jueves, 21 de enero de 2016

Camino a México, Racing puso primera.


Era un partido donde a priori Racing debía ganarlo por la diferencia de categoría entre los dos equipos, aunque existía un riesgo que podía afectar anímicamente al perdedor, mucho más si el que salía derrotado es el que jugaba con jugadores de mayor jerarquía.

Pero Racing debía hacer jugar al equipo, que presumo será el que enfrente al Puebla el 3 de febrero, asumiendo las contingencias que un resultado adverso le podía afectar, sabiendo que, a nosotros los hinchas, nos cuesta digerir eso de que estos partidos, son de preparación y que no importa tanto si se gana, se empata o se pierde.

Respecto del partido que tuvo más momentos buenos vi un Racing con bastante buen juego hasta los 20 minutos del primer tiempo que tuvo a maltraer a la defensa boquense y donde convirtió dos goles (Milito y Acuña) mientras Bou estrelló una pelota en el travesaño, después bajó su presión y allí se pudo observar cierta desarticulación en defensa por los espacios que había entre la última línea y el lento regreso de los volantes, lo que le permitieron a Boca acercarse al área racinguista, aunque buscando solo con algún tiro desde fuera del área a los que Ibáñez respondió de buena forma.

En el segundo tiempo y cuando nadie lo esperaba un mal fallo de Delfino le dio a Boca un penal y la posibilidad de descontar, que fue después de la atajada de Ibáñez, lo que desorientó un poco a Racing y a los pocos minutos una distracción de la defensa le permitió a Chavez lograr el empate.

Allí Racing pareció despertar y rápidamente logró la tercera conquista con otro penal que solo Delfino vio ( aunque debió de otorgar el gol con que terminó esa misma jugada) y que Bou, picándola,  convirtió en gol.

Bou comenzó a hacer estragos sobre la derecha y aunque en la primera parte los hizo de buena manera desbordando por izquierda, en la segunda brilló de forma determinante y después de una jugada monumental sobre la derecha con dos caños incluidos, le convierten un justificado penal que concretó en gol.

Esto marca que cuando Bou está tranquilo mentalmente, se enchufa totalmente y es un jugador irreemplazable para la ofensiva de Racing, por lo que el rápido arreglo de su problema es una buena señal para los hinchas.

En general el equipo respondió correctamente y además de Bou para mí sobresalió Ibáñez a quien vi más seguro, más confiado, incluso para rechazar con los puños, también lo hizo muy bien Sánchez, lo mismo que Vizmara, que parece que nunca llega pero siempre lo hace, quien además cuenta con una serenidad y buen pase, Acuña que sigue creciendo y que Sava lo hizo jugar sin posición fija, rompiendo líneas, lo que desorientó a la defensa boquense como en la jugada de su gol y la que pegó en el travesaño y por último me alegró ver a un Milito más entero y más rápido como en el gol.

Tengo la sensación de que Sava pretende volantes con juego que pasen rápido al ataque pero que también regresen a colaborar en la recuperación y me parece que para lograr eso, uno de los tres volantes (Cerro, Vizmara o Aued ) deberá salir del equipo para darle paso a otro que tenga más juego y más velocidad para acompañar a Acuña ( llámese Romero, Camacho o si viene, el Pulpo Gonzalez)

También entiendo que si Sava busca presionar con los volantes y los delanteros, la línea de cuatro no se puede quedar pegada al área grande, situación que le daría espacios a los rivales a la espalda de los volantes, como pasó ayer.

Será un proceso largo, pero el “Colorado” no tiene mucho tiempo para aceitar ese sistema, ya que en menos de 15 días hay que jugar ante el Puebla, por eso camino a México, Racing puso primera y  quizás para tener un buen andar y llegar sin muchas complicaciones, no haya que tocar tanto el motor que hasta ahora vino funcionando bien, por lo menos hasta asegurarse pasar a la zona de grupos en la Libertadores.


Hasta pronto.