lunes, 19 de diciembre de 2016

Un entrenador fiel a su idea.


Después de haber finalizado el partido con Unión, se escuchó decir a Blanco que de ninguna manera se iba Zielinski y al "Ruso" espresar “No sé por qué hablan de mi salida”. 

Pero los jugadores no dijeron nada sobre el DT.

Parece que este plantel no comulgó con ninguno de los dos técnicos que pasaron en el corriente año y esto lleva a una seria reflexión sobre la elección del futuro responsable técnico por parte de la dirigencia, pero también por parte de los jugadores que debieran entender que se deben al club y al conductor que contrate la Comisión Directiva.

Hubiera sido más transparente expresarle al presidente Blanco que no estaban de acuerdo con la contratación de Zielinki o de quien fuera y no esconderse detrás de falsas actuaciones para condenarlo anticipadamente al fracaso.

Por lo menos esa era la sensación que dejaba el equipo en la cancha, al margen de los errores tácticos o en los cambios que se le podían objetar al técnico, porque había jugadores que parecían hacerlo a desgano.

No pongo en tela de juicio lo que sienten muchos jugadores por Racing, pero a veces se comete el error de creer que porque se ganó un campeonato, tienen derecho a decidir por el futuro del club, tomándose atribuciones que no le corresponden.

Pero respetuosamente digo que, tanto Sava como Zielinski también tienen su cuota parte de culpa, ya que por los motivos que nunca se llegaran a conocer, jamás pudieron plasmar por largo tiempo los conceptos futbolísticos por el cual los contrataron, terminando en algo inexpresivo que nunca llegó a convencer, sin darse cuenta que el final sería el mismo, con  la diferencia de que si lo hubieran hecho, por lo menos su impronta hubiera quedado expresada, es decir, yo soy esto.

Como todo técnico que trabaje en Argentina, conoce y tiene estudiados a todos los jugadores de los distintos equipos que disputan los distintos torneos, es inaceptable que cuando llegan a un club digan que no sabían con que se iban a encontrar, así que a partir de allí lo único que me gustaría es que tenga la valentía de ser un entrenador fiel a su idea y la defienda a rajatabla, aún a costa de tener que sacar del equipo a jugadores aparentemente intocables.

Hasta pronto.