viernes, 3 de mayo de 2024

Sin pena ni gloria.

Racing volvió a perder por la Copa Argentina, desperdiciando no solo la oportunidad de ganarla, sino también de clasificar a la Libertadores del 2025.

Considero que la Copa Argentina es una de las posibilidades más accesibles para alzarse con un nuevo trofeo y además jugar la Copa Libertadores, pero para Racing ya pasó a ser un karma negativo, que lo viene castigando desde el 2013 (en el 2018 y 2019 el equipo de Coudet  quedó afuera en los 32avos frente a rivales del Federal A y en el 2022 Cocca  en 16avos frente a uno del Nacional B.) y anoche la historia se volvió a repetir en los 16avos frente a Talleres de Remedios de Escalada, con una actuación que supera los límites del papelón, porque el equipo mostró un desinterés y una falta de actitud que fue humillante para todos los hinchas, especialmente para los que se llegaron hasta la cancha de Quilmes.

A fines de marzo decía aquí, en mi blog, que la Copa Argentina pasaba a ser importante, pero ahora pienso si realmente Racing debe seguir jugándola, dado que ya no es una casualidad el ser sometido por un rival inferior, debe haber una causalidad que lo lleva al equipo a tener esa indiferencia por esta Copa, asumiendo el partido como si fuera de compromiso, por lo menos hasta que el rival lo pone en aprietos y entonces busca reaccionar, pero los nervios y el no saber qué hacer los termina conduciendo a un nuevo fracaso.

Si bien es cierto que Costas es responsable, los jugadores lo son en mayor medida, ya que no se puede entender como profesionales de calidad y buen pie, tienen tantos errores en los pases y no saben cómo resolver una jugada o tirar una pared, algo para lo que no hace falta un técnico.

Un final que golpea especialmente a Costas y a sus dirigidos, porque nuevamente Racing volvió a pasar por la Copa Argentina sin pena ni gloria, con una caída que merece una charla interna transparente y cruda, ya que no es un tropiezo cualquiera, es una derrota ofensiva que no se asemeja a las de la Copa de la Liga, porque ante un rival menor (que además termina haciendo un gol con un hombre menos) dio toda la sensación de que el equipo jugaba para cumplir, sin la obligación de ganar y esa actuación deplorable lo volvió a dejar afuera.

Un segundo fracaso que ojalá no afecte al grupo en lo anímico y pueda seguir triunfante en la Copa Sudamericana.

Hasta pronto. 

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