sábado, 30 de noviembre de 2013

“Estamos mal, pero vamos bien”


Esperaba que después del partido que se le ganó a River, el equipo se sintiera más seguro y más confiado para enfrentar a Rosario Central en Arroyito, pero desde el inicio el equipo rosarino comenzó a desnudar a este Racing que mostró una de las peores caras de este torneo.
Racing era un equipo totalmente impreciso donde el único que se tenía confianza para dominar  la pelota -aún no usándola como corresponde- era Gómez, después lamentablemente a todos les rebotaba o la perdían rápidamente en los pocos pases que se intentaban, mientras Central lo superaba con pelota al pie, desborde y velocidad, lo que anticipó la llegada del gol a través de Castillejos que con un cabezazo sorprende a Saja.
Racing parecía detenido en el tiempo, porque era alarmante la lentitud que presentó en todas sus líneas, a lo que se sumó una llamativa falta de rebeldía.
Así se veía Racing en la cancha de Rosario.
Ni rápido, ni furioso.
Era como que la cabeza de los jugadores estaba en otra dimensión.
Quizás sobre los minutos finales del primer tiempo, Central abandonó la presión y le permitió tomar aire a Racing quien sufrió menos, aunque nunca molestó a Caranta.
El segundo tiempo Merlo sorprende con Ibáñez por De Paul, -un cambio que no entendí salvo que estuviera lesionado- quien no tuvo un buen partido, pero sus otros compañeros tampoco lo habían hecho bien .
Pero para “Mostaza”todo debe seguir igual, bien atrás, quizás con la idea de que no le conviertan más goles y esperando un error de los rosarinos para poder igualar, porque la diferencia solo era de un tanto.
Era realmente malo, diría mejor muy malo lo de Racing para tener esa esperanza de igualar, porque no se hilvanaba una sola jugada y Caranta era un espectador más.
El equipo no mostraba esa actitud de otros encuentros y la expulsión de Aued complicó aún más a Racing, porque Central acentuó su dominio en todo el campo, aunque no inquietaba mucho a Saja.
Merlo envía a la cancha a Di Nenno por Vietto y más tarde a Hauche por Viola.
Minutos después Saja tuvo una acertada protesta cuando Donatti patea una vez que le habían sancionado la posición adelantada. Resultado, expulsado por doble amarilla y otra vez iguales en cantidad de jugadores, esperando que en esos minutos finales Racing fuera por el empate, pero no, todo seguía igual y parecía que el triste final era inevitable.
A los cuarenta minutos Cahais envía un centro que sorprende a los centrales y Hauche atropellando se lleva la pelota por delante convirtiendo el gol de la igualdad.
¿Milagro? Súper Milagro! Todos atrás para aguantar y los hinchas con los ojos bien cerrados, porque en una jugada en tiempo de descuento un cabezazo pega en el palo del arco de Saja, rebota en las piernas de Ortiz y recorre la línea perdiéndose por el otro poste.
Dos milagros en pocos minutos suenan a mucho, pero parece que este “Mostaza” todo lo puede, aún en un pésimo partido del equipo en general, donde se podrían rescatar como los más correctos dentro de ese panorama, a Gómez y a Saveljich.
Seguramente a Merlo le caería bien aquella famosa frase “Estamos mal, pero vamos bien” utilizada por el ex-presidente Menem.
Porque en una actuación para llorar, terminamos riendo y “Mostaza” sigue sumando puntos, para bien de él y para bien de Racing que hoy llegó a los trece.
Suerte, aureola, cuernitos o remera azul, la cuestión es que hoy estamos con puntos que ni soñábamos hace un mes atrás, cuando muchos seguramente pensábamos que no llegábamos ni a seis.
Pero hay mucho que mejorar.
Esto puede hacernos esbozar una momentánea y nerviosa sonrisa, pero no nos quita la preocupación sobre lo que viene.
Sabemos que así va a ser muy difícil pelear el próximo torneo.
Hasta pronto.











lunes, 25 de noviembre de 2013

El valor de este triunfo.


