La derrota de local ante Estudiantes nos vuelve a mostrar la imagen de un Racing que vuelve a decepcionar repitiendo errores del pasado.
El fútbol es contagio y el triunfo logrado en Córdoba
la fecha anterior me había dado una señal de optimismo para lo que debía
afrontar antes de volver a jugar por los octavos de la Copa Libertadores, pero
lo de ayer es como que volvió a enfrentarnos con emociones negativas, porque
Racing volvió a presentar los mismos problemas que arrastra desde el año
anterior ante equipos que se le cierran atrás.
Lo que veo es que este Racing sin Salas, sin Almendra
y la desgraciada e inoportuna lesión de Arias a la que se le suma la de anoche
de Zucculini, tiene menos recursos que el otrora Campeón de la Sudamericana,
porque además no puede contar Viuetto y Zaracho, jugadores que se suponía le
iban a dar soluciones y categoría pero por ahora pasan más tiempo en los
consultorios que en la cancha y todas esas situaciones parecen conducir al
equipo a toparse nuevamente con aspectos negativos que lo llevan a perder confianza y esa energía positiva que le
permitía superar situaciones difíciles.
Anoche quedó demostrado que no se puede seguir
tirando centros o pelotazos (la mayoría iba a las manos de un seguro arquero
que salía a buscarlos incluso hasta pasando el punto del penal) para un “Maravilla”
que a pesar de su fe inquebrantable, es
el que más está sintiendo la falta de asistencias claras y la compañía de un jugador
que pueda ayudarlo en su lucha, pero por ahora nadie aporta demasiado para que
cambie ese recurso, porque ya no está JuanFer y no es fácil encontrar un
jugador de esas características, no lo es Nardoni, gran valor en la
recuperación, tampoco Zucculini que contagia más por su entrega y sus apariciones
en el área rival, ni un ayer impreciso Sosa.
Richard Sánchez sigue sin mostrar las condiciones que
justificaron esperarlo tanto y mientras Conechny parece tener una buena zurda
pero hoy es una incógnita, el único que puede por ahora darle algo más en la
ofensiva es Duvan Vergara, pero lo veo demasiado encerrado en su zona y además
en lugar de encarar para desbordar eligió mucho tocar para atrás.
Aunque desprolijo Racing en el primer tiempo con
actitud fue un poco más que su rival, pero no pudo construir buenas jugadas y solo
insinuó algo positivo ofensivamente a través de dos cabezazos, uno de Sosa que
paso cerca y otro débil de De Gregorio que fue a las manos de Muslera, mientras
Estudiantes prácticamente no llegó a molestar a Cambeses.
Sin ser alarmista me preocupa la fuerte discusión entre
Sosa y Vergara al finalizar el primer tiempo, la segunda en dos partidos seguidos
(la anterior García Basso y Rojas frente a Belgrano), porque eso muestra que hay
algún aspecto que corregir.
En el segundo tiempo se dieron situaciones que
cambiaron los estados anímicos de ambos equipos, a los dos minutos se lesiona Zucculini
y a mi juicio su salida resintió el medio campo porque con la entrada de
Richard Sánchez perdió fuerza y presión, ya que por sus características le
costó meterse en el partido, con el agregado que a los pocos minutos cometió un
error que derivó en el centro para el gol de Carrillo, quien recibe solo a
espaldas de un García Basso que lo pierde de vista (no es la primera vez) y
derrota a un Cambeses que prácticamente nunca había intervenido y en esta apenas
llega a rozar la pelota por lo que creo que si bien no tuvo responsabilidad, tiene
por lo menos mala suerte y a mí por lo menos me parece un arquero nervioso, que
le cuesta encontrar la calma, que espero la tenga para los definitivos partidos
que se le vienen a Racing.
El gol hizo crecer a Estudiantes ante un Racing que
trataba de mostrarse tranquilo con el el aliento de la hinchada que exigía un
poco más, pero aunque intentaba no sabía cómo entrarle a la defensa rival, sin
embargo diez minutos después se da una jugada que se supone beneficiaria al
equipo, Castro le entra muy mal a Nardoni y el VAR convoca al árbitro para
revisarla, corroborando que era para tarjeta roja.
Racing tenía un hombre de más, pero el problema
seguía siendo el mismo, porque no se notaba ya que Estudiantes se abroqueló en
su campo, sabiendo que la búsqueda le iba a llegar por los costados y así fue
como sucedió, siempre con centros sin destino cierto que lo único que hacían
era agrandar la figura de Muslera, por lo que Costas comienza con los cambios y
entran Conechny por De Gregorio y Torres por García Basso.
La entrada de Torres fue un indicio positivo porque los
centrales de Estudiantes ya no estaban solamente dedicados a “Maravilla” y los
dos tuvieron posibilidades para empatar pero fallaron en sus definiciones y a
mi gusto un poco tarde sobre el final “Totó”
Fernández lo hizo por Nardoni, pero nada hizo variar el resultado.
A este Racing de Costas (sobre todo de local) le
generan problemas los equipos que le quitan espacios y esperan en su campo por
lo que creo que hay que encontrar variantes en la forma de atacar porque ya son
muchas las veces que se repite la misma
historia con distintos rivales.
Como reflexión final, creo que Racing debe darle
prioridad a la Copa Argentina (porque te clasifica directamente a la
Libertadores) y a los partidos con Peñarol para avanzar a cuartos.
“Todos juntos
por este sueño”.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.
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