lunes, 26 de enero de 2015

Sabe a lo que juega y se siente seguro, pero debe reforzarse.


Racing al igual que en el verano 2014, volvió a conseguir la Copa Ciudad de Mar del Plata, pero en aquella oportunidad, solo fue un sueño de verano, porque se diluyó rápidamente y el equipo volvió a padecer durante ese primer semestre.
Esta vez nos permite vivir una realidad distinta, porque continúa, dentro de lo que es una pretemporada, dando la misma sensación de confianza y seguridad que nos dejó aquel que logró el campeonato hace poco más de un mes, lo que nos permite albergar en nuestros corazones valederas ilusiones de tener buenas actuaciones en los distintos torneos que este plantel debe afrontar.
Ahora bien, también es cierto que esos objetivos de futuro van a exigir una presión y desgaste extra, por lo que es necesario reforzar el plantel con jugadores que hayan tenido experiencia en copas y por supuesto posean, además de las calidades para el juego, la suficiente personalidad y carácter como para vestir la camiseta de Racing, que como sabemos posee un peso específico muy especial.
El equipo alternativo que jugó anoche ante un Vélez Sarsfield que dio muchas ventajas pero que Racing debería haber ganado por goleada si no fuera por los líneas y el árbitro, mostró a las claras que, sabe a lo que juega y se siente seguro, pero debe reforzarse ya que hay zonas donde es imperiosa la llegada de algún que otro jugador.
Por ejemplo en la delantera ninguno de los “suplentes” tiene el nivel que hoy muestran Milito y Bou, con el agravante de que ya no contamos con un jugador de las características y la experiencia de Hauche, al que reemplaza Brian Fernández,  el ex Defensa y Justicia, un chico hábil y con buenos movimientos, pero totalmente diferente.
Por ahora Castillón, que ayer tuvo un partido aceptable y entendiendo que no tuvo continuidad en el semestre anterior, no se muestra como uno de esos jugadores que al entrar puede ser como una solución (como sí lo hacía el “demonio”) y Castro, sobre quien se tienen muchas esperanzas, no se le pueden tirar todas las responsabilidades en caso de no contar con los titulares.
Creo que lo de Silva puede ser muy interesante (por supuesto sin pagar una locura), porque él solo genera revuelo en el área, por convicción ganadora y por carácter, además de que ha evolucionado en el juego asociado.
Entiendo que también hacen falta un armador (el “Papu” Gómez posee la cuota de buen juego y agresividad necesaria) y algún otro volante, pero creo que si por cualquier eventualidad Milito y Bou no estarían, Racing perdería mucho de su juego ofensivo, por eso me parece que hace falta un punta de “peso” y a mi parecer esa es la prioridad número uno.
Esto pensaba hasta el mediodía de hoy, donde se da como hecho la salida de Centurión para ir a jugar al San Pablo de Brasil.
Entonces digo que, más que nunca hay que buscar otro refuerzo de la importancia que tenía “Centu” en este equipo, porque se nos iría el “abanderado”, ese que aunque a veces se confunde, es el que desequilibra por atrevido, encarador y guapo, sumándole en su último semestre un trabajo menos individual y con mejor entendimiento del juego colectivo.
Leí algunos tweets que me sorprenden, porque se comenta que Tagliafico puede ser el jugador buscado para reemplazarlo, pero creo que todos sabemos que aunque es un buen marcador de punta no tiene características similares a Centurión.
De los que se hablan considero que quizás el Papu Gomez o Bertolo podrían, de alguna manera, compensar la falta de un jugador que seguramente vamos a extrañar.

Hasta pronto.



domingo, 18 de enero de 2015

Racing respondió con juego y Boca lo hizo con golpes.


Volver a ver a Racing ya me ponía feliz.
Pero fundamentalmente estoy contento, porque este equipo me sigue transmitiendo desde sus últimos encuentros del torneo pasado, que lo llevaron a ganar el campeonato, esa confianza de que no solo va a ser difícil que pierda, sino que puede tranquilamente ganar o remontar un resultado adverso, como ayer, donde ya perdía a los pocos segundos de iniciado el encuentro.
El triunfo es muy merecido, porque supo dar vuelta un resultado teniendo paciencia para encontrar el juego y las oportunidades para atacar a Boca y a partir de los 15 minutos  Racing comenzó a avisar con un mano a mano de Bou que salva Orión, mientras Centurión iba camino a convertirse en el abanderado de este Racing, trabajando sobre la izquierda en toda la franja, pero sin abandonar ese atrevimiento para encarar y provocar jugadas de peligro.
Y llegó el empate en una jugada donde Milito dejó expuesta su capacidad, realizando un movimiento sin pelota que sorprendió a los centrales de Boca y dejó solo a Bou nuevamente frente a Orión, pero esta vez definió con clase.
Racing fue creciendo más y más buscando el triunfo y llega el segundo gol en una jugada que comienza Centurión que supo cuerpear una pelota, para luego asistir a Bou quien la ubica al medio del área para que Milito convierta.
Si se quiere, una devolución de gentilezas de este goleador, que ya debemos aceptar que, no solo hace goles sino que ha demostrado que es muy inteligente.
El juego de Centurión iba en aumento y se tornaba imparable, por lo que se había convertido en el “buscado” por los jugadores boquenses.
Eso llevó a Boca a la locura y 2 minutos después Erbes le aplica un codazo y es expulsado, después Gago es amonestado por infracción a “Centu” y posteriormente llega la patada artera y de malaleche de Marín a la altura del gemelo de “Ricky”, que lo deja fuera del partido temiendo lo peor, mientras  Boca quedaba con 9 jugadores.
Lo que pasó simplemente fue que ante una misma situación ( ir perdiendo) , Racing respondió con juego y Boca lo hizo con golpes, diferencia que quedó expuesta en la cancha.
Después era cuestión de no arriesgar el físico y dejar que pase el tiempo que por decantación tenían que llegar más goles y así fue, dos goles más de Bou, quien se alzó con una tripleta o hat-trick , como más les guste decir.
Como nota distintiva y aunque Boca estaba con dos hombre menos, el enganche de Brian Fernández ante Orión en el último gol de Racing fue un gesto de un jugador de potrero, atrevido, pero no egoísta, ya que pudiendo convertir fue generoso con un pase para Acevedo quien alarga a Bou para que convierta en su noche inolvidable.
Por último digo que lo de Diego Milito es de excelencia.
A su juego, que muestra un brillo diferente, le suma valores muy significativos, tales como su humildad, su ascendencia natural sobre el grupo y sus sensatas declaraciones.
Un jugador con proyección dirigencial de alto nivel para el futuro de nuestro querido Racing.


Hasta pronto.