Personalmente cuando jugamos con River no analizo si se juega bien o mal porque lo único que deseo es ganarles aunque sea con un gol hecho con la mano.
Quizás es el único equipo que habitualmente le gana a Racing “con la camiseta”, nos “cachetea” y nos goza,  por eso valoro mucho este triunfo de hoy.
River venía muy mal, pero no debemos olvidar que Racing hasta aquí también realizó una campaña lamentable, lo que no nos  brindaba muchas esperanzas para este encuentro.
Pero así y todo el partido mostró en el primer tiempo a un Racing ordenado, que buscaba jugar en bloque y apretar en campo rival, algo que dió sus frutos, ya que generó tres situaciones en los primeros veinte minutos : un penal a Hauche no cobrado, el gol de Zuculini, ( el mejor jugador de Racing ) ante un tiro libre de De Paul,  y una nueva aparición de “Zucu” por derecha que llega al fondo, hace pasar de largo a un rival y remata desviado frente a Barovero ( tenía otra opción de pase pero quizás la emoción de la jugada y su gol anterior lo cegaron un poco ).
Racing corría mucho pero no jugaba tanto y entre el desgaste físico y la poca tenencia de pelota, le fue dando a River la posibilidad de acercarse al arco de Saja quien respondió muy bien ante dos situaciones de Teo Gutierrez.
En el segundo tiempo River salió más decidido a buscar el empate, lo que le permitió a Racing tener otras dos oportunidades más para aumentar la ventaja.
Una escapada de Hauche por izquierda quien habilita a Viola pisando el área grande y remata desviado solo frente al arquero y la segunda donde Hauche remata muy mal ante un centro de Zuculini.
Después nada más en ofensiva y a partir de allí, a sufrir.
Racing entregó totalmente la posesión de la pelota a River y esperó que pasara el tiempo, tesitura confirmada por Merlo cuando realiza los cambios: Aued por Pelletieri de bastante buen rendimiento, Ibáñez para frenar a Vangioni por Hauche, que alternó más malas que buenas y Battaglia por De Paul quien evidentemente queda fundido por realizar un trabajo de ida y vuelta por su banda, el que evidentemente no siente.
River buscaba por los costados y fundamentalmente con centros, los que en general no llevaron mucho peligro porque la línea de fondo estuvo bastante segura.
Así, entre nervios y ruegos por parte del hincha de Racing finalizó el partido y el desahogo finalmente pudo darse en las tribunas y supongo en las casas de todos los racinguistas.
Pero el valor de este triunfo tiene varios ingredientes: se quebró la racha de no ganar de local, se consiguió el primer gol de local, ya que el de Lanús había sido en contra y especialmente se le ganó a los Millonarios, con todo lo que esto significa.
Alegría al fin para todos y especialmente para este equipo que parece se ha recuperado anímicamente y aunque por ahora corre mucho y piensa poco, nos permite volver a sonreír y sumar tres puntos importantes de cara al torneo que viene.

Hasta pronto.











domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Todo vale para este Racing?


