sábado, 10 de agosto de 2013

En el Cilindro no hubo gente...y no hubo equipo.


La imagen de un  estadio desolado y vacío fue como un  presagio de lo que iba a suceder.
Nada más triste que ver una cancha así, pero que sirvió de fondo a un equipo tan vacío de fundamentos y tan falta de conceptos que realmente desconcierta.
Sobre todo después de escuchar y ver en los medios a un técnico que se expresa bien y que se muestra convencido de sus esquemas, respetables desde todo punto de vista, los que lamentablemente no llegan a plasmarse definitivamente en el campo de juego.
Aceptando que desde afuera es mucho más fácil criticar, digo que hoy el equipo se mostró rápidamente superado por un rival que sí mostró capacidad, entrega e inteligencia a la hora de atacar y defender, mientras Racing una vez que claudicó por los costados ante una buena marca conjunta de la defensa de San Lorenzo no tuvo otra idea e insistió con la misma - salvo rotando los jugadores, invadiéndose a medida que pasaban los minutos de una confusión tal que exasperaba a los propios jugadores.
La individualidad cada vez más acentuada mostraba los defectos de este equipo que solo mostró esta noche las virtudes de Vietto (en el primer tiempo) que le hizo pasar malos momentos a Cetto que lo siguió por todos lados, pero que nadie utilizó la zona del área que quedaba descubierta por la salida del central del Ciclón.
La defensa tiene un problema. Para salir a arriesgar debe achicar y jugar casi en la mitad de cancha y allí se ven los problemas por ejemplo de Ortiz cuando queda mano a mano y donde su lentitud queda expuesta en sus movimientos.
Esta línea de fondo que hoy tiene Racing está para jugar en la puerta del área.
Hay que aceptarlo sí o sí, porque este equipo se siente cómodo jugando de contra ( un estilo como juega Arsenal, como jugaba Simeone ) donde puede generar algún peligro si encuentra espacios cuando recupera la pelota.
Cuando nos preguntamos porque no tenemos más circulación de pelota sostengo que son muy pocos los jugadores capacitados para esa tarea y que deben reunir condiciones como las que hoy tuvieron los volantes rivales ( donde ninguno era un pibe ).
Los chicos de Racing no están para eso, salvo Vietto. ( Ya no está Fariña ).
Ni Zuculini, ni Centurión, ni De Paul lo pueden hacer y no es para reprocharles nada, pero recordemos que los mejores momentos de ellos fue cuando arrancaban con espacio y velocidad pasando virtualmente por encima a los defensores rivales, quienes utilizaban todo tipo de golpes para pararlos ( sobre todo a Centurión en el inicial 2012 ).
Todo se hacía a mil por hora, pero admitamos que en muchos de esos goles y de buenas jugadas estuvo Camoranessi, que era quien marcaba habitualmente el toque final.
Además es lo que pregona el técnico cada vez que se lo escucha.
Hablar del rendimiento de hoy no tiene sentido porque todos tuvieron un nivel lamentable, reconociendo que dejaron todo ante la evidente superioridad que impuso San Lorenzo.
Esta noche en el Cilindro no hubo gente...y no hubo equipo.
Solamente se vió el esfuerzo de un Racing desesperado, apurado y plagado de errores.  Poco para un plantel con aspiraciones al título.
De juego, de ideas claras y de convicciones, nada de nada.
Ahora llega Lanús por la Sudamericana.
El estadio volverá a tomar vida y los gritos de los hinchas de la Academia se harán sentir, para bien o para mal.

Hasta pronto.











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