Un fin de semana donde Racing ganó en lo futbolístico y en lo institucional.
El sábado el equipo logró un gran triunfó frente a River, demostrando que cuando está
con la cabeza metida en el partido, encuentra respuestas a la hora de la
exigencia y aunque no podía acceder a ganar otro título, pudo conseguir una
gran victoria ante un rival exigente, al que no podíamos ganarle desde el 2017,
un triunfo que además ratifica que cuando se juega con actitud, con confianza y
con ambición Racing es candidato a ganar todo lo que se juega.
Y el domingo el club lo hizo a través de una elección a presidente muy ordenada y clara, donde los
socios, en una de las mayores asistencias de la historia académica (fueron a
votar más de 17.000) concurrieron para elegir a quien conducirá y administrará
Racing en el próximo período y si bien triunfó Diego Milito, el que realmente gana es el club, porque los dos candidatos solo son hinchas/socios que seguramente
al igual que nosotros desean los mejor para la institución.
Respecto al año futbolístico, pienso que si bien el Racing de Costas ganó la Copa Sudamericana
haciendo una gran campaña, el concentrarse exclusivamente en ese objetivo internacional
en ciertos momentos pudo haber “desconcentrado” al plantel llevándolo a perder
puntos de forma inexplicable en partidos que lo hubieran hecho trepar a la cima
de los torneos. Los motivos y las causas quedan en la consciencia de cada uno.
Ahora Racing con Diego Milito como presidente comienza
su recorrido enfrentando temas urgentes, sobre todo en el futbol profesional donde
tendrá la urgente responsabilidad de definir con Saja, si Gustavo Costas continuará siendo su técnico,
para entonces acordar quienes se quedan y quienes se van, porque esto
determinará que refuerzos son los que
hay que sumar a un plantel que cuenta con una muy buena base sólida.
A Víctor Blanco como hincha le agradezco el haber
recuperado a un Racing que estaba en las cenizas, por haberlo instalado nuevamente
en el plano internacional y por llevarlo a obtener campeonatos y otras copas,
pero a fuer de ser sincero y con todo respeto, hubo etapas donde sin tirar
manteca al techo, pudo ir por más objetivos más importantes, pero pareció
conformarse con lo logrado.
Creo en la alternancia, porque muchos años en el
poder genera en la condición humana, quizás hasta inconscientemente, la
creencia de que uno es la única solución y eso lo lleva a pensar que la suya es
la única verdad.
Finalmente aprovecho para desearles a todos los
racinguistas que pasen unas felices fiestas y que el año próximo les depare
mucha salud para seguir alentando a nuestro querido Racing.
Vamos
Racing Carajo!
Hasta pronto.
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