Olvidando los partidos anteriores a Merlo, este fue el peor de todos los que dirigió “Mostaza”, porque el Racing de hoy mostró poco de lo que habíamos visto en los anteriores.
Lo único que, a mi gusto, que sería rescatable, es que mantuvo la actitud y la aparición en el gol del chico Di Nenno.
En cuanto al juego, fue muy negativo y solamente podemos señalar la jugada del gol del empate en esos primeros minutos del segundo tiempo, donde Racing se adelantó un poco.
Después solo a esperar que pasara lo peor, porque el equipo se refugió en su campo y Quilmes estuvo muy cerca de llevarse el triunfo.
Desde el comienzo llamó la atención la inclusión de Hauche para reemplazar a Villar, fundamentalmente por el pésimo momento que está pasando el “Demonio” quien realmente hace casi todo mal y aunque no se le puede criticar su enorme esfuerzo por cumplir lo que le ordenan, queda en evidencia su falta de sensibilidad para devolver una pelota o su poca claridad para jugarla bien cuando la tiene.
Esa zona fue aprovechada muy bien por Quilmes  y Racing no le pudo encontrar la vuelta durante todo el primer tiempo, aunque a ciencia cierta el gol de los cerveceros llega por una acción desafortunada donde recibe Caneo habilitado y define.
En el segundo tiempo se esperaba una reacción de Racing y Merlo realiza un cambio sorpresivo e inesperado, Di Nenno por Vietto. ( dicen que Vietto se contracturó).
Pero este cambio tuvo su resultado ya que a los 6 minutos ante un buen centro de De Paul, Di Nenno cabecea y la pelota pega en el travesaño, el rebote lo recoge Viola que cabecea prácticamente al cuerpo de Peratta y Di Nenno nuevamente, que mostró repentización y concentración en la jugada, convierte el gol.
Después Racing jugó desde los 10 minutos arrinconado en su campo, olvidándose del arco rival y donde todos se la sacaban de encima como podían o se la entregan a Saja para que este la envíe hacia adelante a esperar que la suerte nos ayude, más aún cuando entraron Quilez por Viola ( dicen que jugó con una molestia ) y Aued por De Paul, reemplazos que no aportaron ni marca ni juego.  
Pero era evidente que Merlo quería sostener el empate a toda costa, a pesar del dolor de ojos que nos ocasionaba a los hinchas.
Y finalmente encontró lo que fue a buscar.
Un punto para la lamentable campaña de este torneo, aunque en la de él se ve como importante, porque suma 7 de los 15 que se disputaron en su período actual.
¿Todo vale para este Racing? 
Ese el punto a dilucidar.
Llegar a la conclusión de, si se justifica el empate por la importancia del punto o por el delicado momento por el que transita el equipo.
Un tema difícil con respuestas inciertas, porque la necesidad tiene cara de hereje, y entonces todo se justifica para salir de una mala situación.


Hasta pronto.






lunes, 11 de noviembre de 2013

Me extraña araña…


Evidentemente es difícil aceptar como hincha que de local Racing no trate de buscar el partido, pero hay técnicos a los cuales no hay que darles el gusto, porque eso es lo que prefieren cuando van de visitante y trabajan sus equipos esperando pacientemente y ordenados el error lógico que normalmente puede cometer el rival de turno que habitualmente se va desarmando al atacar.
En ese ejemplo están entre otros Alfaro con su Arsenal y Caruso con su Argentinos Juniors, quienes saben sacar provecho de esas situaciones, sobre todo cuando no se concretan las posibilidades de gol que tiene el equipo local como le pasó hoy a Racing quien careció de claridad a la hora de definir y de saber que hacer en cada situación.
Viola y Vietto ( este último de muy baja actuación ) fueron muy individualistas y se empecinaron en la mayoría del tiempo, a resolver por su cuenta y de muy mala manera la mayoría de las jugadas que pasaban por sus pies, salvo en alguna puntual.
Racing no mereció perder pero evidentemente al no concretar las pocas jugadas que tuvo para abrir el marcador y tampoco contar con la suerte en el descuento donde sobre la línea, Di Nenno increíblemente levanta la pelota haciéndola rebotar en el travesaño, finalizó el partido con las manos vacías. 
Hoy me pareció que Racing al atacar, por momentos quedaba partido al medio y a Campi por ejemplo, le costaba recuperar la pelota cuando el equipo la perdía cerca del área rival y quedaba expuesto junto al resto de la defensa por la diferencia de velocidad de los volantes de Argentinos, sobre todo de Gomez.
El gol fue un ejemplo de ello, donde Corvalán se pasa de largo al querer anticiparlo y a medida que el volante del bichito atacaba iba desarmando una defensa que no podía lograr controlarlo, hasta que habilita a Boyero por la izquierda quien define cruzado.
Una historia repetida muchas veces en el fútbol es la que hoy le tocó a Racing, porque quizás lo traicionó el ser local, obligándolo a cambiar el juego, a ir a buscar y a soltarse más, entregándole al rival la posibilidad de utilizar su mejor arma.
Me extraña araña, que siendo mosca no me conozcashabrá pensado Caruso al finalizar el partido.
Aunque es cierto que si Vietto no hubiera estado tan torcido quizás todo hubiera sido distinto.
Pero hay cosas para destacar, como la levantada de Villar, de buen partido y figura de Racing. Prácticamente no perdió pelotas, armó juego, fue siempre criterioso y llegó a posición de gol. Además se lo vio en mejor estado físico. (Lamentablemente tuvo la quinta amarilla y no estará ante Quilmes.)
La defensa estuvo correcta y Gomez también se destacó haciendo con el “Pipa” una dupla muy interesante sobre la derecha.
Por eso creo que debemos confiar, ya que en general el trabajo de Merlo ha marcado un cambio en el equipo, al que se lo ve con mayor actitud, orden y también por momentos con mejor juego asociado, lo que nos permite tener la esperanza de lograr buenos resultados contra los futuros rivales.

