lunes, 7 de octubre de 2013

Rumbo a lo conocido.


Había escrito ayer a la noche que daba la sensación que los jugadores ya no respondían a Carlos Ischia y eso culminó, después de la derrota ante Rafaela, con la renuncia del mismo a la dirección técnica en horas de la madrugada.

Hoy se sucedieron reuniones durante toda la tarde y como siempre sucede la lista de los técnicos que pueden dirigir a Racing es interminable, aunque como todos imaginamos no habrá muchas sorpresas a la hora de la elección, aunque a ciencias ciertas suceden cosas que descolocan al más ubicado.

Los dirigentes que han quedado a cargo del club parecen haber consultado a los referentes del plantel ( Camoranessi, Ortiz y Saja ) sobre cual es el perfil de técnico que ellos prefieren, algo realmente llamativo y que suma confusión al desconcierto que ya existe sobre el tema a dilucidar.

Algo sugestivo –según cuentan voces racinguistas en twitter- fue que Pelletieri y Zucculini no acudieran a la misma, lo que agrega más dudas sobre  la no tan buena relación que existiría entre los integrantes del plantel.

Además, parece ser que habrían consultado –sin ponerse colorados- al ex manager Roberto Ayala, cosa que realmente sorprende ya que fue despedido porque no estaban de acuerdo con su gestión.

La desorientación es muy grande y me llamó poderosamente la atención que ahora los jugadores se hayan decidido por un perfil de técnico similar a Zubeldía, algo que le hubieran hecho saber a Ayala cuando eligió a Ischia y de esa manera se hubieran evitado ciertas consecuencias que hoy se están sufriendo.

La coherencia y la dignidad parecen haber quedado de lado hace mucho tiempo en nuestro querido Racing y realmente no se me ocurre cual podría ser la solución ideal para salir de esta situación que cada día que pasa nos ahoga más y más.

Si es realmente cierto que son los jugadores y no los hinchas los que decidirán que tipo de técnico podría darle a este plantel una inyección anímica y los ponga otra vez en funcionamiento, yo propondría que los referentes acerquen nombres de los que a ellos les gustaría que los dirijan, pero también que se comprometan a hacerse responsables si siguen haciendo una campaña tan desastrosa como la que vienen cumpliendo, abonando la salida del técnico elegido.

Se que esto es una utopía porque nunca pasó, pero si no estaban de acuerdo con Ischia o no lo entendían –algo difícil de aceptar porque en el fútbol no hay tanto misterio- se lo hubieran planteado como hombres que son, y no jugando casi a desgano haciendo sufrir a millones de hinchas.

Este equipo parece un viejo coche que nunca arranca y cuando lo hace se para a los 10 minutos,  y más que un buen mecánico, necesita un cambio de motor porque ya hay piezas muy desgastadas, pero lamentablemente Racing no está en condiciones de hacerlo, por lo que habrá que encontrar a ese hombre que pueda con su experiencia, hacerlo andar aunque sea a los tumbos.
Racing seguramente terminará decidiéndose por tomar el rumbo a lo conocido, porque a pesar de que son muchos son los nombres en danza, pienso que finalmente terminarán eligiendo a alguien que ya conozca el paño de lo que es sufrir y pelear en estas condiciones.

A mi personalmente –y ya lo dije en muchas ocasiones- me gustó la etapa de Ardiles, donde Racing jugaba muy bien, pero estamos muy apremiados y no estoy seguro que se lo respete y se lo aguante si no saca resultados rápidamente.

Porque el miedo nos ha invadido y eso posiblemente no le permita pensar libremente a este nuevo Presidente para que pueda tomar decisiones avezadas en este mandato impuesto por la necesidad y nunca buscado.

Ojalá tengan suerte dirigentes y jugadores en la elección del técnico, porque de ellos depende poder seguir viendo a Racing en Primera División.

Hasta pronto.















Cuando un equipo no sabe lo que busca, no sabe a lo que juega.


Racing se encuentra en un laberinto cada vez más estrecho por el que avanza angustiado, nervioso y confuso, sabiendo que se le hace cada vez más difícil encontrar la salida.
Este equipo que hace mucho tiempo carece de ideas hoy dejó en claro que perdió la confianza en su conductor de grupo, aquel que debe brindarles seguridad en sus conceptos e indicarle cual es el camino.
Esto no quita responsabilidad a los que integran ese plantel, ese grupo y que son los que tienen el deber como profesionales de por lo menos ofrecer, aún en la peor de las jornadas, todo el esfuerzo que puedan, porque todos aquellos hinchas que concurren a la cancha, como los que los escuchamos o los vemos por otros medios, merecemos una respuesta diferente, totalmente opuesta a lo que se vio hoy en el Cilindro.
Peor imposible.
Un equipo desarmado en todas las líneas, inseguro, con jugadores que parecen no conocerse y  que los han citado para una prueba, más comparable a un rejuntado de barrio que a un equipo profesional.
Frágil por donde se lo mire. Sin respuestas en ningún sector. Tratando de sacarse la pelota de encima y con un arquero que ya no logra convertirse en “salvador” y donde sus gritos mueren en si mismo.
Todo se ve alarmante, la falta de referencia en el área, la endebles del medio campo y la inconsistencia de la línea de fondo, nos pintan un futuro sombrío.
El desandar de un Racing desorientado nos está marcando que cuando un equipo no sabe lo que busca, no sabe a lo que juega, por lo que creo que es el momento de replantearse objetivos y responsables para lograr los mismos.
Porque desde que Carlos Ischia asumió el equipo, éste no muestra reacción alguna y se va resquebrajando cada vez más.
Si pasan otras cosas ( comentarios de disconformidad se escuchan en muchas audiciones partidarias ) que se encierren una semana y se digan las cosas de frente, como debe ser.
No hay otra salida.
Deben entender que el club y los hinchas están por encima de ellos.

Hasta pronto.