Con una actuación decepcionante e inaceptable desde todo punto de vista, Racing volvió a desperdiciar una inmejorable oportunidad para trepar a la punta del torneo.
Como ser positivo ante el pésimo partido que jugó
Rácing ante Gimnasia y Esgrima, porque como hincha duele ver a un equipo lleno
de nervios, entrar en un alarmante desorden del que nunca supo salir, sobre todo
después del gol, que volvió a ratificar que cuando la Academia comienza
perdiendo un encuentro, ya sea de visitante o de local, seguramente termina derrotado,
estadística que indica que el equipo carece de esa fortaleza mental para
sentirse ganador desde lo anímico.
Respecto al primer semestre, Racing perdió por sobre
todas las cosas, convicción e intensidad (no juego, porque sabemos que Costas se
decidió por uno más directo, sin tanta elaboración) y entró en una caída grave,
porque aquellos que solucionaban todo con goles de en esta segunda parte del torneo, han
bajado su nivel (quizás porque los problemas con Adrián Martínez, Roger Martínez,
JuanFer Quintero, etc. cambiaron el clima interno) mientras Costas, quizás más desesperado
por su “hinchismo”, parece haberse “bloqueado” mentalmente, ya que no le
encuentra la vuelta al equipo y hasta sus cambios aparecen como erráticos y tardíos.
Anoche pudimos observar un medio campo de terror, donde
los cuatro jugadores que la conformaban (Martirena, Zuculini, Barrios y Elordi)
nunca pudieron controlarlo, porque además de equivocarse en los pases, no
recuperaban, agravando los problemas de una defensa que sufrió más de la cuenta,
pero por suerte estuvieron bien Arias y Cambeses, un problema en la zona de
volantes que el técnico avala cuando dice “hay que sufrir” y mucho me temo que
seguiremos haciéndolo, pero ahora estamos en la puerta de un partido que es una
final en dos partes y ahí no hay revanchas posteriores.
En la ofensiva considero que como todo goleador que
no convierte , “Maravilla” Martínez está nervioso ( pateó el penal de esa
forma, cuando podría haberlo hecho Quintero) por la falta de oportunidades,
debido a que no tiene tantas asistencias porque Salas, que es el mejor lo
entiende está muy bajo, Solari con cabeza gacha, Carbonero busca terminarlas
él, Martirena ya no llega tanto, Juanfer casi ni juega y Roger juega a otra
cosa, por lo que posiblemente ese escenario lo lleva a tener reacciones como la
de anoche, donde podía haber intentado ganarse una segunda amarilla de otra
manera y no con esa infracción que le puede costar dos fechas.
En el campo de juego, pudimos ver un equipo y un técnico sin respuestas a los problemas que les presentaba Gimnasia y Esgrima y los hinchas que se hicieron sentir a través de una gran silbatina final, esperaban escuchar a través de los periodistas partidarios, algunas explicaciones en las palabras de Costas que nos dieran alguna esperanza para lo que viene, pero al igual que en el campo de juego, no hubo contestaciones, ya que ni Gustavo ni el capitán se hicieron presente, hecho que señala que puede haber habido algún inconveniente interno, ya que cuando se toman este tipo de decisiones, es como que la cosa no está bien.
Pero espués aparecen Roger y JuanFer en las redes con frases que buscan convencernos de que hay que saber superar los malos momentos para lograr un futuro mejor, a quienes con todo respeto y como hincha les digo que me gustaría que le den valor a esa convicción con pruebas claras de en la cancha, porque hasta ahora lo ofrecido no alcanza.
Por distintos motivos Racing está viviendo momentos de
desorden y eso produce desconcierto, por lo que creo que Gustavo Costas y sus
jugadores se deben una conversación donde la sinceridad debe salir a la luz y
el resultado, le duela a quien le duela, debe ser positivo, integrador, y la tranquilidad
les devuelva la confianza para afrontar los importantes encuentros que tienen
por delante.
Hasta pronto.
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