El extraordinario recibimiento y el aliento interminable de sus hinchas, le dieron a Racing la fuerza anímica para revertir el resultado y lograr ser finalista de la Copa Sudamericana.
El partido no tuvo un comienzo muy auspicioso para Racing, quizás por esa carga emotiva de nerviosismo y ansiedad que le generaba estar en un Cilindro colmado, ante un recibimiento espectacular y en un momento de su historia donde se jugaba la posibilidad de volver a estar en la final de una copa después de 36 años, lo que le permitió a Corinthians sorprender antes del primer minuto con un centro que cruzó el área y donde el gran cierre de García Basso le privó al rival convertir el primer gol, pero Racing seguía sin reaccionar y cinco minutos después Depay habilita a Yuri Alberto y esta vez logra convertir ante la salida de Arias.
Racing parecía transitar un estado emocional donde los fantasmas de su estadística negativa para revertir un resultado adverso peleaban con las ganas de darlo vuelta en esta instancia tan definitiva, pero le costaba hacer pie y algunas dudas llevaron a Arias a comenzar a convertirse en el primer baluarte al achicar y desviar un remate de Garro, situación que hizo que Racing fuera recomponiendo su cabeza y con el apoyo de su gente comenzó a merodear el área brasileña y en una jugada donde intervienen Almendra, Rojas y finalmente Salas, su centro es desviado por el brazo abierto de Martínez y a los 35 minutos consigue el penal que JuanFer con un gran remate convierte en gol.
Quintero estaba más activo y era el que le podía darle al equipo algo más y lo logró 3 minutos más tarde, cuando de un lateral sobre la izquierda, el alcanza pelotas (al que hay que felicitar y darle un premio) se la da rápido a Salas quien saca para un “Maravilla” que de cabeza la pone para el pique de JuanFer que sorprende a su marcador y entrando al área, derrota a Souza con un remate cruzado logrando su segundo gol y dando vuelta el resultado.
El partido cambiaba de dueño y era difícil de abstraerse de esos momentos
emocionantes que suelen distraer y cerca del dinal de
ese primer tiempo el gran Gabriel Arias tuvo que volver a convertirse en héroe al
quitarle con los pies una pelota decisiva a Yuri Alberto, lo que le permitió a
Racing ir al descanso con una victoria.
En el segundo tiempo Racing sin tirarse del todo atrás se transformó en un equipo más combativo y si bien encontró en todo el equipo la respuesta anímica y la actitud que necesitaba, el partido se fue abriendo porque aunque se defendía, no abandonaba ese intento por conseguir un nuevo gol, que pudo lograrlo tras un centro de Rojas que cabecea desviado Martínez y después de una asistencia “tres dedos” de Juanfer para Salas que le entró mal de bolea y su remate salió junto al primer palo, mientras Corinthians metía más jugadores ofensivos, pero salvo en un par de ocasiones, encontraba cerrados todos los caminos.
El cansancio fisico y la ansiedad iban creciendo y a veces la posibilidad de un ataque hacía que se desdoblaran los volantes dejando mucho espacio a sus
espaldas, pero el equipo estaba muy enchufado, con un excelente Arias,
un comprometido Juanfer, ayer goleador y conductor indiscutible, un “Maravilla”
que con esa fe que conmueve iba a buscar todo lo que le tiraban, un Salas que
recuperó ese espíritu combativo, los ida y vuelta sin descanso de Martirena y
Rojas, el esfuerzo de un sufrido Almendra, un Nardoni que batallaba y emocionaba
con sus recuperaciones y con Di cesare, Sosa y García Basso que seguían rechazando
todo lo que llegaba al área.
A los 20' Zuculini reemplaza a Almendra y a los30 Vietto lo hace por JuanFer, a quien pensé no iba a sacar y todos pusieron sus ganas para cortarle la iniciativa a un rival que ya no sabía que cambios ofensivos realizar porque no le encontraba la vuelta y cuando estaba por cumplirse el tiempo reglamentario, por Salas y “Maravilla” entran Roger y Solari quienes son los que van a entretener la pelota en un córner hasta casi el pitazo final.
La emoción llevó a muchos jugadores a las lágrimas, lo que confirma que en este tramo final de la Sudamericana el equipo lo vivió como algo especial, porque estar en la final los ha conmovido, sabiendo que si la ganan todos ellos pasarán a la historia, porque después de 36 años le volverían a dar al club
una copa internacional.
No hay dudas que el
Racing de Costas se hizo fuerte en la Copa, logrando grandes
resultados y demostrando que puede afrontar instancias importantes,
por eso confío que en esta final ante Cruzeiro, al igual que en 1988 vuelva a consagrarse
campeón.
Mi reconocimiento a todos los hinchas que
intervinieron en el extraordinario e inigualable recibimiento en el Cilindro,
mis más sinceras felicitaciones, a mis 81 años no recuerdo haber visto algo
mejor. Gracias por hacerme vivir este espectáculo inolvidable.
El de anoche fue un triunfo que habrá disfrutado
mucho “Coco” Basile, por el amor a su Racing y por su amigo Gustavo Costas, por
quienes seguramente brindará en el día de su cumpleaños, también 81 como yo, que
espero lo disfrute mucho junto a sus amigos y familia.
Hasta pronto.