lunes, 9 de octubre de 2023

Nada ha cambiado.

Frente a Platense Racing volvió a mostrar que todo sigue igual y con su impotencia y desconcierto dejó escapar una nueva oportunidad para seguir siendo líder en zona.

El interinato de Grazzini-Videla no dejó nada positivo en su primera conducción del equipo, lo que parece dejar en claro que cuando se asume esa especie de “suplencia” mientras se busca otro técnico, no se intenta cambiar nada porque sabe que no hay futuro, solo hay que dejar que el tiempo pase.

La alineación del equipo y su forma de juego lo demuestran ya que es como si hubiera seguido Gago, aunque llamó la atención que no hayan convocado a Vecchio, Miranda y Almendra, especialmente a este último que con el técnico anterior venía teniendo minutos.

Racing salió a la cancha cargando sobre sus espaldas la derrota en el clásico y la salida de Gago, pero intentó sobreponerse con ganas y en los primeros minutos del partido anduvo merodeando el área calamar, aunque después de la injusta sanción de un penal, donde el VAR cambia la decisión de Herrera, Platense se pone en ventaja a través de  Castro, volvió a transitar momentos de confusión ante un rival que le planteó el partido como lo hacen la mayoría de los equipos que vienen al Cilindro, esperar bien agrupados y darle a la Academia el balón, esperando recuperar alguna pelota para salir rápido de contra a los espacios que iba dejando la línea de fondo a sus espaldas.

Y el equipo comenzó a tener mucho la pelota, con los centrales pisando campo contrario estableció un dominio casi total, pero que moría al borde del área rival, porque Martirena y Rojas no encaraban ni lanzaban un centro, Nardoni, Moreno y Gómez ahogados en esa zona vivían desperdiciando pases, Ojeda sin su gambetea solo retrocedía, Juanfer era el único que podía ubicar un buen pase pero no encontraba quien se le moviera mientras Roger queriendo salir del encierro bajaba demasiado, así que todo era un volver a empezar desde la mitad de cancha con Sigali y Piovi.

Por lo repetitivo ese primer tiempo terminó siendo monótono y para la segunda mitad Rubio reemplaza a Martirena y Hauche a Ojeda para ver si podía mejorar en ofensiva, pero en realidad lo que lo llevó a tener un par de oportunidades  fueron las encaradas de Gómez y un remate suyo como otro de Moreno estuvieron cerca de ser goles, pero de un córner a favor, un rechazo, una apertura a Rubio y este que se equivoca en el pase a Juanfer, lo que le permite a Castro sacar un pelotazo desde su campo para que Rius sobre la derecha envíe un centro a la cabeza Ronaldo, que solo en el segundo palo convierte el segundo gol de Platense, un golpe de K.O  para un Racing que sigue teniendo los mismos errores defensivos que viene arrastrando hace tiempo.

Racing tuvo una oportunidad para descontar cuando Gómez en el área levanta una pelota y Lozano estira sus dos manos hacia adelante deteniéndola y cometiendo un claro penal, pero nuevamente Herrera y el VAR coinciden en que no ampliaba el volumen de su cuerpo y le niegan la posibilidad.

La bronca de los hinchas iba en aumento y  la desesperación se fue adueñando de un equipo que sigue sin dar respuestas, desde adentro y desde afuera, porque si bien los jugadores son responsables de mucho de lo que les pasa, deja en claro que el técnico interino no tiene peso sobre el plantel y solo se dedicó a realizar los cambios de rutina como para cumplir, alguno tardío como el de Baltazar Rodríguez, quien con una gran definición convirtió el descuento para terminar dejando la triste imagen de que nada ha cambiado, por lo que necesita contratar en forma urgente un técnico líder para el manejo del grupo, que se gane el respeto de sus jugadores y que con su convicción imponga una idea de juego que pueda llevarlos a recuperar la confianza y las ganas perdidas.

Sobre el hincha quiero decir que cuando es socio contribuye con la economía del club, pero fundamentalmente es el respaldo anímico del equipo y ese amor incondicional a la camiseta y al escudo lo lleva a expresar sus sentimientos de distintas maneras y si gustan sus cantos y su aliento permanente en las victorias, también hay que aceptar sus broncas en las derrotas, sabiendo que el dolor los lleva a manifestarse a través de palabras no tan agradables, pero que solo reflejan su pasión por Racing, por eso pienso que hay que saber escucharlo, sobre todo cuando se coincide en el reclamo.

Enrique Santos Discépolo en la película “El hincha” dijo una gran verdad. 

“¿Qué sería de un club sin el hincha?, ¡sería una bolsa vacía!” “El hincha es el alma de los colores, ese que no se ve, ese que da todo sin esperar nada, ese es el hincha…”

Hasta pronto.