jueves, 29 de julio de 2010

Un caso muy particular

El tema Luguercio tiene dos miradas distintas y por supuesto son respetables ambas, aunque a una no le guste la otra.

Luguercio marcó en Racing un hito en el fútbol: un jugador sin mucha historia y sin la aureola de crack que venía de ser suplente en Estudiantes de la Plata logra lo que quizás nadie o muy pocos han logrado: convertirse en ídolo.

Y esto no es sencillo ya que normalmente los ídolos son jugadores que tienen “clase” esos que hacen que uno vaya a la cancha por el solo hecho de verlos a ellos.

Y Luguercio no es uno de esos, no es Ruben Paz por ejemplo, pero increíblemente ha logrado lo que esos talentosos o carismáticos ídolos de otras épocas nos emocionaban con su sola presencia.

Quizás porque con su modestia a cuestas surgió de las cenizas, ya que cuando llegó a Racing el equipo estaba casi en llamas y él aportó una de las premisas fundamentales que todo equipo debe tener: actitud profesional.

Con su sacrificio y su entereza nos demostró que todo era posible y así contagió a sus compañeros y a la mayoría de los hinchas que mientras asistíamos a un final nada deseado, fuimos viendo como este jugador con esfuerzo y dedicación nos permitía aferrarnos a la ilusión de que no todo estaba perdido.

Luguercio fue en ese momento la cuota de esperanza que necesitábamos, la que alimentó nuestro decaído espíritu y la que levantó la moral de un equipo que se mostraba sumergido.

A veces jugando mal y otras bien, se fue ganando el amor de los hinchas, que encontramos en él ese jugador que de alguna u otra manera nos emocionaba.

De una forma distinta sí, pero nos emocionaba.

Por eso hoy, la mirada del hincha nos señala que, a pesar de los enojos en ciertos partidos y de que no hace los goles que deseamos que haga, Luguercio merece tener un lugar en Racing y si desde aquí le podemos entregar un mensaje sería, que siga luchando como lo hizo hasta ahora para ganarse ese puesto en el primer equipo, porque cuenta con el respaldo que todo jugador ansía y que pocos logran: el de la gran hinchada de Racing.

Para la dirigencia, la mirada puede ser otra, allí juegan intereses de representantes, necesidades y obligaciones, y solo les pido que reflexionen, dado que no nos sobran delanteros, teniendo también en cuenta que Giovanni Moreno puede ser citado para la selección Colombiana y Bieler para la de Ecuador, con los conocidos riesgos que esto implica (llegadas tarde, cansancio y/o lesiones).

Por supuesto que esto lo enfocamos desde el sentimiento del hincha, pero también trato de apelar al sentido común, preguntándome más de una vez, sin encontrar respuestas, ¿no estando Luguercio, quién es el ídolo actual de Racing?

Es cierto que Russo debe tomar decisiones y quizás este jugador no lo convenza demasiado. Tiene todo su derecho, pero también es cierto que si Luguercio se va, el que venga deberá pasar por el ojo clínico del hincha, lo que lleva tiempo y no siempre se logra .

Hauche es un ejemplo.

De similar entrega y sacrificio que Luguercio, no logró impactar en el corazón del hincha, quien lo esperó ansioso ilusionado por sus antecedentes y además por ser- según dicen- hincha de Racing.

Por eso este, es un caso muy particular.

Hasta pronto.

pascual1443@gmail.com