le permiten al equipo local hacer un planteo donde la pelota casi siempre viaja por el aire y pasa rápidamente de área a área.

A todo esto hay que sumarle que se multiplican los roces y entonces todo es más friccionado llegando, como en el caso de ayer a pegar descaramente, donde se vio que Lautaro Martinez, fue el blanco predilecto, por su gran capacidad, por su repentina fama y quizás hasta por haber pertenecido y  nacido futbolísticamente en otro equipo bahiense, pero el chico se bancó todo.  

Es evidente que por la muy mala posición que ocupa en la tabla y ante la exigencia lógica de tratar de sacar un buen resultado, Olimpo iba a jugar un partido a muerte con todo lo que eso conlleva y entonces se dio lo que se pudo ver, un encuentro donde lo estético dejó mucho que desear para darle paso a la violencia y donde, tal como lo señaló el “Chacho”, se iba a disputar permanentemente la segunda pelota, algo que desgasta a quienes no están acostumbrados a ese juego, lo que por cierto perjudicó a Racing, quien por suerte con el correr de los minutos supo, de alguna manera, adaptarse a las necesidades del mismo y si bien no pudo mostrar su mejor imagen, logró revertir el resultado logrando un triunfo muy importante, que refuerza lo anímico para seguir afianzando un equipo que tendrá duros rivales en la Copa Libertadores.

La incomodidad era manifiesta desde Musso hasta Licha y Lautaro, porque no podían hallarle la vuelta al partido, hasta que Racing encontró el juego de la adaptación al rival, porque el momento exigía eso y para ello debían cambiar mentalmente.

Y en esa tarea hubo jugadores como Nery Cardozo, que pudieron destacarse del resto, también Dominguez, Sigali, Donatti, el mismo Soto, que parece haber comenzado a repuntar, (casualidad o no, a partir de la contratación del chico Piovi de Argentinos Juniors) y Licha que esta vez aportó más que Lautaro.

Por último digo que me tranquilizan las declaraciones de Coudet, ya que es muy claro al hablar, explicando fielmente lo que pasó en el partido, sin irse por las ramas tirando palabras al viento que muchas veces no dicen nada.

Hasta pronto