domingo, 22 de agosto de 2010

Hay motivos para confiar.
Entristece, como que no.
La fiesta que soñábamos no se dió, pero estas cosas suceden.
Fue un partido de pocas llegadas y de definiciones inesperadas.
Como esos que alguna vez le tocó ganar a Racing.
Pero lo más rescatable es que el equipo muestra otra actitud, otro orden y otra serenidad para reaccionar ante resultados negativos.
Claro, después del segundo gol en contra no hubo tiempo.
Que hay que mejorar, es cierto. Que hay distracciones también.
Pero por lo menos a mí me da la sensación de que este Racing no es más aquel equipo desesperado que tiraba la pelota a cualquier lado.
Este equipo trata de jugar y eso ya es un logro.
Después en todo partido hay imponderables como en este lo fue por ejemplo, el Sr. Baldassi.
Los otros días escuchando la audición Identidad Racinguista oía a su conductor Flavio Azzaro decir que no confiaba en Baldassi, y cuanta razón tenía.
Realmente el penal de Placente a Giovanni Moreno fue clarísimo y ante hechos como este, ciertos árbitros quedan expuestos.
Pero parece que Sr. Baldassi “sobrara” el partido.
Respecto del equipo sigue preocupándome el nivel de Toranzo y quiero compartir con Uds. mi sensación: Creo que se siente incómodo sabiendo que la mayoría de las veces debe entregarle la pelota a Giovanni Moreno.
Me parece que lo turba y no lo deja pensar claramente y me inquieta los muchísimos pases que está errando, lo mal que le está entrando a la pelota en los tiros libres y en sus disparos al arco.
Pareciera que hay como una superposición de tareas Giovanni, por eso no se si Moreno no debería jugar más cerca de Bieler y dejarle la responsabilidad de organizador a Toranzo. Esto de última, liberaría a los dos. Litch sigue estando debajo de su juego, pero lo que más me alarma es la falta de llegadas, con un Bieler que se debate en la soledad.
Pero todo esto es solucionable ya que estos jugadores mostraron en su momento que este no es su techo, y es más fácil volver al mejor nivel en un equipo que va tomando forma.
Por eso, hay motivos para confiar.
Ahora nos toca Olimpo. Cancha chica. Mal piso. Un nueve muy alto y pícaro.
Creo que el equipo y sobre todo Giovanni se va a sentir muy incómodo por el piso
y por las medidas de la cancha.
Pero tenemos un técnico que tiene muchas cualidades y una de ellas muy importante:
Transmite seguridad y serenidad.
Hasta pronto.





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