domingo, 9 de marzo de 2025

Volver a enchufarse.

De local y ante Huracán, el Racing de Costas volvió a jugar mal y sufrió una nueva derrota, a mi gusto  inmerecida porque su rival no hizo demasiado, pero el equipo volvió a estar ausente.

Es difícil de aceptar porque lo más lógico hubiera sido un empate, pero este equipo con muchos cambios sufre porque no se entienden y cuando tiene la pelota no saben qué hacer.

No hablo de no poner ganas, hablo de algo que los desgasta mentalmente de a poco hasta que los nubla y me refiero a la falta de asociaciones que los lleva a realizar todo de forma individual  y cuando ese cierto egoísmo no tiene éxito, les hace perder fuerza física y los desconcentra de tal manera que por momentos hasta se ven torpes.

Ese sin saber qué hacer con la pelota le va facilitando el juego a un rival que como la mayoría de los que visitan el Cilindro se abroquelan en su campo y tapan la subida de los laterales, para que la tengan los centrales de la Academia quienes después de pasársela entre ellos, perdiendo valiosos minutos, la mayoría de las veces terminan enviando pelotazos frontales que facilitaban la tarea de los defensores rivales y en una jugada aislada donde Arias y sus defensores parecían estar jugando “el juego del distraído”, Huracán  consigue el gol, un tanto injusto y además donde creo que había posición adelantada, pero parece que para Racing los “VARes” están cerrados.

Al equipo le costaba reaccionar porque los centros eran todos a la altura de la cabeza de los defensores  de Huracán y además la falta de generación de juego hacía todavía más difícil llegar al arco de Galíndez con peligro, lo que llevó a la hinchada a recordarles que el domingo hay que ganarle a los vecinos.

Pero no hay jugadores iguales aunque conformen un mismo plantel, por personalidad, por carácter, por capacidades, pueden jugar en las mismas posiciones pero todos van a ofrecer distintas soluciones y problemas, por eso no son lo mismo, son diferentes  con el agregado de que además cuando hay muchos cambios el equipo lo primero que muestra es una falta de entendimiento, un combo peligroso porque por más que domine el encuentro no sabe cómo resolver los problemas que les presenta el rival y anoche a Racing le pasó eso, porque nunca pudo armar una jugada más o menos clara, salvo la que genera Salas con su fuerza por la derecha, él único jugador del que individualmente podía esperarse algo y que increíblemente erra Balboa solo frente al arco.

No cabe duda que Costas sabe que su Racing hoy da la sensación de ser un equipo desconectado, es como que ganaron la Recopa y los jugadores se desenchufaron de todo el resto de obligaciones, lo que posiblemente los llevó a no estar totalmente concentrados para afrontar los desafíos, por lo que creo que al igual que los pudo convencer para ganar las copas internacionales, en estos días deberá encontrar la manera de transmitirles con convicción un mensaje ganador porque el plantel debe volver a enchufarse para recuperar la confianza y la fuerza que el domingo les permita salir a llevarse puesto a nuestros vecinos y ganar el clásico, sabiendo que ese triunfo es la inyección emocional que necesitamos todos los racinguistas para iniciar un nuevo período positivo y eso no se negocia.

A GANAR EL CLASICO!!!

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

martes, 4 de marzo de 2025

Una derrota justificada.

Racing dio ventajas y San Lorenzo las aprovechó para ganarle después de 15 clásicos.

A pesar de la tormenta el campo de juego de San Lorenzo estaba en excelentes condiciones, pero Racing casi nunca pudo hacer pie, sobre todo en los primeros veinte minutos del encuentro donde a no ser por la gran actuación de Cambeses, pudo haber sufrido una dura goleada.

Al minuto Racing ya perdía uno a cero y lo primero que se me vino a la cabeza fue “que mala suerte tiene Cambeses” porque cada vez que le toca ser titular sufre rápidamente un gol, pero esta vez quedó claro que la culpa no fue de él sino de un equipo que era superado en reacción y velocidad, con una defensa que además casi nunca ganó de arriba en cada centro que caía en el área (aun contando con jugadores de muy buen altura como Conti con su altura).

