lunes, 8 de junio de 2015

Este equipo quiere más.


Después de la desafortunada noticia del doping de Brian Fernández, la que seguramente sorprendió e impactó al plantel, al cuerpo técnico, a los directivos y obviamente a todos los hinchas de Racing, era muy importante un triunfo en el partido de hoy frente a Vélez, para que deportivamente, pueda finalizar en esta primera parte del torneo a solo dos puntos del puntero.

Racing jugó un buen encuentro a pesar de cargar sobre sus espaldas numerosos partidos, que además de la lógica exigencia física se le suma un desgaste psíquico por los estresantes encuentros de la Copa Libertadores, de los que muchas veces resulta difícil de reponerse, cuando no se logran los objetivos esperados.

Sin embargo este plantel demostró que su solidez mental y su fuego interior siguen intacto, porque supo sobreponerse a todo lo que tuvo que enfrentar y apoyados por una hinchada maravillosa que nunca dejó de alentarlos, logró una ubicación transitoria en este receso que es por demás auspiciosa.

Hoy quedó visto que este equipo quiere más, que no abandonó sus ambiciones a pesar de encontrarse con situaciones complicadas, por lo que espero que Víctor Blanco y sus compañeros de CD entiendan que vale la pena retener por lo menos hasta fin de año a todos sus integrantes (obviamente incluyo a Aued) y que los refuerzos que se puedan traer tengan la categoría necesaria para darle mayor jerarquía al importante plantel que hoy tiene Racing.

No nos olvidemos que si Brian Fernández es castigado por mucho tiempo, le obliga a Racing a contratar un delantero más, algo que quizás no estaba en los planes del técnico ni de la CD (además del volante y el punta por afuera al que hizo referencia Cocca).

Todos sabemos que a veces es imposible resistirse ante una oferta tentadora por alguno de los jugadores, pero en ese caso espero presidente y técnico tengan la templanza necesaria para encontrar coincidencias en las soluciones de los problemas que hoy se presentan y de esa manera continuar con esta estructura sustentable que tanto costó armar y que conforman plantel y cuerpo técnico, respaldada diría en forma unánime, por todos los hinchas de la Academia, algo que no es fácil de lograr.



Hasta pronto.

jueves, 4 de junio de 2015

Mucho para perder y poco para ganar.

Normalmente en su inicio, los partidos por la Copa Argentina no son medida para muchos equipos de la Primera División A, pero no solo por jugar en la máxima categoría, sino porque en casi todos los aspectos que hacen a un club, superan en la mayoría de los casos a quien en esa primera instancia es su adversario.

Desde lo económico, que le permite contar con jugadores de mayor jerarquía de exclusiva dedicación a la profesión, la preparación física y el ritmo que impone dicho torneos, marcan una diferencia sustancial, la que debería ser suficiente como para que no hubiera sorpresas en el resultado, pero se ha visto que no es así.

Es que sobre todo, cuando los equipos de mayor categoría y renombre enfrentan a aquellos que intervienen en el torneo de una forma casi amateur, sufren, aunque no deberían, el peso una mayor responsabilidad a la hora de la exposición, sabiendo que en caso de no ganar el encuentro además de recibir el repudio natural de sus hinchas, les caerá encima el resto del mundo futbolero con las burlas de los hinchas rivales, con las cuales tendrán que convivir por un tiempo.

Y un ejemplo es el partido que Racing jugó ayer,  el que diría, que no tiene mucho sentido  analizar a fondo, porque desde el vamos,  lo primero que se me cruzó por la mente es que la Academia tenía mucho para perder y poco para ganar.

Y eso se vio reflejado en esa primera etapa que finalizó sin goles, donde hubo jugadores que tenían una imprecisión alarmante ante un equipo limitado y sin fuerzas, que solo pareció que jugó bastante bien porque Racing prácticamente no acertó ni con el planteo ni con el juego, sabiendo que a medida que pasa el tiempo y no se logra la ventaja, los que siempre pierden la paciencia son los equipos superiores, que no pueden demostrar que lo son, mientras los rivales se fortalecen mentalmente.

Por suerte no fue así, ya que a los pocos minutos Racing abrió el marcador que desnudó aún más la fragilidad de su rival y después del segundo gol buscó solo esperar que el tiempo pase.

Ahora a pensar en Vélez y tratar de cerrar este semestre con un triunfo, para no perderles pisada a los de arriba y para que esa alegría ayude de alguna manera a paliar ese dejo de tristeza que nos dejó no poder continuar en la Libertadores.

Hasta pronto.




martes, 2 de junio de 2015

Milito tiene un destino.


Es cierto que nadie  puede decidir el destino de otra persona, pero en un juego donde se entremezclan admiración e ilusión, como hincha me atrevo, con todo respeto, a pensar cual debería ser el de  Diego Milito.

Por suerte para Racing y para todos sus hinchas ha regresado para transmitir y entregar como jugador toda su sapiencia, ayudando a la Academia a conseguir logros que parecían lejanos, lo que lo ha convertido en un ídolo indiscutible no solo por lo que exhibe en la cancha sino también por sus gestos, sus expresiones y declaraciones que dejan ver su bonhomía, una virtud que muy pocas personas ejercen, sobre todo en este conflictivo y confuso mundo del fútbol.

Por eso creo que Milito tiene un destino en el club, porque reúne las condiciones pasionales, culturales y de experiencia para realizar en nuestra institución la transformación que todos esperamos, por eso trato de ir más allá con mi imaginación y me ilusiono con la idea de que en un futuro no muy lejano y después de que finalice su carrera profesional como jugador, pueda como máximo representante de la institución que tanto ama, convertirse en el guía que lleve a Racing por el camino correcto.

Quizás sea una utopía entendiendo que todo esto, no deja de ser la mera esperanza de un hincha, pero ese es mi deseo, que ojalá sea el de muchos hinchas más.

Hasta pronto.