Hasta pronto.








lunes, 4 de noviembre de 2013

Tuve la suerte de estar allí.


Es mi intención contarles a los hinchas de Racing algunas sensaciones vividas hace 46 años, cuando la Academia se coronaba Campeón del Mundo.
Todo comenzó en el primer partido semifinal con Nacional de Montevideo jugado en cancha de Racing ( Agosto de 1967 ) y donde junto a mi hermano Pino, mi amigo el “Gallego” Uzal y un compañero de aventuras racinguistas Osvaldo Bouza, veíamos como los uruguayos nos mataban a patadas en el propio cilindro de Avellaneda. Resultado 0 a 0 y revancha en Montevideo.
Tanta fue la bronca que nos dijimos ahí mismo, tenemos que ir a Uruguay y allá viajamos con otro amigo de la infancia “Coco” Latorre ( hincha de San Lorenzo ) y cuando llegamos la ciudad estaba llena de pasacalles que decían “Nacional, Campeón de América” pero la sorpresa más grande fue que los hinchas de Peñarol en la calle nos alentaban y después pudimos comprobarlo en la tribuna del Centenario donde encontramos a muchos de ellos haciendo fuerza por Racing.
Pero otro empate 0 a 0 nos llevó al tercer partido en Chile, y allí la Academia ganó 2 a 1 pasando a jugar la final con Celtic.
Después de la derrota en Escocia por 1 a 0, llegó el triunfo en Avellaneda por 2 a 1, y otra vez tercer partido pero como debía jugarse en un país neutral, se eligió Uruguay.
Y allá fuimos nuevamente, esta vez acompañados por otro amigo bostero, Juan Carlos Ruas, que hasta llevó una bandera de Boca en un mástil de madera.
Todos para hinchar por este Racing que estaba a un paso de hacer historia.
Nuestras madres nos habían provisto de comida para nuestra aventura montevideana y nuestros bolsos rebalsaban de sandwiches ( de milanesa la mayoría ).
Embarcamos un viernes a la noche en el 33 Orientales y arribamos por la mañana.
Fuimos a la playa de Pocitos a esperar que se acercara la hora del partido y después de comer viajamos hasta el Centenario en microómnibus llenos de uruguayos que hacían comentarios en contra de la Academia.
Ya más tranquilos en la cancha, el estadio se lleno a full y los hinchas de Racing más algunos de otros equipos ( recuerdo una bandera de Vélez ) que éramos unos 5.000, ocupamos la tribuna lateral América (también pude ver a Antonio Carrizo, boquense de corazón).
Pero en esta oportunidad no había ningún uruguayo hinchando por Racing, como pasó ante Nacional. Esta vez todos se habían unido para alentar al Celtic que fue recibido con una estruendosa ovación.
No recuerdo si fue antes del partido o en el entretiempo y ante cantos agresivos de toda la cancha contra los argentinos y que hacían referencia a la dictadura ( era cierto porque Onganía presidía un gobierno de facto) de bronca todos los hinchas comenzamos a cantarles “Los uruguayos corren la coneja, los argentinos comemos milanesa” y de muchos lados de nuestra hinchada se empezó a tirar comida a la cancha (todo lo que le había sobrado a los hinchas ), algo que les dolió muchísimo porque la economía uruguaya estaba pasando un mal momento. (De alguna manera los estábamos tratando de muertos de hambre).
Eran tiempos difíciles para Uruguay.
El partido fue de alta tensión y la impotencia de los escoceses que buscaban que los de Racing reaccionaran ante sus agresiones, no impidió que este grupo de heroicos jugadores se consagrara Campeón con el inolvidable gol del “Chango” Cárdenas otorgándole a Racing además del título, la distinción de ser el Primer Campeón del Mundo de la Argentina.
He visto llorar como nunca a muchos hinchas y todos los que allí estábamos entonamos emocionados el Himno Nacional Argentino, lo que los enardeció más todavía abandonando la cancha rápidamente, lo que presagiaba que nos iban a esperar a la salida.
Dicho y hecho.
Fue muy difícil abandonar el estadio y una y otra vez bajamos y subimos la tribuna, porque al intentar salir se venían todos los que nos esperaban en las inmediaciones aunque la Policía te decía “salgan tranquilos que no pasa nada”
Finalmente y después de un par de horas caminamos mucho siempre atentos a los que nos podía suceder y pudimos llegar cuando estaba anocheciendo al barco, donde al zarpar tuvimos que protegernos ubicándonos del lado contrario al muelle, porque una multitud de gente se había llegado hasta allí para tirarnos todo lo que tenía a mano
( botellas, piedras, etc. )
Después nos enteramos que en la Avenida 18 de Julio hubo una “batalla campal” entre hinchas argentinos y uruguayos donde volaron sillas, mesas, etc
Fue un 4 de noviembre de 1967 y tuve la suerte de estar allí.
Hoy quiero rendir homenaje a aquel plantel y cuerpo técnico, que fue orgullo de los hinchas de Racing  y que conformaron “el equipo de José”, agradeciéndoles el haberme hecho vivir grandes emociones.

