domingo, 2 de junio de 2024

El gol de Solari fue un acto de justicia y castigo.

Al Cilindro llegó el Riestra de Fabbiani, un símil del Sarmiento de Damonte en cuanto a la forma de defenderse y de abusar de artimañas para hacer tiempo, pero finalmente el gol de Solari puso justicia en el resultado y le dio a Racing el triunfo que le permite continuar en primera posición.

No es fácil enfrentar a rivales como Riestra, que además de presentar una férrea y ordenada estructura defensiva, viven haciendo tiempo apelando a cualquier forma ingeniosa para cortar el juego, seguramente con el único objetivo de irritar y desconectar a Racing del partido, con el agravante de que el árbitro hacía vista gorda a todo lo que pasaba.

Y Racing fue a buscar la quinta victoria con su habitual juego frontal comenzó a hacer circular la pelota desde su defensa, con sus laterales al ataque y con un medio campo que intentaba pero ante la falta de espacios que le presentaba el rival no generaba demasiado y eso se transformó en un problema, porque al empeño de Nardoni y de Baltazar Rodríguez le faltaba lucidez y Sosa se fue convirtiendo no solo en el distribuidor sino en el conductor del equipo, pero le costaba ubicar un buen pase entre líneas, por lo que Urzi y sobre todo Roger y  Salas, tenían los espacios cerrados por las duras marcas de los defensores rivales.

Después de un flojo primer tiempo los ánimos no estaban bien, porque por nuestras cabezas revoloteaban las imágenes de otros encuentros negativos ante equipos que al igual que Riestra se vinieron a defender y los cambios para la segunda etapa aparecían como más que necesarios por lo que de entrada ya Costas debió realizar uno obligado, Zuculini por Nardoni lesionado.

Riestra cada vez  se iba cerrando más en su zona defensiva y Racing que tenía el dominio absoluto del encuentro, movía la pelota de lateral a lateral pero esta terminaba casi siempre en la cabeza de los defensores rivales por lo que Costas, como entendiendo que se necesitan otro tipo de jugadores para romper esos esquemas, reemplaza a Rojas con David González, que me dio la esperanza de que iba a utilizar su habilidad para juntarse con Roger o provocar algún tiro libre cerca del área, pero terminó posicionándose sobre la derecha y tirando pases largos sin destino.

Racing no podía encontrarle la vuelta al partido y en el banco no estaban ni Carbonero para desbordar ni JuanFer para patear tiros libres o meter una pase preciso, solo un Almendra que había tenido un solo entrenamiento en la semana, para un equipo que solo había podido acercarse al área de Riestra a través de Martirena (otro buen partido del uruguayo) y entonces Solari reemplaza a Urzi para ver si podía cambiar la historia y en su primera intervención arranca desde la izquierda entra gambeteando al área y termina con un remate que el arquero desvía al córner.

Pero solo había sido un destello, porque posteriormente se fue apagando y entonces faltando cinco minutos para el final Costas decide reemplazar a Baltazar por Almendra, quien en el último minuto de descuento desde la izquierda mete un muy buen pase al corazón del área para un infiltrado Salas, quien de espaldas al arco pivotea para Solari que de frente al arco le pega de primera y la coloca junto al palo izquierdo de Arce, convirtiendo el gol que se gritó como si hubiera definido el campeonato desatando el loco festejo de hinchas, jugadores y cuerpo técnico.

Fueron los gritos de desahogo de un Racing que siempre buscó ganarlo, frente a un rival que jugó a no jugar, con actitudes que sobrepasaban el límite de lo entendible y tolerable, por eso considero que el gol de Solari fue un acto de  justicia y castigo al mismo tiempo.

Ahora a continuar enchufados y a dar todo frente a Lanús.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

 

 

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