Una nueva derrota en el Cilindro y una nueva demostración de que el equipo perdió conceptos muy valioso: la confianza en la idea, la seguridad para llevarla a cabo y el empuje que lo hacía sentirse ganador.
El Racing de Costas nunca fue un equipo vistoso, lo
hacía en forma intermitente, pero lo suplantaba con valores y virtudes que le
permitían en muchas oportunidades superar claramente al rival, como supo
hacerlo en el 2024 y en el primer semestre de este año pero hubo algo que hizo mella
en Gustavo y en el plantel, a los que hizo entrar en un mar de dudas y
confusiones.
La salida de algunos jugadores importantes en este
segundo semestre hizo que Racing nunca pueda
volver a ser aquel equipo respetado por todos sus rivales y lo llevó a
transitar como desconectado en cada presentación,
con discusiones en pleno partido y con
un Gustavo Costas al que se lo nota más ofuscado de lo normal.
A mi modesto entender -como hincha y desde afuera-, creo
que la causa de esa desconexión fueron las salidas de JuanFer Quintero, Roger
Martínez y aunque me duele decirlo,
especialmente la de Salas, porque este último interpretaba lo que Costas
proponía y porque era el que mejor se entendía con “Maravilla”, pero al no
contar con los tres perdió mucho de su gran potencia ofensiva, algo que golpeó en
los futbolístico y en lo anímico al equipo, complicando al mismo tiempo a un técnico
que con incorporaciones de otras características, continúa sosteniendo el mismo
sistema de juego, sabiendo que debe buscar otras alternativas.
No es casualidad “Maravilla” Martínez no esté convirtiendo,
es una consecuencia de la ausencia de los que ya no están, por eso hoy en su
lucha solitaria a pesar de su indeclinable entrega, no tiene tantas chances y el esfuerzo no lo está
premiando con goles como solía suceder antes.
Anoche Racing fue más de lo mismo que venimos viendo,
porque en un equipo con más suplentes que titulares presentó a Torres y Balboa
juntos, pero nada cambió porque la mayoría de los intentos fueron a través de
lanzamientos largos para los dos delanteros y que la suerte nos ayude en la
segunda pelota, pero los laterales no tenían llegadas claras y Conechny no
entraba mucho en juego, por lo que no había buenos centros desde los costados,
mientras Zucculini junto con Richard Sánchez (ayer me preguntaba en que puesto
rinde más porque por ahora no da ninguna señal de ser aquel que tanto esperaban
para traerlo) deambulaban sin ponerse de acuerdo y en un primer tiempo donde se
no se esperaba nada, -solo destaco el trabajo de Pardo y la entrega de Balboa- llegó
el gran gol de “Rocky” con el que se fue al descanso con el triunfo parcial.
Podíamos pensar que ese gol los iba a entonar para
jugar mejor, pero Tigre salió más adelantado, se hizo dueño de la pelota y con buenos pases y circulación fue
complicando a Racing, que a los 9 minutos se queda con un hombre de menos por
la expulsión de Pardo por una infracción de tarjeta amarilla y sumada a la que
tenía le costó la roja, una lástima porque ganando el partido no debería salir
a buscar de esa forma (sobre todo sabiendo que no nos están ayudando los
árbitros) y con cambios que no ayudaron, el equipo se fue cayendo a pedazos, porque
los volantes no existían y el rival llegaba fácil por los costados y con errores
defensivos que preocupan, como el agarrón del penal (que estoy de acuerdo hay
cien iguales por fecha, pero este por la razones que sea lo cobraron) y distracciones
infantiles le costaron dos goles en tres minutos cuando podía sino un triunfo
por lo menos rescatar un empate.
Un triunfo ante Peñarol es lo único que puede hacer que
el plantel gane en confianza y comience a recuperase anímicamente, por eso
aunque todos estamos con mucha bronca por el presente hay que apoyar al equipo con
todo porque el aliento es un aporte importante para ganar este partido que para
Racing es como una final anticipada, en un martes definitivo en muchos aspectos.
Por ultimo recuerdo que antes de ganar la Copa
Sudamericana y la Recopa, Racing venía jugando mal y perdía en el torneo local,
así que a tener fe, porque estos jugadores van a dejar todo.
¡Vamos Gustavo, vamos muchachos, vamos todos juntos por este sueño!
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.