jueves, 2 de marzo de 2017

Fue poco… pero bueno.


En esta rara forma de comenzar el año futbolístico, donde se juegan copas internacionales y no torneos nacionales, Racing puso primera buscando dar pasos seguros en la Copa Sudamericana.

Mal o bien es el tercer año consecutivo que interviene en competencias internacionales, título que le cuesta obtener, esperando que  esta vez pueda lograrlo.

Y ante el Rionegro Águilas, un equipo colombiano prácticamente desconocido para los hinchas racinguistas, Racing comenzó a transitar el camino hacia la tan deseada gloria, buscando comenzar con el pie derecho, sabiéndose, sin ánimo de subestimar al rival, que tiene un plantel superior al que debía enfrentar.

Pero Racing, que todavía se encuentra –como todo el fútbol argentino- sin ritmo oficial de competencia, cargaba con el inconveniente de haber perdido por un par de meses a su mejor jugador, con el grave problema de tener que reemplazarlo con un juvenil, como Lautaro Martínez, que si  bien tiene condiciones de goleador, posee características diferentes y una falta de experiencia que de alguna manera lo condiciona, sobre todo a la hora de la fricción, donde quizás puede reaccionar de manera incorrecta y le cueste una expulsión.

El equipo colombiano propuso un partido a la defensiva y friccionado, buscando sacar a Racing de su paciencia para hacer circular la pelota y en muchas de esas infracciones de las que fueron víctimas Bou, Acuña y fundamentalmente Martínez, casi lo consiguen.

La falta del Licha, le quitó a Racing velocidad, explosión y presencia firme dentro del área, sobrecargando a un Bou que debió multiplicarse en su tarea, pero que lo alejó de la zona de definición, dado que él debió convertirse en asistidor cuando muchas veces y a pesar de que el rompe por los costados, Lisandro López se tiraba atrás y lo asistía.

Es decir, sin peso de Martínez en el área y sin presencia de Bou, Racing dominaba el partido pero no encontraba la fórmula para el gol.

Racing carece de un jugador que arme juego y que pueda ubicar algún pase entre líneas como lo podía hacer Romero, aún en forma intermitente, y entonces todo se basa en buscar romper por afuera con los volantes y/o marcadores de punta o buscando cruzar la zona de gestación con un pelotazo largo de los centrales.

Anoche funcionó mejor la zona de la izquierda, donde Acuña mostró algunas de sus condiciones que lo llevaron a ser convocado a la selección, contando con un Insúa que buscó aparecer por sorpresa, como en la jugada que casi convierte, mientras que por la derecha, Pillud fue quien se mostró más activo que Gastón Díaz, a quien no se lo vio tan enchufado.

Los centrales tuvieron una buena noche y si bien fue ante delanteros que no daban mucho trabajo, se los observó muy seguros, donde se destacó Vittor que realizó un partido excelente, sumándole su mejoría total en los pases largos, como el pase a Bou en el gol y los cruzados al Huevo Acuña, mientras que me gustó la tarea de Orión (me llamó la atención su capitanía) fundamentalmente por su concentración y su rápida salida del arco en el error del “Pulpo González” cuando habilita al delantero colombiano.

Me parecieron bien los cambios de Cocca, porque creo que buscó darle más agresividad con los dos Brian, tratando de cubrir esa falta de presencia en el área con la dinámica de Fernández y la movilidad de Mansilla, esperando que Acuña, ya por la derecha, rompa esa muralla que proponía el equipo de Rionegro Águilas.

Racing tuvo algunas oportunidades para abrir el marcador pero nunca fueron muy claras y el gol llegó por un nuevo y acertado pase largo de Vittor, esta vez buscando a Bou que cuerpeando gana la posición y se la entrega mansita a Brian Mansilla para que el chico la ponga tres dedos al segundo palo para darle el triunfo a la Academia.

Fue poco… pero bueno, porque se ganó y porque no se recibió ningún gol en contra, lo que de  alguna manera juega a favor en la revancha, seguramente con el Licha nuevamente en actividad y con el equipo en su ritmo habitual de competencia.

Se comenzó bien y ahora, si vuelve el fútbol, a prepararse para enfrentar al quizás mejor equipo del momento en el Cilindro, esperando que sea con un triunfo como para completar una buena semana.


Hasta pronto.