Cuando
uno vive malos momentos siempre anhela un cambio con la ilusión de que todo va
a mejorar y los hinchas de Racing que venimos soportando muchas situaciones
angustiosas, nos esperanzamos una vez más con la llegada de Merlo.
Tanto es
así que lo más importante de la noche fue la presencia de “Mostaza” Merlo,
quien evidentemente provocó la convocatoria de mucha de la gente que llegó en
buen número al Cilindro.
Porque
aunque la pasión por Racing es inmensa, este equipo hace méritos para que cada
vez sean menos los que vayan a alentarlos.
Este plantel
no está en condiciones de ganar ningún encuentro porque se ha hecho -como
dije en notas anteriores- un equipo adicto a las derrotas, lo que
los lleva a perderlos mentalmente antes de jugarlos.
La
llegada de Merlo nos ilusionaba con ver a un Racing más sólido, pero aún
aceptando el poco tiempo de trabajo, el equipo no ofreció nada nuevo y donde admitiendo
que hubo más esfuerzo y actitud, -algo que le reclamábamos- todo se quiso subsanar
corriendo –sobre todo en el primer tiempo- donde sobresalieron los desaciertos.
Después,
un segundo tiempo donde se intentó sin mucha convicción y dándole a Vélez la
posibilidad de liquidar el partido si no fuera por Saja.
Racing
tuvo alguna pero todo finalizó entre dudas, silbidos y tenues aplausos.
12
partidos y otra vez sopa.
Mostaza
deberá buscarle la solución a algunos aspectos como la falta de presencia en el
área rival porque es imposible hacer un gol si Vietto baja tanto, aprovechar
mejor a Gómez quien las comienza bien y las termina mal y ver que se hace con
De Paul de muy bajo rendimiento desde ya hace tiempo.
El
equipo está en caída libre y los
jugadores deberían entender que van a ser protagonistas de una historia negra
en la que, seguramente nunca soñaron estar, pero de la cual hoy son actores
principales.
Todavía
la pueden revertir y la solución la tienen ellos, si entienden que no se puede
seguir cambiando técnico pensando que la solución del problema está afuera, cuando
en realidad se encuentra adentro del plantel.
Pero
para eso deben unirse y demostrar que tienen ganas de vivir, confiando en quien
hoy se ha puesto al frente para guiarlos,
aceptando sus propuestas y poniendo lo mejor de cada uno, con
transparencia y con honestidad profesional.
La
confianza mutua más una gran cuota de sacrificio de todos, hará que la
convivencia sea más grata lo que les abrirá las puertas a la confianza, a la
fuerza anímica y como consecuencia a la claridad mental.
Hoy es
tiempo de Mostaza Merlo y el destino dirá si se acertó o no, pero los jugadores
deben poner todo para ayudarlo, porque al ayudarlo a él se ayudan ellos
Hasta
pronto.
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