Es cierto que los tres venían de tener un desgasta físico y emocional importante (dos habían disputado el partido de vuelta completo ante Botafogo) y la liberación de esa tensión puede llevar a una baja respuesta física y a una relajación natural, pero fue un lapso de tiempo donde solo la imagen de Cambeses lo sostenía con vida, porque el equipo estaba ausente, pero uno de los dichos populares del fútbol dice que “los goles que no se hacen, te los hacen en el otro” pareció cumplirse después de ese aluvión del local, cuando a los a los treinta minutos un Almendra “caminante” asiste de gran manera a Ignacio Rodríguez (me gustó mucho), quien en el área engancha y habilita a Mura en el punto penal, quien después de defender bien la pelota, la pone contra un palo y le vuelve a convertir un gol al “Ciclón”, igualando un partido que le era esquivo en todos los aspectos.

Racing empataba sin merecerlo y salvo Cambeses, “Nacho” Rodríguez y Nardoni el resto aportaba poco y nada por lo que era lógico pensar que para la segunda etapa hubiera algunos cambios, sin embargo Costas solo realizó el de Escudero por Quirós lesionado.

El equipo insinuó salir de su encierro con más movilidad pero era Cambeses el que seguía evitando goles, hasta que a los cinco minutos a Balboa le llega una pelota saliendo del área, controla entre los centrales y mete un derechazo que entra pegado al palo derecho de Gill poniendo a Racing en ventaja ante un estadio que cambio aliento por murmullos y un San Lorenzo sacudido por un resultado que cambiaba el partido en lo emocional.

Racing debía aprovechar este momento anímico y estuvo a punto de lograrlo si no fuera porque Solari, aunque hacía bien sus movimientos fallaba en las definiciones, así y todo a través de él, llega una jugada en la que se dan dos situaciones como para convertir y es cuando otro gran pase de Almendra lo pone solo ante Gill pero su remate bajo es tapado por el arquero, rebote que van a buscar Zaracho y Romania, llegando antes el volante académico por lo que el central de San Lorenzo termina golpeándolo y cometiéndole un claro penal que Tello no da y el VAR ni siquiera revisa, una oportunidad que podía haber cambiado totalmente el trámite porque un tres a uno hubiera golpeado fuertemente a San Lorenzo.

Costas envía a la cancha a Martirena por Zaracho y a Salas por Balboa, algo que personalmente me sorprendió ya que si alguien debía salir era Solari, salvo que “Rocky” estuviera lesionado, porque me parece que hubiera sido una dupla más agresiva en la delantera, la que a partir de ese momento quedó disminuida, tanto que salvo la jugada donde un remate de Martirena exige a Gill, el equipo fue perdiendo fuerza ofensiva.

La desesperación del público llevaba a Russo a introducir más jugadores de ataque, ante un Racing que ya mostraba a un solitario Salas arriba esperando encontrar una oportunidad, pero faltando cinco minutos un error de Martirena le permite al local llegar al empate a través de un remate de desde fuera del área Braida, que me parece sorprende a Cambeses, un gol inesperado por el trámite del partido, que no solo golpeó anímicamente al equipo sino que revivió a San Lorenzo y sus hinchas.

Pero como si esto fuera poco, sobre llovido mojado, porque no se había recuperado del empate cuando en tiempo de descuento y con un nuevo centro, donde vuelven a fallar los centrales académicos, el recién ingresado Peralta cabecea entre Conti y Colombo y logra el gol agónico que le daría el triunfo al local ante un Racing que perdió en pocos minutos, las vida que le dio Cambeses.

Podría decir que es una derrota justificada, porque el haber sido campeón de la Recopa Sudamericana deja secuelas físicas y mentales, razones por las que el partido siguiente se puede perder, pero a partir de ahora hay que ponerse las pilas para clasificar en el torneo de la Liga.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

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