martes, 16 de enero de 2018

El “puzzle” del “Chacho” Coudet.


La llegada de Coudet ha creado una gran expectativa, especialmente porque su propuesta, que si nos guiamos por su paso en Rosario Centra es esperanzadora, está basada en ser protagonistas siempre, en jugar ofensivamente y con una gran intensidad, algo contrapuesto a lo que se vio el año anterior, bajo la conducción de Diego Cocca.

Pero ese cambio también trae aparejado lógicos inconvenientes, porque muchos de los jugadores que fueron contratados por Racing en la etapa anterior no son del gusto del “Chacho” y debieron tomar otro rumbo, aunque todavía quedan algunos marginados que deberán resolver su situación.

Y la consecuencia de ese “desarme” naturalmente llevó a Racing a contratar nuevos jugadores, aquellos que puedan adecuarse rápidamente a la idea que tratará de imponer Coudet, y a través de las gestiones, hoy con Diego Milito como responsable de la Secretaría Técnica, llegaron al club Nery Cardoso, Nery Dominguez, Donatti y Zigali, quienes a priori tienen las condiciones que satisfacen al “Chacho”, ya sea por haber dirigido a varios y/o por sus buenas actuaciones en sus últimos equipos.

Pero este nuevo rompecabezas hay que empezarlo a armar, y no es sencillo, ya que parece más un “puzzle” complicado, porque cambian las reglas del juego y el tema de fondo es que no hay demasiado tiempo para lograrlo, dado que hay que comenzar a jugar por los puntos en poco más de 10 días.

Y eso es preocupante, ya que ahí sí, estamos en desventaja con los otros equipos grandes, porque  que todos vienen con continuidad de técnico y plantel, lo que les da un plus, ya que pueden tener un  problema de ritmo futbolístico, pero en general, la idea la tienen incorporada.

Anoche ante Temperley, aún entendiendo que Racing presentó un equipo alternativo, hubo una diferencia sustancial y fue que el equipo “Gasolero” además de jugar con sus titulares  tomó el partido como una final, ya que se pudo ver como disputó cada pelota y como se los veía ansiosos finalizando el partido, esperando el pitazo que le diera como ganador el mismo.

Mientras tanto el equipo académico trataba de cumplir con algunas premisas del técnico, las que nunca pudo llevar adelante, por lo que nada nuevo se pudo observar para por lo menos decir, que se vio la mano del “Chacho”.

Una de las cosas más difíciles que hay en el fútbol es lograr precisión en velocidad y ayer se pudo ver justamente lo contrario, mucha aceleración pero llena de imprecisiones, lo que derivó en un ir y venir sin ideas.

Sobre todo en el primer tiempo, hubo desajustes en defensa y el medio campo no tuvo mucho juego ni recuperación, donde rescato al “Facha” Gutierrez, que juega con una paz increíble, por lo que los delanteros no tuvieron una sola ocasión de gol, algo que mejoró en la segunda etapa, en la que también me sorprendió por lo atrevido y por su personalidad el chico Gonzalo Córdoba, donde Temperley se retrasó mucho y se dedicó a defender el gol de ventaja con alma y vida.

No es momento para juzgar a nadie, porque  los equipos se van conformando al andar, es decir jugando partidos, y eso es lo que personalmente más me inquieta, dado que además de torneo local en pocos días,  dentro de un mes y medio comienza la Copa Libertadores para Racing y no se si alcanza ese período de tiempo para lograr un buen funcionamiento.

Por último se viene el clásico de verano, que por supuesto todos los hinchas de Racing queremos que el equipo gane, pero pensemos que será difícil porque la Academia enfrentará a  un equipo afianzado, mientras el “puzzle” del “Chacho” Coudet, recién se está comenzando a armar.