Gracias por haberlo leído.

Hasta pronto.








¡Quedate pancho que esta “Mostaza” es buena!


Parece que parte de la fuerza física y anímica ha retornado al deteriorado equipo de Racing, el que comienza a encontrar un andar a paso firme, con más seguridad y más confianza para dejar atrás el mal que lo venía aquejando desde hace tiempo.
Es evidente que todavía quedan algunas etapas para estar repuesto del todo, pero parece ser que “Mostaza” Merlo está dando en la tecla con el diagnóstico y el tratamiento, lo que nos hace pensar que la recuperación no está muy lejos.
El paso a paso se está cumpliendo y hay conceptos que marcan que ese es el camino correcto, a pesar de que el mismo no está despejado del todo y por momentos se hace difícil transitarlo.
Pero el equipo ha mostrado algunos aspectos muy rescatables como por ejemplo volver a recuperar la confianza de su arquero y además porque volvió a asomar en él, el liderazgo que Racing necesitaba.
Porque la defensa está más segura y aún en los momentos más apremiantes, responde con otro espíritu y donde el permanentemente reprobado Corvalán, hoy pasó a ser un jugador más respetado.
Porque la aparición de Campi que nos volvió a sorprender -además de debutar en el gol y participar en el primero-  le imprimió al medio campo más orden y dinámica, donde también se notó la mejoría de Villar.
Y adelante la bienvenida y saludable recuperación de Vietto, quien mejoró mucho su nivel y que junto con Viola están retomando la buena senda, aunque a veces se exceden al querer finalizar las jugadas en forma individual.
Racing ganó donde habitualmente no ganaba, porque históricamente el “bosque” le fue esquivo a la Academia, por lo que este triunfo tiene un valor superlativo.
El “parco” Merlo con la simpleza que lo caracteriza está logrando convencer al plantel de que debe haber mayor orden, actitud y confianza y por lo que se ve le están respondiendo, algo que nos permite afrontar el futuro con una considerable esperanza.
Desde la llegada de “Mostaza” algo está cambiando y el hincha parece entenderlo, le guste o no como juega y/o plantea los partidos, por que es tiempo de alentar aprovechando este viento a favor que esperemos siga soplando.
Por eso me permito decirle al hincha: ¡Quedate pancho que esta “Mostaza” es buena!

Hasta pronto.