miércoles, 23 de mayo de 2018

La Libertadores exige jerarquía.

Terminó como una semana “trágica” por las 3 derrotas consecutivas, con la diferencia que en este último encuentro, Racing fue recuperando de a poco, después de esos veinte minutos iniciales donde no podía hacer pie y sobre todo en el segundo tiempo, la imagen de aquel equipo del “Chacho” que nos hizo ilusionar tanto.

Fue una pena desde ese punto de vista, no haber logrado el merecido empate, que lo hubiera ubicado a Racing ganador de la zona y eso de alguna manera cerraría de mejor manera este semestre, sin embargo no debemos dejar de lado que salvo ese comienzo donde creo que a muchos se nos cruzó por la cabeza que podía terminar con una goleada del Cruzeiro, se repuso anímicamente, pudo ganar confianza y lograr, sobre todo en la segunda parte tener un poco más de precisión y despliegue,  lo que le dio un mejor juego y más seguridad, achicando líneas y llevando a un equipo brasilero a no poder imponer su juego inicial.

Racing sufrió mucho en el comienzo por el mal funcionamiento de su medio campo, donde se muy erráticos en los primeros pases, especialmente Cardozo, Solari y el “Pulpo”, hacían que los contragolpes de Cruzeiro tomaran desarmada a una línea de fondo que tampoco tenía reacción, lo que trajo como resultado que en menos de diez minutos el equipo local puso a Racing al borde del precipicio con dos goles que fueron por sobre todo, dos golpes al corazón.

Pero de a poco Racing a través de que “Licha” López, decididamente de enganche y llevando la bandera de la recuperación, junto al siempre comprometido Centurión y la fuerza de Lautaro, pudo generar alguna jugada clara que con varios pases que lo fueron acercando al arco del equipo brasilero, como la de Solari, que pudo terminar en gol y fue córner o la de Soto con una pelota que cruza todo el área y nadie alcanza a tocar.

Eso demostraba que se podía salir de esa desorientación inicial, solo faltaba animarse, pero todo se reducía al buen trabajo de “nuestro capitán de tormentas” que es Lisandro López, quien esta vez se hizo dueño del equipo.

Y a los 27 minutos, Pillud habilita a Solari sobre la derecha, centro, Lisandro que la pelea y la pelota que cae llovida sobre la izquierda, donde Centurión de “bolea” la pone contra el palo derecho.

Descuento y un poco de aire para un Racing que estaba ahogado y que ahora comenzaba a hacerse dueño de la pelota y aunque el medio campo seguía con inconvenientes, pudo dominar gran parte de ese resto del tiempo y tanto es así que ante una escapada de Centurión casi la mete Lautaro, quien minutos después recibe de Solari en la mitad de cancha, domina y se la devuelve larga, para que el volante que había picado al vacío, quede mano a mano con Fabio, se la pique por arriba del cuerpo y cuando la pelota ya entraba pega en el palo y sale hacia adelante.

Hubiera sido casi la gloria para un equipo que necesitaba ese golpe anímico, aunque no dejó de ser un aliciente porque demostró que ellos atrás no eran tan seguros, aunque tampoco lo estaba Racing porque seguían las distracciones y en una contra sobre el final lo tuvo Cruzeiro, cuando Arrascaeta pica solo y enfrenta a Musso que en gran forma le quita la pelota de los pies.

El segundo tiempo comenzó con un Cruzeiro que buscaba sorprender nuevamente, pero ya no encontró a un Racing tan desarmado y aunque tuvo alguna con Sassa que volvió a encontrar un Musso atento y concentrado, no fue el del primer tiempo, tanto que sin ser profundo Racing paso a ser dominador de la mayor parte del segundo tiempo, poniendo a Cruzeiro en su campo y aquí se pudo ver una versión más parecida al Racing de Coudet que todos queremos, ya con Donatti más asentado, con un “Licha” de muy buen trabajo, a mi gusto el mejor, con un Centurión picante y con un Lautaro que dejaba el alma en cada pelota.

El empate lo tuvo Racing a través de una jugada de Centurión que después de un gran pique, desde la mitad de cancha, la quiso terminar él cuando podía haber habilitado a Martinez y el mismo “Centu” pudo volver a empatarlo de cabeza tras un centro de Pillud.

Después hubo un par de jugada más, como un centro de Mansilla que fue sacado al córner cuando Zaracho estaba para cabecear solo, pero no alcanzó para un empate que debió haber sido el resultado más justo.

Ahora es tiempo de Mundial, pero para Racing será el tiempo de replanteos y de cambios, porque para poder ganarla, la Libertadores exige jerarquía y a través de este semestre quedo en evidencia que solo cuenta con un grupo de jugadores que están a la altura de vestir esta camiseta, con los que apenas se puede formar un equipo titular y algo más, del cual se nos va un goleador, que a priori es irreemplazable.

La colocación final, debido a la diferencia de gol, ubica a Racing segundo, es decir con pocas posibilidades de enfrentar a equipos argentinos, lo que casi con seguridad deberá viajar a jugar al exterior en plazas difíciles, donde momentos de indecisión como los que vivió anoche en la cancha del Cruzeiro lo dejan afuera del torneo, por eso como hincha confío y espero que Milito y Coudet coincidan en las decisiones y sean lo más certeros posibles, en la elección de los refuerzos que se incorporen a este plantel.  

Hasta pronto.